El día de ayer se realizó la ceremonia anual del Salón de la Fama del rock. Este año, como todos los años, entraron grandes personajes: Nirvana, KISS, Bruce Springsteen’s E Street Band, los cantantes Daryl Hall y John Oates, Peter Gabriel, la cantante country Linda Ronstadt, y los representantes Brian Epstein y Andrew Loog Oldham.
La noche se la robó, como era de esperarse, Nirvana, quienes fueron introducidos por Michael Stipe, de REM. Dave Grohl, Krist Novoselic y la viuda Courtney Love se subieron al escenario juntos y se fundieron en un abrazo muy extraño, que sólo podría ser para recordar a Kurt Cobain. Después dieron paso a la parte musical en la que cuatro intérpretes femeninas sustituyeron la voz de Cobain: Joan Jett cantó Smells Like Teen Spirit; Kim Gordon, de Sonic Youth, Aneurysm; St. Vincent se echó Lithium, y Lorde, All Apologies.
Otro gran momento fue cuando Kiss decidió subir al escenario sin su característico maquillaje, y sí, así se ven más viejos y más tristes. La banda se negó a tocar pues hubo una disputa sobre quiénes eran los miembros oficiales de la banda.
El recién divorciado Chris Martin introdujo a Peter Gabriel. El ex Genesis cantó con Martin y con el senegalés Youssou N’Dour (sí, ese de Seven seconds)
Pero en realidad quien se llevó la noche, literalmente, fue Bruce Springsteen y compañía, quienes, entre sus discursos y su número musical, se llevaron casi hora y media de la ceremonia. El único comentario que nos merece esto es: Like a boss!!