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8 textos imprescindibles de Susan Sontag

- Por: helagone

Reflexión es una palabra extraña estos días: la hemos normalizado a la vez que la hemos diluido de a poco. Aunque si somos justos, pensarnos siempre ha sido una ardua tarea que solemos dejar en manos de los expertos. Y entre esos expertos pocos nos hablan tan certera y con tanta belleza como Susan Sontag. La escritora neoyorquina fue y sigue siendo un referente cultural, literario y de la academia, por la forma de aboradar tanto temas cotidianos como las grandes preguntas. Para celebrar que un día como hoy pero de 1933, les dejamos 8 textos impescindibles de Susan Sontag. Lean, disfruten y piensen.
* The Ideal Husband
Los grandes escritores son maridos o amantes. Algunos escritores proveen las virtudes sólidas de un esposo: confiabilidad, inteligibilidad, generosidad, decencia. Hay otros en que brindan los dones de un amante, temperamento en lugar de la bondad moral. Notoriamente, las mujeres toleran las cualidades de un amante: malhumor, egoísmo, falta de fiabilidad, brutalidad, que nunca tolerarían en un marido, a cambio de emoción, una infusión de intenso sentimiento. Del mismo modo, los lectores toleran la ininteligibilidad, la obsesión, las verdades dolorosas, las mentiras, la mala gramática, si, en compensación, el escritor les permite saborear emociones raras y sensaciones peligrosas. Y, como en la vida, en el arte maridos y amantes son necesarios. Es una gran lástima cuando uno se ve obligado a elegir entre ellos. Lee el texto completo aquí.
* In place of a hermeneutics we need an erotics of art
Las naturalezas muertas son representaciones de cercanía e inmovilidad y, en la superficie, de la ausencia de seres humanos En el caso del artista, sin embargo, han sido cuidadosamente ordenado. Los objetos se han colocado deliberadamente uno al lado del otro: las flores en el el jarrón arregladas con precisión, una rama colocada sobre el borde de un plato y así sucesivamente. En sus naturalezas muertas, Miron Schmückle organiza peonías chinas junto a conchas, cintas y cráneos. Un cráneo de carnero pelado está en exhibición; una lechuza común entra al escenario: las rarezas convergen en una mesa inmaculada. El mundo más allá de estas cosas bellas permanece invisible. Es un espacio estructurado por manos y brazos. La parte superior del cuerpo y los pasos tomados describen los arcos girando alrededor del ensamble. Es un espacio de proximidad, de los gestos del cuerpo, que no tiene profundidades, horizontes o vistas itinerantes. En cambio, es un espacio que se mueve en nuestra dirección, hacia el espectador. Lee el texto completo aquí.

* Notes on “Camp”
Muchas cosas en el mundo no han sido nombradas; y muchas cosas, incluso si han sido nombradas, nunca se han descrito. Una de ellas es la sensibilidad- sin duda moderna, una variante de sofisticación pero difícilmente idéntica a ella- que se conoce por el nombre culto “Camp”. Una sensibilidad (a diferencia de una idea) es una de las cosas más difíciles de las que hablar; pero hay razones especiales por las que Camp nunca se ha discutido. No es un modo natural de sensibilidad, si es que eso existe. De hecho, la esencia de Camp es su amor por lo antinatural: el artificio y la exageración. Lee el texto completo aquí.
* The Rolling Stone Interview
Es verdad que el hecho de enfermarme me hizo pensar en la enfermedad. Todo lo que me pasa es algo en lo que pienso. Estoy segura de que esta experiencia formará parte de mi obra creativa. Pero en cuanto a ese lado de mí que escribe ensayos, lo que se me ocurrió preguntar no fue: ¿qué estoy experimentando? sino más bien, ¿qué sucede realmente en el mundo de los enfermos? ¿Cuáles son las ideas que tiene la gente? Estaba examinando mis propias ideas porque tenía muchas fantasías sobre la enfermedad, sobre el cáncer en particular. Nunca consideré seriamente el asunto de la enfermedad. Entonces, si no piensas en las cosas, es probable que seas el vehículo de los clichés actuales, incluso de los más iluminados. Lee el texto compelto aquí.

* On Style
Sería difícil encontrar actualmente a algún crítico literario de buena reputación que quisiera defender como idea la vieja antítesis del estilo versus el contenido. Sobre este tema prevalece un consenso piadoso. Todos admiten rápidamente que el estilo y el contenido son indisolubles, que el estilo fuertemente individual de cada escritor importante es un aspecto orgánico de su obra y nunca algo meramente “decorativo”. En la práctica, sin embargo, la vieja antítesis sigue viva, casi impoluta. La mayoría de los mismos críticos que niegan la noción de que el estilo es un accesorio para el contenido, mantienen la dualidad cada vez que se aplican a obras literarias particulares. No es tan fácil, después de todo, despegarse de una distinción que prácticamente mantiene unido el tejido del discurso crítico, y sirve para perpetuar ciertos objetivos intelectuales e intereses creados que permanecen sin respuesta, y que serían difíciles de vencerr sin tener a la mano un trabajo totalmente articulado para remplazarlos. Lee el texto completo aquí.
* Looking at war
En junio de 1938, Virginia Woolf publicó Tres Guineas, sus reflexiones valientes e inoportunas sobre los orígenes de la guerra. Escrito durante los dos años anteriores, mientras ella y la mayoría de sus amigos y compañeros escritores estaban absortos en la insurrección fascista que avanzaba en España, el libro fue redactado como una tardía respuesta a la carta de un eminente abogado en Londres que le había preguntado “En su opinión, ¿cómo debemos evitar la guerra?” Woolf comienza observando tajantemente que un diálogo sincero entre ellos no es posible, pues, aunque pertenecen a la misma clase, “la clase educada”, un gran abismo los separa: el abogado es un hombre y ella es una mujer. Los hombres hacen la guerra. A los hombres (a la mayoría)  les gusta la guerra, o al menos encuentran “algo de gloria, algún propósito, cierta satisfacción en la lucha” que las mujeres (la mayoría de ellas) no buscan ni encuentran. ¿Qué sabe una mujer educada, es decir, privilegiada, adinerada, como ella, de la guerra? ¿Pueden sus reacciones a sus horrores ser como las de él? Lee el texto completo aquí.