Por Paulina Moreno
@wabisabe
Paciente femenino de 55 años de edad
La paciente refiere que ella y su padre mantuvieron una relación incestuosa durante diez años. La primera vez que
habló de este hecho fue en una entrevista para un programa de televisión en la que discutió algunos fragmentos de su libro de memorias que recién había publicado. Comenta que utilizó cocaína por primera vez cuando tenía 11 años y era común que utilizara drogas con su padre, quien según la paciente, también la inyectaba.
El primer encuentro sexual entre la paciente y su padre ocurrió cuando ella tenía 19 años, ella refiere que era la noche previa a que contrajera matrimonio por primera vez, se encontraba consumiendo drogas con su padre. Aparentemente ella pierdió el conocimiento y al despertar del black-out se descubre teniendo relaciones sexuales con su padre. Según lo comenta en entrevista, unos minutos después vuelve a perder el conocimiento y al despertar se encontraba en su habitación de hotel. La primera reacción de la paciente ante tal suceso fue la de confrontar a su padre, ella le dice que la ha violado a lo que él responde que no había sido una violación sino que estaban ‘haciendo el amor’.
En el transcurso de los siguientes años, la paciente comenta que el incidente no se repitió sino hasta que ella se convierte en parte de la nueva banda de su padre The New Mamas and The Papas que buscaba recrear la antigua banda pero con nuevos integrantes. La paciente consumía drogas en la compañía de su padre y recuerda que ocurrieron varios incidentes en los que ella perdía el conocimiento y despertaba con los pantalones en los tobillos acostada con él.
Ella comenta que en un principio cuando decidió hablar de lo ocurrido pensaba aquella relación incestuosa como consensual, ya que participó sin resistencia en ella, describiéndola como una especie de síndrome de Estocolmo, aunque con el paso del tiempo, al conocer otras historias de personas que estuvieron involucradas en relaciones incestuosas, se dio cuenta que éstas nunca pueden ser consideradas como consensuales debido al poder inherente que tiene un padre sobre el hijo.
Comentario
La relación de Mckenzie y Papa John es terriblemente perversa, al tema del incesto se añaden además otras historias provenientes de un universo simbólico en el que el tema de lo familiar se entrelaza de forma totalmente ominosa.
El nombre que recibe la paciente es el de uno de los primeros compañeros de banda de John Phillips, Scott Mckenzie, con el que Papa John tuvo una relación de mucha cercanía. Scott en realidad no se llamaba así, sino Philip Wallach Blondheim y, por sugerencia de Papa John, decide cambiar su nombre para hacerlo más fácil de recordar en el medio musical de la época.
El nombre de la banda The Mamas and The Papas es bastante significativo también, en ella ocurrieron toda clase de enredos amorosos entre sus miembros. Es curiosa la insistencia de John Phillips por continuar con este nombre y aún más con la constante fluctuación de los involucrados en el proyecto. También es perversa la forma en que lleva a su hija Mckenzie a ocupar el lugar de su mujer y de compañera de banda. Pareciera que John Phillips estuviera constantemente tratando de recrear alguna clase de familia en la que él se proclama como Padre primordial.
La prohibición del incesto cumple una función importante en el nacimiento de la cultura, como lo comenta Freud en Totem y Tabú, ensayo en el que intenta conjuntar la teoría psicoanalítica y la antropología para pensar en conceptos que tienen que ver con los grupos familiares, el complejo de Edipo, la exogamia, etcétera. El núcleo de este texto me parece es el establecimiento de la relación entre el deseo y la prohibición, y cómo ello nos lleva por la vida con una profunda ambivalencia en nuestras relaciones. La pregunta que ahora ronda en mi mente es ¿Qué pasaría si Edipo y Yocasta tuvieran una banda de folk?