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El Heracles chilango: 12 retos para domar al D.F.

- Por: helagone

Por Diego Mejía
@diegmej
Una versión del héroe, ajena a la espléndida investigación de Robert Graves: Heracles, vencedor del León de Nemea, abandonó Tebas e inició un peregrinar con dirección del Oeste, lugar de la melancolía. Según algunas fuentes, el semidiós tuvo un arrebato de locura, como muchos otros tantos que padeció en la existencia, y cruzó el Mediterráneo más allá de Hispania. Presa de su inestabilidad, Heracles, con su capa felina, llegó al Valle de Anáhuac. El calor de la primavera mexicana echó a perder su trofeo del León, y pronto trocó por una camiseta blanca y sin mangas.
Ya en tierras aztecas, el héroe cometió Error Trágico: endeudó a su familia y después le quitó la vida con sus propias manos. La nota salió en el número 3567 del Alarma y el diario “La Prensa”, que publicó la noticia con el encabezado “Divino pedito”.
Después de salir en cadena nacional, Heracles fue liberado por falta al debido proceso. Ya en la libertad, la culpa le fue desgastando la razón. Los dioses, se apiadaron y le impusieron Doce Tareas para alcanzar el perdón:

  • Capturar y destrozar a los coyotes de la Delegación Coyoacán.

1

  • Enderezar, sólo apoyado por sus fuertes brazos, las vías de la línea 12

2

  • Quitarle el registro al Partido Verde.

3

  • Dirigir a la selección nacional de futbol hasta el quinto partido en el mundial.

4

  • Definir y explicar el término “verdad histórica”.

5

  • Neutralizar (entiéndase lo que se quiera entender) a los 122 objetivos prioritarios de seguridad, fijados por el gobierno federal.

6

  • Fiscalizar a los partidos políticos.

7

  • Imponer orden a los peseros del Valle de México.

8

  • Detener a los responsables del fraude de OHL/Estado de México.

9

  • Subir el precio del barril de petróleo.

10

  • Vencer a la Hidra de Coapa.

11

  • #NoEraPenal.

12
Algunas versiones indican que después del quinto Trabajo, Heracles cayó en desgracia y gritó #YaMeCansé, abandonó su labor y aceptó la locura. Hoy deambula por la línea 2 del metro sólo ataviado con su capa de León, que sólo le cubre un trozo de espalda, y ofrece discos pirata, audífonos y chocolates.