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La primera vez que escuché a Gloria Trevi

- Por: helagone

por Óscar Muciño
@opmucino
Era 1989, el PRI mediante una elección fraudulenta conservaba la presidencia del país, el gobierno de Carlos Salinas de Gortari comenzaba a “trabajar” desde enero encarcelando al líder del sindicato petrolero Joaquín Hernández Galicia, La Quina; en marzo inició una huelga del SNTE que convocó varias marchas, en abril Elba Esther Gordillo sustituyó a Carlos Jonguitud al frente del SNTE; el Dalai Lama hizo una visita exprés al país, y en su último día de estadía se entrevistaba con el Presidente. Rod Stweart se presentaba en varias fechas, el América salía campeón en la temporada 88-89 al derrotar al Cruz Azul en la final; Raúl Velasco seguía ocupando las tardes de domingo en la televisión y literalmente pateando en las nalgas a los “nuevos talentos” de la música. Un año normal para México. 1989 es también el año cuando Gloria Trevi publica su opera prima: …¿Qué hago aquí?
Gloria de los Ángeles Treviño Ruiz nació el 15 de febrero de 1968 en la ciudad de Monterrey, siendo la primera de cuatro hermanos varones. A temprana edad su familia se traslada al estado de Tamaulipas, a Ciudad Victoria, lugar donde pasa sus primeros años. Tenía 10 años cuando sus padres se divorcian, vuelve con su madre a la ciudad de Monterrey. Desde pequeña mostró inclinación por el canto y gusto por estar en el escenario.
A finales de 1984, con 16 años, llega a la Ciudad de México para pronto ingresar al Centro de Educación Artística de Televisa; de ahí es seleccionada para participar en el grupo “Boquitas pintadas”, junto a María Raquenel Portilla, Pilar Romero, Mónica Murr, y Claudia Rosas. La producción estaba a cargo de Sergio Andrade quien en ese momento era un “rey Midas” de la música pop. La leyenda cuenta que en un ensayo de la agrupación Gloria, quien ocupaba el papel de baterista, dejó su lugar para ir al frente del escenario a cantar y hacer unos cuántos bailes. Andrade paró el ensayo, regañó a Gloria por salirse de lo establecido, pero mentalmente anotó: solista.
Era el inicio de una historia que terminaría con cargos de corrupción de menores, homicidio imprudencial, una estancia en las cárceles de Brasil. Pero en ese 1984 Gloria no tiene idea de ello, se ha quedado desempleada y decide quedarse a vivir en la Ciudad de México, canta en pequeñas reuniones, en XV años, en los restaurantes, en bares, en el transporte público, en medio de la calle; escribe canciones esperando poder mostrárselas Andrade, porque está segura que es a él a quien quiere como productor.
Andrade acepta llevar la producción musical del disco, que será grabado en California. El disco se graba de manera independiente y una vez terminado es vendido a RCA Víctor. El 6 de agosto de 1989 sale a la venta. A partir de ahí ni la vida de Gloria, ni la de Sergio Andrade, ni la de muchos adolescentes será la misma. Ocho de las diez canciones que componen el álbum son de la autoría de La Trevi, como se le nombrará comúnmente a Gloria.
El primer sencillo fue la canción “Qué hago aquí”, que tuvo un éxito modesto, en este tema la cantante se pregunta sobre su papel en el mundo, cuando la realidad sólo le muestra desesperanza y tristeza, sale a las calles a reflexionar y uno de sus deseos es un mundo “llenito de buena gente”. En febrero de 1990, en su primera temporada, Los Simpson estrenan el episodio Moaning Lisa, en él la trama gira alrededor de una Lisa deprimida y triste por que cae en cuenta que el mundo es un lugar lleno de miserias, al final Lisa encuentra consuelo en expresarse a través de la música. Al parecer lo que Gloria percibía, sentía, era algo que flotaba en el ambiente. Ya en otros lados he comentado que veo en las chicas nacidas en los ochenta y noventa una mezcla entre Gloria Trevi y Lisa Simpson.

La fama llegó a La Trevi con su segundo sencillo: “Dr. Psiquiatra”. ¡Creo que ya es tiempo de ir con el psiquiatra! Es una frase que es más fácil decírnosla que alguien más nos lo diga, aunque no lo sé de cierto, una suposición mía es que durante los ochenta comenzó a difundirse el método correctivo paternal de mandar al psicólogo a los adolescentes porque son remolones, rebeldes y contestones. En la canción, la adolescente que es enviada al diván tanto por familia como por maestros, amenaza con lanzarse del quinto piso y le pide al “doctor” que por favor deje de mirarle las piernas. Cuando La Trevi apareció en diciembre en “Siempre en Domingo” interpretando el tema, sus saltos por el escenario, su interacción con el público, causaron revuelo y se convirtieron en marca de la casa. Recuerdo nítidamente a mi hermana con 5 o 6, ya con el “boom” de Gloria en su esplendor, deleitar a los tíos y tías con su imitación de La Trevi en las fiestas familiares, despeinando a la audiencia y tirándose al piso para patalear.

El tercer sencillo fue la versión del clásico de Eddie CochranThe last kiss”, de este tema no hay mayor comentario, pero en el álbum aparecía otro cover que es de llamar la atención. La versión de Gloria del “Satisfaction” de los Rolling Stones es un tema cuya letra sorprende, Gloria da un giro a la canción y la insatisfacción de Keith Richards se transforma en la insatisfacción sexual de una chica: “Prendo el televisor en busca de distracción, cambio otro canal las noticias ¡qué horror! Y veo como dos se llenan de emoción la chica satisfecha grita: ¡Ah! ¡ah! ¡oh! Y yo que nunca tengo tanta satisfacción. No lo entiendo”.

Antes de La Trevi ya había aparecido una cantante que “concentraba las inquietudes de las adolescentes de la época”, Alejandra Guzmán había sacado un año antes su disco Bye mamá, cuya canción homónima era una carta a su madre en la que le reclamaba un abandono. Tal vez las tribulaciones de una niña que había nacido en medio del espectáculo, hija de una diva del cine mexicano, no calaron tanto en el público nacional como las letras de una chica que venía rodeada por esa aura que da el haberse “educado” en las calles y cantando en donde pudiera. Curiosamente La Guzmán también había grabado un cover a “Satisfaction”, una versión que comparada con la de Gloria suena insípida y condescendiente.
Otro aspecto evidente es que un aire de erotismo permea todo el disco, en “No tengo ropa” la canción abre con la imagen de la cantante corriendo desnuda por su casa mientras se lamenta de no tener qué ponerse y se siente nerviosa porque en cualquier momento llegará su pareja. El tono desgarrado de otras artistas pop se traslucía en la voz de Gloria en esta canción, el contraste radicaba en lo superficial del motivo de la letra.

Bésame aquí” fui incluso vetada en la FM por sus evidentes connotaciones, si no sólo escuchen el final donde la canción deja patente dónde quiere que la besen, y que sea sin pena, tronado y con fuerza.

Si el disco alcanzó gran aceptación fue en gran medida porque las canciones escritas por Gloria hablaban de temas que comenzaban a surgir a la esfera pública, como el acoso sexual. “Cosas de la vida” es una crónica de los avatares de una chica en la ciudad, debe enfrentarse a las insinuaciones de profesores, taqueros, patrones; un ladrón que amenaza violarla. A toda esta hostilidad la chica concluye: “…cosas de la vida, cosas que nos pasan, cosas que no gozas…” Todo esto con una música precisa con toques electrónicos y rockeros, además de efectos de audio. No está de más mencionar que la mano de Andrade es palpable en todo el disco. El productor nunca ha sido un improvisado y, a mi juicio, su talento musical no pudo tener, ni ha tenido, mejor mancuerna que la presencia escénica y la potencia vocal de Gloria. En el disco hallamos mezcla de géneros, inquietante arreglos y coros masculinos que contrastan con la voz de la norteña.

Cabe resaltar que este es el único disco en el que la mayoría de los temas fueron compuestos por la mano de Gloria Trevi, temas que fue pergeñando en su travesía como aspirante a celebridad, textos que exhalaban un aire que vino a darle frescura a la escena pop mexicana. Después de ella las cantantes no han sido las mismas, no sólo en México sino en toda Latinoamérica, tal vez no es aventurado decir que uno puede percibir influencia de ella en la cantante colombiana Shakira, aunque sin tanta “agresividad” como la regiomontana.
A …¿Qué hago aquí? siguieron otros cuatro discos junto a Andrade, tres películas, giras interminables, hasta que todo acabó cuando se hizo público el escándalo de corrupción de menores que los medios llamaron “El clan Trevi-Andrade”, porque desde la aparición de la obra que comentamos sus nombres, aunque les pese a ambos, ya jamás podrán separarse.
Ahora Gloria, casi 30 años después, se ha convertido en una cantante señora y para señoras, sus letras siguen teniendo ese tono irónico y sexual del principio (si no lo creen escuchan canciones como “Pruébamelo” o “20 segundos”), sin embargo, se nota mucho la ausencia musical de Sergio Andrade quien sabía dar el tono exacto a sus canciones para que no sonaron a mero pop plástico. Los escándalos no han quedado atrás pero ya no se mencionan tanto como antes, incluso hace unos años Televisa la nombró “embajadora de los niños”. Ella ha cambiado, México tal vez no tanto, pero quede este texto como homenaje a ese disco con el que Gloria Trevi tuvo su primera vez y que inicio una época en la que ella y Andrade pusieron “patas pa’rriba” al país.