La captura de Javier Duarte es más que oportuna. Ya no digamos necesaria e imperativa para darle justicia a los millones de mexicanos defraudados por sus acciones, sino por lo conveniente que resulta en estos tiempos electorales. Nada más milagroso que la semana santa y las campañas para que los gobernadores prófugos caigan como granizos. Y si en estos días cae César Duarte, ya no tendremos más que arrodillarnos y morir de la risa por al desesperación del PRI para tratar de tapar el lodazal de quienes se promovían como la cara nueva de un partido con muy viejas mañas.
En fin, si se trata de hacer uso electoral de la caída de Duarte, pues hay que sacar todos los trapitos. Y antes de reconocerle al gobierno de EPN la captura de un truhán, de sumarse a las críticas de los partidos políticos respecto de los delitos cometidos por Duarte, veamos unas imágenes que dejan claro que pocos pueden hablar sin morderse la lengua.
* Chayito Robles y el desarrollo social
* Del Mazo (con todo)
* El viejo PRI, el Nuevo PRI, y el futuro PRI del panista Roberto Gil Zuarth
* Rodar a México
* Regresamos contigo, Joaquín
* Bienvenido al territorio Telcel
* Gobiérnese Secretario Osorio Chong
* Qué esto, qué lo otro, ¡salud!
Así es, muchachos y muchachas, además del cinismo de Duarte, estas imágenes dejan dos cosas claras: que sólo basta ver las grandes sonrisas para notar que el ex gobernador era un gran anfitrión, y que si habla lo que debiera hablar, pocos políticos podrían salir bien parados, y para muestra les dejamos la sonrisa más macabra de todas.