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Postal 38. El último asado del verano

- Por: helagone

Por Erika Arroyo
@WooWooRancher

Al ritmo de Milt Buckner les damos la bienvenida. Escribimos desde Portland en el último tramo del verano.

Con la lengua de fuera, el pastor alemán jadea sentado frente a la reja. Las risas humanas provenientes de la cocina le inquietan. Su bandeja vacía deslumbra como espejo frecuentado por el sol.


La chica del clima ha anunciado en las noticias que se espera un incremento en la temperatura. Los ladridos de Coffee se derriten entre el pasto y su sed.

Un trozo de carne susurra sobre las brasas, lanza señales de humo que hacen salivar a cualquiera. Los niños apuestan limonada augurando un aguacero torrencial. Es el último asado del verano en casa de los Purdy y desde aquí nos saboreamos el traspatio.


El hielo se va tornando cada vez más escarchado en la licuadora. Lucy pone una cereza en el vaso. Char da un sorbo a través del popote. Sus labios se humectan reviviendo los restos de un labial rojizo. La sonrisa de su cómplice se refleja en sus gigantes y oscuros lentes.

Con un delicado gesto, las mujeres interrumpen su charla para librarse del espíritu de la comida con bocanadas de barbecue que poco a poco marchitan los arbustos.


Un vinyl gira en el tocadiscos. La tarde se transforma en una falsa Calcuta. En automático las damas comienzan a sudar.


Un Mustang pasa lentamente frente al lugar, un grupo de adolescentes al volante masca chicle y observa. Ellas levantan los lentes de sol como telones a punto de revelar alguna escenografía espectacular. La calle es una ola que se ha detenido en el tiempo.

La piel enrojecida de sus brazos ha cubierto todo rastro de palidez. Han pasado por lo menos 30 años desde la última vez que se quitaron juntas los zapatos para sentir el pasto picando la planta de sus pies. La cámara hace un click atrapando su última imagen.

Con un vaso de soda en la mano y un cigarro en la otra, nos sentamos a la sombra de la memoria en ese último asado. Momentos antes de que la gastritis acabara con esa bonita costumbre.