¡Ay, el mundo! Justo cuando creemos que hemos llegado a un límite, la humanidad siempre se supera. Ya sea para bien o para mal, los seres humanos no podemos dejar de sorprendernos a nosotros mismos. Muestra de ello son algunos acontecimientos y conflictos internacionales que nos llevaron a revivir la Guerra Fría, casi presenciar la Tercera Guerra Mundial, ver a miles morir ante los ojos inmisericordes del mundo, pero también a reconciliaciones que parecían imposibles. Aquí les dejamos un breve resumen para que recuerden lo agitado que estuvo este 2015.
* ¿Y Ucrania?
Todo el 2014 estuvimos al pendiente de Ucrania. A inicios de este año, gracias a las sanciones impuestas a Rusia y a la presión internacional, se llegó a una tregua que constantemente es violada. Los grupos independentistas tomaron el control absoluto de Lugansk y Donetsk. Después de la medio tregua, el conflicto en la zona desapareció de los titulares. Parecía que el castigo a Putin había sido demasiado severo y la crisis económica interna lo obligaría a mantener la atención en sus fronteras. A mediados de año, Ucrania volvió a los titulares sólo para anunciar una extraña petición de los grupos independentistas que pedían seguir en Ucrania, pero con cierta autonomía. Con la atención internacional en otros asuntos, las elecciones pospuestas sin fecha aún, tal parece que los más de 9 mil muertos han sido en vano. Nosotros les recomendamos echarle un ojo al documental Los ucranianos, para refrescar la memoria.
* Los héroes griegos… o no
Pocas cosas han llamado la atención del mundo en los últimos años como la crisis griega. En el 2015 de pronto todos aprendimos a pronunciar nombres impronunciables como si fueran el de nuestra madre, conocíamos más o menos cuáles eran las líneas del conflicto y aventurábamos teorías sobre el futuro de Grecia.Presenciamos la resistencia griega, el desafío que representó el plebiscito que derivó en una rotunda negativa para aceptar las medidas de austeridad de la Unión Europea. Y vimos también el absoluto y aplastante poder de Angela Merkel, quien resistió como sólo los alemanes saben, presionó para que a Grecia no le quedara más remedio, a pesar del plebiscito, que aceptar medidas aún más duras para obtener un tercer rescate que permitiera que los bancos volvieran a tener dinero. Al final, Alemania acabó con el control de los aeropuertos y otros bienes públicos griegos; Alexis Tsipras tuvo que poner a disposición su cargo, y ganó pero con bastante fuerte, incluso del partido que lo llevó al poder. Eso sin contar la profunda decepción y desconsuelo de un pueblo que luchó contra los dioses que ahora se llaman Troika.
* “I can´t breathe”
Ferguson, Nueva York, Baltimore, y otras ciudades de Estados Unidos se fueron sumando a las protestas por los asesinatos de ciudadanos negros a manos de la policía. Los conflictos raciales dejaron de estar velados para estallar en una crisis política y social que rebasó las fronteras estadounidenses. Toques de queda, despliegue de la Guardia Nacional, cientos de detenidos y protestas sociales que se extendieron hasta los campos de fútbol americano y basquetbol evidenciaron que, incluso con Barack Obama en el poder, nuestro vecino del norte sigue siendo profundamente racista. Aún a finales de este año se reavivaron las protestas por la liberación sin cargos de otro policía que disparó a un joven negro desarmado. Sin embargo, el hecho de que las elecciones estén a la vuelta de la esquina y que el terrorismo sea la amenaza más visible ha llevado a que el gobierno estadounidense no preste tanta atención a los problemas dentro de casa.
*Cuando el Papa sea argentino y el presidente de Estados Unidos sea negro…
Nadie esperaba ver un apretón de manos entre los presidentes de Estados Unidos y Cuba. Mucho menos que ese apretón sucediera para normalizar las relaciones diplomáticas entre ambos países. Una anécdota cuenta que el Che le preguntó a Fidel si volverían a tener relaciones con los gringos, éste respondió que cuando el presidente fuera negro y el Papa fuera argentino, y fue justo este último quien intervino para que iniciaran las negociaciones. Ya de salida, Barack Obama quiso asegurarse de pasar a la historia con una buena jugada internacional. Se abrieron las embajadas, los vuelos, el turismo, para beneplácito de algunos y dolor de otros. Detalles escabrosos como el levantamiento del embargo, la desocupación de Guantánamo, la revisión del estado de los derechos humanos y demás no han sido del todo resueltos. Pero bueno, queda la esperanza envuelta en un rumor de que los Rolling Stones tocarán en La Habana, debajo de ese mural del Che Guevara, mientras el gran Julien Temple filma un documental que pasará a la historia.
* A refugiados y desplazados, bombas
Después de Grecia, la siguiente crisis de la Unión Europea fue sin duda la de los refugiados. Miles de sirios y afganos se lanzaron al Viejo Continente como si ni hubiera mañana, porque, pues para ellos, no lo hay. Después de las imágenes de barcos abarrotados, de personas desesperadas por llegar a la costa, niños muertos en la playa, una reportera pateando a un padre que corre con su hijo, fronteras cerradas, juntas de la Unión Europea tratando de fijar cuotas de refugiados, ciudadanos europeos recibiendo con comida y cobijo a inmigrantes, la mejor solución que se les ocurrió fue bombardear Siria. ¡Eso, humanidad! Si ya no queremos que huyan de un país, lo mejor que podemos hacer es desaparecer ese país: muerto el perro…
*Y hablando de Siria
El Diario de ISIS nos dio mucho para discutir este año. Lo cierto es que a estas alturas del partido ya nadie ve una salida para Medio Oriente. Esa guerra de todos contra todos, y todos con intereses particulares, no deja nada bueno. Las arengas sobe el triunfo de la civilización, honestamente ya nos quedan bastante grandes, en una guerra en la que hay una sociedad civil que es víctima incluso de quienes planean liberarla o salvarla. La única solución que vemos posible es la que propone Peter Quinn en Homeland.
*Y siguiendo con Siria… París
Era apenas 6 de enero cuando París se sacudió con los ataques a Charlie Hebdó. Las llamadas a la defensa de la libertad de expresión no se hicieron esperar, Francia entró de lleno a la guerra contra el terrorismo y Estado Islámico, marchas encabezadas por los líderes de Europa recorrieron las calles parisinas (quién puede olvidar esa foto de la que fueron borradas digitalmente las mujeres más poderosas del mundo, y todo para no ofender las buenas conciencias judías ortodoxas), #JeSuisCharlie llenó las redes, y #JeNeSuisPasCharlie también. Esa ambivalencia quedó sepultada con los tres atentados simultáneos en París. La condena internacional fue generalizada, y la respuesta de Francia inmisericorde, tanto para los supuestos culpables, como para la protección de sus ciudadanos: los bombazos en Siria no han cesado, mientras que París sigue en un estado de emergencia con las libertades ciudadanas limitadas para defender su libertad.
*Un adiós al Cono Sur
A menos como lo veníamos conociendo desde hace algunos años. Los regímenes de centro izquierda fueron cayendo como moscas, y algunos están sostenidos de un hilo. Los reveses que los gobiernos de Argentina, Venezuela, Ecuador y Brasil han recibido dejan a la zona en una extraña incertidumbre. Los gobiernos progresistas se consumieron entre las acusaciones de corrupción a Dilma, la locura y la poca capacidad política de Nicolás Maduro, los tintes de autoritarismo de Rafael Correa, la encrucijada económica de la que Cristina Fernández no supo escapar, pero sobre todo por el mal de siempre: la poca autocrítica. No queda más que aguantar los golpes de una derecha que ha esperado pacientemente para volver al poder voraz.