Ayer, mientras muchas de nosotras hacíamos paro laboral y marchábamos para exigir la garantía de derechos fundamentales para niñas y mujeres, en Guatemala sucedía un hecho parecido al que dio origen al Día Internacional de la Mujer. La madrugada del miércoles 8 de marzo, una protesta en el Hogar Seguro Virgen de la Asunción, en el poblado San José Pinula, terminó en un incendio que, hasta el momento, ha cobrado 32 víctimas mortales, todas niñas entre 14 y 17 años. Para entender un poco el contexto de esta tragedia, les dejamos 8 puntos sobre el lugar en que estaban recluidas las víctimas, así como las diferentes formas de violencia ante las que no queda más que indignarse.
*Ilustración de Eréndira Derbez (https://www.facebook.com/hagodibujitosmx/)
* ¿Qué es el Hogar Seguro Virgen de la Asunción?
El lugar en que sucedió la tragedia es uno de los cuatro Hogares Seguros que hay en Guatemala. Administrados por la Secretaría de Bienestar Social, el objetivo de estas instituciones es cubrir las necesidades y carencias de la niñez en riesgo; en sus inicios, fueron concebidas como centros de protección y atención profesional para niños de 0 a 18 años que viven violencia física, psicológica y sexual, discapacidad leve, abandono, en situación de calle, problemática adictiva, víctimas de trata y explotación sexual comercial, laboral, económica y adopciones irregulares. La población, tanto masculina como femenina, no está recluida por conflictos con la ley, sino por protección. Por ello, la población no se reduce a niños, niñas y adolescentes, sino hay también un ala para adultos con discapacidad que han crecido dentro de la insitución y no se reitegran a la sociedad de ninguna forma.
* Las fallas en el sistema
Además de la diversidad de población que acoge los hogares seguros, cuyas necesidades no son consideradas en la atención, el problema principal es la falta de recursos destinados a este tipo de instituciones. El Hogar Virgen de la Asunción tiene capacidad para recibir a 400 niños y niñas, sin embargo, los medios de comunicación declaran que la población de internos es de 600 u 800 personas. Estas instituciones son, o debieran ser, hogares temporales que se han convertido en permanentes, pues el sistema de familias de acogida no recibe los suficientes recursos, ni tampoco hay un programa para intentar reintegrar a los menores con sus familias. El Hogar Seguro en realidad funciona como un centro de reclusión y no de protección.
* ¿Hogar seguro para quién?
Una de las acusaciones más frecuentes contra el Hogar Seguro Virgen de la Asucnción es de abuso sexual por parte de guardias y cuidadores. Padres de familia han expresado su preocupación ante jueces que envían a sus hijos a vivir a estas instituciones, pues corren el riesgo de ser violados y otras vejaciones. Las denuncias han llegado al nivel de acusar que los Hogares Seguros son en realidad centros de reclutamiento para redes de trata de blancas. Las internas incluso han denunciado que, para dejarlas salir o escapar, los cuidadores les piden que participen en redes de narcomenudeo. A esto hay que sumar los malos tratos y las condiciones casi infrahumanas en que viven las niñas y los niños, que causaron que, en diciembre de 2016, la ONU emitiera una recomendación al gobierno de Guatemala para que cerrara el lugar.
* Crónica de una tragedia anunciada
Hacinamiento, malos tratos, abusos físicos y sexuales, son algunos de los problemas denunciados por internos e internas del Hogar Seguro Virgen de la Asunción. Los familiares acusan también que las condiciones de higiene y alimentación son precarias: los niños y niñas son alimentadas con pan con moho y tortillas duras, además de que los guardias interceptan y no entregan la comida y ropa que las familias llevan para los menores. Esta situación ha motivado, por varios meses, manifestaciones dentro de la institución para exigir mejores condiciones de vida. De hecho, las internas anunciaron a sus familiares que el martes 7 de marzo organizarían una protesta importante. La directiva de la institución, la Secretaría de Bienestar Social y el gobierno de Guatemala hicieron caso omiso de las protestas y de las necesidades del Hogar Seguro.
* Miércoles negro
Durante las protestas del martes por la tarde, un grupo de más de 100 niñas se fugaron del Hogar Seguro Virgen de la Asumción, lo que causó desorden y enfrentamientos. Por la noche, la policía regresó a una parte del grupo que escapó, y aparentemente se había retomado en control de la institución; sin embargo, la madrugada del miércoles, un grupo de internas prendió fuego a los colchones en dos sectores del hogar. En fuego se esparció rápidamente y se volvió incontrolable. De acuerdo a la Defensora de la Niñez de la Procuraduría de los Derechos Humanos, 19 niñas que habían intentado huir la noche anterior estaban encerradas bajo llave en una zona de castigo, murieron calcinadas atrapadas por el fuego. Al menos otras 30 internas fueron trasladadas a hospitales, de las cuales 14 están en estado crítico. Otros internos, hombres y mujeres, han sido trasladados en camionetas del servicio penitenciario a espacios desconocidos. Al salir, les han cubierto la cara a los internos para evitar que las familias que se aglomeran a las afueras de la institución los reconozcan.
* Las víctimas no son números
Hasta el momento no hay una lista que identifique a la totalidad de las víctimas. Aunque desde ayer a las 6 de la tarde se estableció una mesa de informes en la entrada del Hogar Seguro Virgen de la Asunción, las familias no pueden recibir noticias certeras de los internos. Los comunicados emitidos por el gobierno reducen las víctimas a números, no ha habido un protocolo para atención a las familias y las víctimas, y sólo algunas de ellas han sido identificadas por medio de pruebas de ADN. Hasta ahora conocemos los nombres de Daria Dalila López Meda, Sonia Hernández García, Mayra Aidé Chután Urías, Skarleth Yajaira Pérez Jiménez, Yohana Deciré Cuy Urizar, Sarvia Isel Barrios Bonilla, Ana Nohemí Morales Galindo y Ashely Gabriela Méndez Ramírez. Pero aún se desconoce el estado de las internas que escaparon, si hay más lesionadas además de la que están en hospitales, y dónde están los menores que fueron evacuados de la institución.
* ¿Y los responsables?
La misma tarde de ayer, la directora del Hogar Seguro Virgen de la Asunción renunció a su cargo. Por su parte, Antonio Rodas, Secretario de Bienestar Social de la Presidencia, asumió ante la prensa la responsabilidad del hecho, pero aseguró que no renunciará al cargo. Hoy por la mañana, se dio a conocer que existe un acta en poder del comisario de la comunidad en que consta que la Secretaría de Bienestar Social no quería que las menores que habían escapado regresaran al albergue. Rodas estaba citado a la reunión en que se dieron a conocer estos detalles, pero no asistió. El comisario del poblado aceptó también que el presidente guatemalteco, Jimmy Morales, le llamó el martes en la noche para comunicarle de los problemas en el Hogar Seguro, pero que después no volvió a comunicarse con él. Morales declaró esta mañana tres días de luto nacional por la tragedia, pero por la tarde aseguró que las víctimas se amotinaron y causaron la tragedia.
Secretaría de Bienestar Social no quería que las menores de edad regresaran al #HogarSeguro luego de escapar según consta en acta. @soy_502 pic.twitter.com/1yQAm0tRXj
— José Castañeda (@JoseCSoy502) 9 de marzo de 2017
* Nos indignamos y ¿luego?
¿Qué hacer ante estos hechos? ¿Qué decir desde México, con la sombra de la injusticia y el desdén con que se ha tratado el caso de la Guardería ABC? ¿Qué voz nos queda para exigir justicia? Como un acto simbólico, hoy se llevó a cabo una protesta a las afueras del palacio de gobierno en la que esparcieron cenizas y muñecas quemadas. En México, se convocó a una manifestación el sábado 11 de marzo en la Embajada de Guatemala (Explanada 1025, Miguel Hidalgo, Lomas de Chapultepec). Por lo pronto, lo que podemos hacer es que el olvido no le gane a la indignación, y que esta tragedia no se nos olvide con el siguiente hashtag. Porque ya no podemos decir que si hacemos caso omiso, llegará un momento en que nos toque a nosotros: a nosotros ya nos pasó y aquí seguimos.
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a nombre de Estephany Raquel Arreaga Jiménez