El día martes, el Jefe de gobierno de la ahora maltrecha CDMX presentó un proyecto más que ha generado la crítica de los ciudadanos: la Vía Verde. Este proyecto consiste, en palabras concretas, en transformar las columnas del Anillo Periférico (desde el Toreo hasta la salida a Cuernavaca) en jardines verticales. De entrada el proyecto no suena mal, y de hecho esa fue la lógica que siguió en gobierno de Miguel Ángel Mancera Espinosa para aceptar llevarlo a cabo; en la presentación de las primeras columnas verdes, MAME declaró que la propuesta “sonaba como algo que le haría bien a la ciudad. Que cambiaría tanto la vista, como le podría dar un beneficio en esto que hoy estamos tan comprometidos, que es la lucha contra el Cambio Climático”.
Y es que, como todos sabemos, la piedra en el zapato del virtual candidato del PRD a la presidencia en el 2018 ha sido su política ambiental y esos niveles de contaminación que nomás no cooperan con su campaña. Pero el proyecto de la Vía Verde tiene un montón de aristas y problemas que se ocultan en un engañoso beneficio ecológico.
Para conocer más detalles del asunto, les dejamos 8 puntos que deben conocer sobre la Vía Verde.
* ¿De quién fue la genial idea?
La propuesta de los jardines verticales en el periférico nació en una petición de Change.org (sí banda, no todas son tan inofensivas ni tan buenas como parecen) que fue firmada por más de 83 mil personas. En la petición, promovida por el Taller Verde Vertical, se incluyen cifras alarmantes como que los capitalinos no contamos con las áreas verdes suficientes, los altos niveles de contaminación, etc; además del resultado de una encuesta no disponible que afirma que el 98% de los ciudadanos deseaba que la Vía Verde se realizara y que deseaba que se construyera con recursos privados. Todo estaba hecho, sólo se necesitaba el visto bueno de MAME.
* ¿De qué la gira Verde Vertical?
Verde Vertical, una empresa de paisajismo es dirigida por el actor Luis Gerardo Méndez (aka Javi Noble) y el arquitecto Fernando Ortiz Monasterio, amo y señor de los jardines verticales en nuestro país, y miembro de una de las familias de arquitectos más prestigiosas del país. En su haber poseen los créditos de los jardines de Regina, de las estaciones de la línea 5 del Metrobús, la escultura de la terminal 2 del aeropuerto, y el jardín vertical más grande del mundo que se ubica en Los Cabos, entre muchos otros proyectos. El taller postula un equilibrio entre ciudad y naturaleza a través de la construcción de jardines verticales y azoteas verdes, aunque cabe destacar que de todos los que han construido ninguno es verdaderamente sustentable, pues requiere de un eterno mantenimiento que provee el mismo taller.
* Beneficio, lo que se dice beneficio, pues no…
Según la petición inicial, la Vía Verde beneficiará a 25 mil ciudadanos al procesar hasta 10 mil kilos de metales pesados suspendidos al año. Sin embargo, el costo beneficio de la obra no parece cuadrar con el anunciado por sus promotores. En primer lugar, el costo del proyecto es de $360 millones de pesos para cubrir las 1,038 columnas del Peri; en las 19 que se inauguraron el martes se invirtieron 9 millones de pesos. Con ese dinero se pudieron plantar 300 árboles de un año de edad, tomando en cuenta que un árbol absorbe 22 kilos de bióxido de carbono al año, mientras un metro cuadrado de jardín vertical sólo absorbe 2.3 kilos. Mención aparte merece el uso del espacio público que no privilegia lugares comunitarios como parques, y más bien busca adecuar “lo verde” a las necesidades de los automóviles. Al igual que el Hoy no circula, la Vía Verde es un paliativo engañoso más de discurso que de efectividad.
* La oscura iniciativa privada
Una de las poderosas razones que dio el Jefe de gobierno para aceptar el proyecto fue que no le costaría un peso a la ciudad, pues la inversión sería absolutamente privada. De nuevo vemos un proyecto, como el CCChapultepec o la Rueda de la Fortuna, en que el papel de la inversión privada es, por decir lo menos, opaca. La propuesta de Verde Vertical afirma que la iniciativa privada invertirá a cambio de espacios publicitarios en el 10% de las columnas. Con esta salida no se discute, de nuevo, el uso y la administración del espacio público. Al ser privada la inversión, la ciudadanía no puede conocer los beneficios reales de esa inversión en un espacio que es de todos, incluidos los beneficios fiscales. El camino que ha tomado el gobierno de la ciudad al aceptar proyectos simplemente porque no le cuestan (ni le dejan, obvio), es por demás irresponsable.
* Políticas públicas: súbele al verde, bájale al árbol
No se trata solamente de que un árbol es mucho más benéfico que un jardín vertical, se trata de una serie de políticas públicas esquizofrénicas. Por un lado se acepta la inversión de millones de pesos en la Vía Verde, y por otra se sigue promoviendo al tala de árboles a diestra y siniestra en la ciudad para construir ¡VIALIDADES! Tan sólo en el gobierno de Mancera se han talado 7,526 árboles por obras privadas y 7,820 por causas no identificadas o por obra pública. Es decir, mientras se privilegian las obras públicas para los coches, se promueven las obras privadas para paliar la contaminación y en “beneficio” de los peatones. Las obras son muy verdes, pero nada ecológicas.
* Sustentabilidad de relleno
Otra de las razones poderosas que Verde Vertical pondera de su proyecto es la sustentabilidad de los jardines verticales. Cosa que, en pocas palabras, es falsa: los jardines no son sustentables, pues parten de la idea de que las plantas que se colocan en una malla metálica vivirán gracias a los nutrientes provistos por un fieltro que no sustituye a la tierra, y que consume una gran cantidad de agua. La Vía Verde, según su petición inicial, tomará el agua de la captación pluvial y, en caso de que haga falta, usará agua tratada, de dónde la sacarán, no lo dicen. Lo que tampoco mencionan es que los jardines, como todos los que ha construido Verde Vertical, dependen absolutamente del mantenimiento que consiste básicamente en cambiar cada tanto las plantas que vayan muriendo. Los jardines verticales que se han hecho en la ciudad o están muertos o por la noches son rellenados por plantas nuevas que eventualmente morirán.
* Referente mundial
Pero hay referentes. Según MAME, la Vía Verde será un parteaguas nacional e internacional, lo cual también es falso. Puesto que parte de la simulación de la sustentabilidad y el máximo beneficio, la Vía Verde no es tan verde. Mucho se han citado proyectos en otros lugares del mundo que benefician a la ciudadanía, entre ellos Arturo Hernández Álvarez menciona el proyecto de Michael Maltzan para Los Ángeles, que consiste en cubrir una autopista con paneles solares, sistemas para captar lluvia y plantas colgantes. Es decir, un proyecto mucho más integral que no se reduce a llenar el concreto de plantas que cada tanto hay que sustituir. También se menciona el proyecto de Seul, donde se derrumbó un viaducto para descubrir un río entubado.
* Sugerencias no solicitadas
Al igual que en el caso del CCChapultepec, lo más conflictivo es la nula capacidad del gobierno de la capital para evaluar opciones y proyectos. Puesto que sólo reparten permisos, declaratorias de necesidad y bendiciones a proyectos que “suenan a que le harían bien a la ciudad”, las alternativas siempre suceden como críticas y peleas contra obras que ya están en marcha. Y no se trata de poner a consulta todas las obras públicas, se trata de realizar verdadera obra pública, con recursos públicos, que obligue a elegir la verdadera mejor opción para un problema real.
Así es, muchachos y muchachas, a veces las buenas ideas en realidad no son tan buenas. Y antes de que nos canten junto con Tylor Swift eso de Hater’s gonna hate, pensemos unos minutos en qué queremos para nuestra ciudad además de que se vea chula llena de anuncios y centros comerciales. Preguntarnos qué queremos es también involucrarnos, es preguntar y exigir respuestas reales más allá de “consulta la página de Internet“, es también pelear la ciudad para nosotros que la caminamos a diario.