Por Diego Mejía
@diegmej
Una versión del héroe, ajena a la espléndida investigación de Robert Graves: Heracles, vencedor del León de Nemea, abandonó Tebas e inició un peregrinar con dirección del Oeste, lugar de la melancolía. Según algunas fuentes, el semidiós tuvo un arrebato de locura, como muchos otros tantos que padeció en la existencia, y cruzó el Mediterráneo más allá de Hispania. Presa de su inestabilidad, Heracles, con su capa felina, llegó al Valle de Anáhuac. El calor de la primavera mexicana echó a perder su trofeo del León, y pronto trocó por una camiseta blanca y sin mangas.
Ya en tierras aztecas, el héroe cometió Error Trágico: endeudó a su familia y después le quitó la vida con sus propias manos. La nota salió en el número 3567 del Alarma y el diario “La Prensa”, que publicó la noticia con el encabezado “Divino pedito”.
Después de salir en cadena nacional, Heracles fue liberado por falta al debido proceso. Ya en la libertad, la culpa le fue desgastando la razón. Los dioses, se apiadaron y le impusieron Doce Tareas para alcanzar el perdón:
Algunas versiones indican que después del quinto Trabajo, Heracles cayó en desgracia y gritó #YaMeCansé, abandonó su labor y aceptó la locura. Hoy deambula por la línea 2 del metro sólo ataviado con su capa de León, que sólo le cubre un trozo de espalda, y ofrece discos pirata, audífonos y chocolates.