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#PecesSueltos presenta: Sugar Pie DeSanto

- Por: helagone

“A Loose-Fish is fair game for anybody who can soonest catch it.” Moby Dick

Si la música se parece al mar, y lo habitamos todos, hay especies raras, que se ven poco y extraña vez son capturadas. Aquí surcamos las olas para hacerlos más evidentes.

Sugar Pie DeSanto

por Óscar Muciño
@opmucino
 
Brooklyn, Nueva York, año 1935, una mujer que en sus primeros años fue considerada prodigio en el piano por sus dotes y su éxito indiscutible como concertista se encuentra casada con un hombre filipino, producto del matrimonio la parentela ha aumentado a tres niñas y seis niños.
A una de las niñas la han nombrado Umpeylia Marsema Balinton, esta niña crece como miembro de una familia en la que el sonido y los instrumentos no son ajenos, algunos de sus hermanos se inclinan por las congas y las baterías, otro se convertirá en un gran bajista; Umpeylia toca la guitarra y el piano, y su madre a ella en particular le elogia y alenta el canto, y es que no sólo la alienta con una palmada en la espalda, desde los 11 años le da clases personalmente y la inscribe a concursos de talento de los que Umpeylia con frecuencia resulta ganadora.
Al cumplir 4 años se mudó a San Francisco, allí creció, en su casa los discos giraban en el tornamesas, Nancy Wilson, Dinah Washing, Sarah Vaughin, eran cantantes asiduas. Entre todas esas presencias con las que crece una capta su atención, Eartha Kitt, quien formó parte de la compañía de danza de Katherine Dunham, viéndola bailar Umpeylia queda prendada de sus coqueteos cargados de atrevimiento y desvergüenza sexual.
Eran tiempos de baladas que la preparaban para el blues y el soul.
Umpeylia fue bautizada como Sugar Pie DeSanto por el músico John Otis por su apariencia pequeña y delgada, Otis mismo fue quien la apadrinó dentro del mundo del soul al llevarla de gira en 1955.
Una de las características más visibles de Umpeylia es su estatura de 1.50 metros, a lo que hay que añadirle la mencionada una complexión delgada, esto le otorga una apariencia frágil, sólo en apariencia porque en sus presentaciones es un torbellino energético. Va de un lado al otro del escenario, da órdenes a la banda con movimientos corporales, se tira al piso para luego cantar desde ahí, se levanta la falda para dejar al descubierto una pierna que lleva el ritmo de las percusiones.
Este desborde energético en el escenario fue una de las razones por las que James Brown decidiera que Sugar fuera su telonera durante 1959 y 1960. Además que fue invitada en 1964 a formar parte del American Folk Blues Festival, lo que la llevó a presentarse en varios escenarios europeas, de esa gira queda un par de testimonios visuales de su show en directo que incluía tintes de burlesque y de buen humor, tanto que alguno críticos la calificaban como una excelente comediante.

En 1960 Sugar Pie DeSanto ya había tenido un primer éxito con su canción I want to know que se posicionó hasta el número cuatro de las listas de popularidad. Este tema lo grabó en conjunto con su productor y esposo Pee Wee Kingsley, matrimonio que duró poco.

Para 1962 Sugar se trasladó a Chicago, en esa ciudad firmó contrato con la legendaria disquera Chess, el contrato no sólo era como cantante sino también como compositora, muchos de sus temas (más de 100) han sido grabados por otros artistas. Su mayor éxito en Chess fue el tema Soulful Dress.

En 1965, Sugar Pie graba un tema con su amiga de la infancia Etta James la canción Do I Make Myself Clear, canción que había escrito junto a Shena Demell. La canción logró alcanzar los primeros 10 puestos. Sin embargo, en 1966 su relación con Chess vio su final, luego que el tema Go Go Power no cumpliera con las expectativas comerciales de la disquera. A finales de los sesenta los gustos del gran público estaban cercanos más otros géneros en boga que en el clásico soul.


Para algunos el camino del rock fue breve y centellante, murieron jóvenes o se retiraron de manera temprana, o tras una carrera que les permitió vivir de sus recuerdos de aquellos años sobre el escenario. Para otros el escenario ha sido algo que no se abandona, de esa sangre es Sugar Pie DeSanto, quien hasta hace 2 años seguía en activo.
Uno pensaría que su show es un viaje nostálgico, como ocurre con Wanda Jackson quien continúa cantando pero su actuación la da sentada, con Sugar Pie no, ella sigue derrochando energía y mostrando su largo colmillo al pisar escenarios, demostrando por qué en los primeros años de la década de los sesenta su show logró asombrar a otro gran frontman como James Brown.
En el siguiente video podemos ver a Sugar en el 2007, cantando descalza en las calles de San Francisco, corriendo hacia una manta para arrodillarse, reclinarse en ella, hablando con el público, contorsionandose por el piso, haciéndonos temer por su seguridad física, cosa que a ella parece no importarle demasiado, pues parece poseída por ese espíritu que no sabe de edades sino de intensidad, el espíritu del rock, un espíritu de la que ella fue una de las primeras exponente, ella que podía ir combinando su blues, su soul y su música con una actitud vital envidiable, una actitud vital que no se ha extinguido y que no parece que vaya a acabar.

Por ejemplo, en este segundo video del 2014 intenta alzar su pierna lo cual provoca que caiga de espaldas en el escenario, cuando uno de sus músico corre para auxiliarla ella rechaza la ayuda y continúa con su presentación desde el suelo, para luego reincorporarse lentamente.

Queden estas líneas como un breve homenaje a esta mujer cuyo fuego afortunadamente aún no se ha extinguido.