TODO MENOS MIEDO

EN VIVO

EN VIVO

#PecesSueltos presenta: Arsenio Rodríguez

- Por: helagone

“A Loose-Fish is fair game for anybody who can soonest catch it.” Herman Melville, Moby Dick

Si la música se parece al mar, y lo habitamos todos, hay especies raras, que se ven poco y extraña vez son capturadas. Aquí surcamos las olas para hacerlos más evidentes.

Arsenio Rodríguez: el ciego maravilloso

por Víctor Benítez
@VictorH_Benitez
Ha transcurrido tan sólo un siglo desde que la música popular se extendió por el globo. Un suspiro apenas en la historia de la música. Con apenas cien años ya nos hemos inventado varias mitologías del Pop; de ahí nuestra obsesión por delimitar los orígenes y consagrar a los verdaderos precursores de tal o cual género o corriente. Esta pieza para #PecesSueltos da cuenta de un raro origen: el génesis de la Salsa, el músico de músicos; el despreciado por los regímenes corruptos anteriores a la Revolución, el censurado por el liberador régimen de Fidel Castro; piedrita en el zapato de las clases ilustradas por su orgullo de negro irredento o por contaminar la música cubana con el Jazz y el Swing yanquis, el ciego maravilloso: Arsenio Rodriguez.

Arsenio Rodriguez nace en 1911 en Matanzas, Cuba. Tercer hijo de una familia extensa y paupérrima. Se sabe muy poco de la infancia de Arsenio, incluso del evento que define la vida del músico, que ocurre cuando él tenía entre 7 y 12 años. Arsenio perdió la visión por completo después de recibir la patada de una mula en la cabeza. La vida de Arsenio se vuelca completamente a la música y coge el tresillo como instrumento del que sería maestro absoluto. La esclavitud terminó oficialmente en 1880 en la isla, apenas 30 años antes del nacimiento de Arsenio. Ya en la oscuridad de la ceguera, Arsenio conoce de primera mano la experiencia vital de los viejos esclavos traídos desde África. Su música, su lengua y su tradición oral moldearon la psique y el carácter artístico de Arsenio. Como lo canta en “Yo nací en África”: Yo no soy Rodríguez/ yo no soy Travieso…tal vez soy Lumumba / Tal vez soy Kasavubu / Yo nací del África / ¡Sí! ¡África!…yo soy el Congo / Tú eres mi tierra / Mi tierra linda.
Rodríguez se inicia en el mundo de los conjuntos tradicionales cubanos en la década de los 30. Sus primeras grabaciones profesionales llegan hasta la mitad de los años 40 en La Habana. Arsenio Rodríguez define sus canciones como Afrocubanismos; los temas de su identidad africana estaban al centro de su música: se encargaba de denunciar el racismo, se burlaba de la apropiación y exotización que hacían los músicos blancos de la cultura negra; cantaba en un español africanizado (bozal), incluso en ambientes dominados por blancos. Con todo y el carácter subversivo de su música, a Arsenio lo graban en Estados Unidos y adquiere la notoriedad de compositor y líder de conjunto central en la música cubana. Aquí una interpretación moderna de la pieza más famosa del Ciego Rodríguez, “Bruca Mariguá” por parte de uno de los iniciadores de la salsa: Ray Barreto.

La Fania Records acuñó el término Salsa en los 70 para publicitar la música de Johny Pacheco, Ray Barreto, Eddie Palmieri y otros notables maestros. No hay ya quien le entre al debate de darle nacionalidad al origen de la Salsa. Puerto Rico, Cuba o Nueva York son los lugares que se asocian a ese origen; sin embargo, la discusión se vuelve intrascendente entra tantas y tan variadas voces. No obstante el carácter transnacional de la Salsa, aquellos tres maestros reconocen a Arsenio Rodríguez como influencia fundamental en su manera de asimilar la música afro caribeña con el jazz y el soul norteamericanos. El musicólogo David García expone y analiza el influjo que recogen los primeros salseros de la música del ciego maravilloso en su estudio Arsenio Rodríguez and the transnational flows of latin popular music (2006).
A pesar de la excepcionalidad de Arsenio, su música tuvo un éxito comercial moderado y nunca fue reconocido o apreciado en toda su dimensión. Su vida en Estados Unidos le permitió seguir grabando con cierta periodicidad entre los años 50 y 60. En esos años en que cierto furor latino influyó la música popular gringa y el resto del continente se entregaba a las pasiones del Mambo, la música de Arsenio se hizo de cada vez más oscura al público general, dejándolo sólo como selección obligada de conocedores y músicos allegados al género. En 1962 Arsenio edita Quindembo/Afromagic donde condensa todos los temas y estilos que habían habitado en su música desde sus inicios treinta años atrás. Si tuviese que elegir una ruta para entrarle a la música de este maestro, elegiría este elepé.

La vida de Arsenio se fue deteriorando de a poco por una diabetes llevada en estrecheces económicas y agobiado por la tristeza de no regresar más a Cuba. Muere en 1970 en Los Ángeles sin aspavientos faranduleros. A dos años de su muerte La Fania edita un elepé homenaje Tribute to Arsenio Rodríguez (1972) con la Orquesta Harlow. De ahí, Arsenio Rodríguez empieza a ser reconocido como precursor de la música latina moderna. Israel López Cachao le reconoce el mérito de haber rescatado la música cubana de convertirse en pieza folclorista de museo y de “llevarla al siglo XXI”. Entre todos los homenajes e interpretaciones, el álbum debut de Manuel Guajiro Miraval, Buena Vista Social Club presenta – Manuel ‘Guajiro’ Mirabal (2004) se lleva todos los honores.
Los discos de Arsenio Rodríguez son disfrutables por lo que entrega la música afrocaribeña: gozo, lubricidad y una enorme complejidad rítmica, pero de igual manera tienen el valor de genuinos documentos históricos dentro de la música latinoamericana. En estos años en que el World Music nos ha entregado varias tomaduras de pelo, insufribles ejercicios superfluos y falsificados que se publicitan como expresiones de absoluta fidelidad étnica, entrarle a la música de Arsenio Rodríguez nos entrega al verdadero filo del real thing. Y aquí una muestra que nos queda al puro centavo en estos días, extraído de “La Democracia”: Si ya las cosas han cambiado / y hay derechos de igualdad / ¿por qué yo soy discriminado? / si todo el mundo somos igual / ¿la democracia dónde está? / nos falta mucho pa’ llegar.