No sabemos cómo estaría la batalla, pero sabemos que para llevarse el título de la película más triste del mundo hay muchos contendientes y la lucha sería salvaje. Y esta mañana le apostamos a la que, según nosotros, es de la más tristes de la historia. Una película sobre la amistad, la esperanza, el abuso, el amor y la inevitable debacle del espíritu, y, peor aún, sobre perros, buenos perros, perros hermosos y parlanchines y divertidos y enternecedores. Estamos hablando de The Plague Dogs, la mejor forma para amargar el Día Mundial del Perro, o mejor, la forma adecuada para amar a sus perros mucho más.
Esta joya escrita, producida y dirigida por la leyenda Martin Rosen y estrenada en 1977, es una animación que no podría estar más alejada de Disney. Basicamente es el recorrido de dos perros que tras escapar de un laboratorio en el cual fueron sometidos a abusos y experimentos, son cazados en una persecución desgarradora. Hermosamente animada y con una fuerza descomunal, la película, basada en una novela del mismo título de Richard Adams, se sostiene ante el paso del tiempo y es material de culto, sobre todo para los sectores que buscan en las caricaturas material de reflexión y, ante todo, pesar existencial.
Sobra decir que no es una película para niños, o bueno, sí, pero para maltratar a tu niño interno. A nosotros nos parece bellísima, y como toda cosa bella, tristísima. Chéquenla, y revisen todo el trabajo de Martin Rosen que no tiene pierde. Y amen a sus perros, y ámense mucho, y a la terminación de la película se acuerdan de nosotros y nos cuentan: ¿no es el final más brutal de una película animada?