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The Thick Bones: Una banda gruesa

- Por: helagone

Por Gabriel Gómez, El Gabo. @Chico_Calavera
Fotos de Alfredo Padilla. @padre_de_todo
“Mañana te hablo”, “no voy a tomar” y “tú síguele que yo te aviso”, son sólo algunas de las cosas que solemos prometer pero que no cumplimos ni aunque nos paguen. Afortunadamente no todos somos así, hay quienes prometen cosas y se esmeran en cumplirlas al pie de la letra; este es el caso de The Thick Bones, quienes prometieron hacer una presentación de lujo para su primer aniversario y así lo hicieron el pasado sábado 10 de enero en el “Caradura”.
Para este importante acontecimiento el Nick Fury de NoFM convocó a sus 2 mejores hombres: “Chico Calavera” y “Padre de Todo”.
Nuestro comandante (por llamarlo de algún modo) confiaba en nuestras habilidades con la pluma y la cámara para cubrir dicho evento; a cambio nos prometió una noche llena de glamour, de aventuras, desenfrene, pero sobre todas las cosas, nos garantizó ROCK. Pedimos pruebas y nos mostró un video con la canción “Get in”; después de escucharla (y de ver a Isabel Prieto) surgió cierta curiosidad en mí por saber un un poco más de la joven pero bienaventurada banda, así que aceptamos la misión y nos preparamos para llevarla a cabo.
En punto de las 9 de la noche entramos a un “Caradura” que lucía un tanto triste y desolado, pero que en un par de horas se convertiría en una sucursal del averno. Mucha gente bailando, bebiendo, pero sobre todo, disfrutando de la compañía de amigos esperando el momento en el que los “huesos gruesos” saltaran al escenario.
Mi compañero y yo nos tomábamos un par de cervezas y de selfies mientras llegaba el momento de trabajar. Justo cuando todo comenzaba a tornarse un tanto aburrido, la manager de la banda nos preguntó si queríamos hablar con ellos; realmente no íbamos preparados para hacer una entrevista, aunque nos pareció interesante charlar un poco con los que se preparaban para dar su show número 36, justo un año después en el mismo lugar donde comenzó su tropezada pero increíble aventura.
En la charla, Isabel Prieto (Voz), Jesús Trani (Guitarra) y Eddie Jaramillo (batería) nos contaron como justo hace un año comenzaron con la aventura de convertirse en una banda de renombre en la escena “underground”, también como justo unos días antes de su primera presentación se quedaron sin bajista, esta parte a la larga sería como cuando un futbolista se lesiona y eso arregla la alineación y el parado del equipo. La pérdida del bajista derivó en que la banda se consolidara como un trío y las secuencias de bajo entraran al quite.
Estos “chilangos” (si tomamos en cuenta que se formaron en el D. F., y no el origen de cada uno) son 3 chicos muy amables y sencillos, contestan preguntas como todos unos profesionales y no le huyen a la conversación. Esto se agradece teniendo en cuenta que probablemente en una noche de entrevistas se les compara con los Yeah Yeah Yeahs unas 300 veces y eso debe resultar sumamente molesto (a mí me molestaría, pero también se los pregunté, esto sólo para ver su reacción).

Unos minutos después de las 11:30, The Thick Bones saltaron a un escenario en el cual pusieron sumo cuidado. Las luces fueron parte importante del show, en todo momento acompañaron y ambientaron cada canción que la banda tocó.
El tema elegido para abrir el show fue la tranquila “Marimar”, en la que Isabel y Trani se acompañan mutuamente con voz y guitarra en una melodía tranquila pero con cierta potencia y cadencia.
Para la bailable “Fears Home” entra de lleno Eddie, baterista preciso, bien cuadrado y muy poderoso. Con tan sólo 2 canciones tocadas, la banda ya demostraba de qué iba, era su fiesta y habían venido a compartir su alegría con amigos y asistentes en general.
Los Thick Bones no se conformaron con el sonido que el “Caradura” podía proporcionarles y ellos mismos se encargaron de llevar “algo más” para que los asistentes pudieran disfrutar plenamente de la música y de lo que querían transmitir. En este tenor, sobrepasaron cualquier expectativa al sonar completamente nítidos y con un volumen fuerte pero no molesto.
Si hay algo que falle más que los bajistas, pueden ser las secuencias grabadas de bajo, este incidente se presentó al comenzar a tocar “Wasabe”; sin embargo, se solucionó rápidamente y al parecer la falla motivó a la banda para ir desde abajo con más potencia y así ligarla a “Clonic”.

La presencia de Isabel en el escenario es completamente imponente e incitante, su manera de interpretar y moverse nos muestra la simbiosis que hay entre ella y las letras de la banda. Su rostro expresa la comunión que existe entre su persona y las canciones, su lenguaje corporal invita a la gente a bailar como en “Hugestorm”, canción en la que la vocalista no paró de bailar y conectar al público con los que estaban sobre el escenario.
Su voz es un boleto diferente, los registros que puede alcanzar de repente no son acordes a su complexión física. Al verlos, uno por momentos no puede asimilar ni imaginar que una persona tan “pequeña” (por decir algo) pueda cantar de ese modo. La canción “Faithless” es el ejemplo claro del derroche de voz que puede hacer “Fusabel” si se lo propone.
Pasando medio concierto y tras agradecer nuevamente a los convidados a esta fiesta, esta bandota se aventó un cover que data por ahí del año 1965 interpretado originalmente por Lesley Gore llamado “It´s My party” ligada a “Eaten by stars”, la primera canción fue sumamente ovacionada, ya que los increíbles arreglos que le hicieron nos hicieron olvidar la versión original gracias a la guitarra distorsionada de Trani.

Lo que muchos esperaban por fin ocurrió: sonó la canción con la que la banda comenzó su aventura hace ya justo un año en este mismo escenario: “Get In”. Podría decirse que esta es la carta de presentación de la banda ante cualquier escucha, justo este fue el tema que me vendieron y con el que yo los conocí. La batería te atrapa, la guitarra te rodea y la voz te estrangula. No hay más, la combinación precisa es esa y por este trío funciona como una máquina bien aceitada.
A las 12:28 am, los “bones” dedican “a los zombis” una canción recién sacada del horno y tocada por primera vez en vivo llamada “Cherokee roses”. La presentación expiraba pero la fiesta no acababa del todo. La penúltima canción fue un cover de la canción “Crazy” de Gnarls Barkley que los Thick Bones tuvieron a bien en convertir en un rock que nos remonta más a Zeppelin que a un Blues o Hip Hop comercial.
El gran cierre fue con “Man of my Own” o M.O.M.O. En esta canción Trani incendia el escenario con distorsión y una melodía amable al oído pero veloz y potente. Eddie acompaña a la banda sin traspié alguno e Isabel flota en el escenario (no literalmente, no la chinguen) hasta terminada la función.

The Thick Bones es una banda llena de personalidad y “personalidades” propias, las coincidencias que existen entre su alineación y las de otras bandas, es sólo eso. Estos chicos brillan con luz propia sin necesidad de las necias y repetitivas comparaciones.
No, la música en México no está perdida y los Thick Bones son la muestra viva de esto. Ya no son “los Caifanes”, “Café Tacvba”, “Fobia” y todas esas bandas que han pasado y llenado todos los escenarios habidos y por haber en México las que sacan la cara y merecen toda nuestra atención a pesar de vivir de viejas glorias.
Las notas ya no son las mismas que hace 20 años, las letras tampoco, los hombres ya no son los que dominan la escena y las personas que escuchan música ya no son las que no tenían acceso a conocer nuevas bandas.
Los días dorados de la música independiente han llegado; en unos años, las nuevas generaciones de músicos ya no dirán que agarraron una guitarra o una batería por imitar a alguna de las bandas anteriores, las nuevas generaciones dirán que comenzaron a tocar por bandas como los Thick Bones. Porque al final, después de escucharlos, de verlos, y de ver su calidad y su rock, creo que a cualquiera le dan ganas de tocar.
Los Thick Bones podrían definirse así: “la banda que te invita a vivir el sueño”.