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Michael Moore: las 13 reglas para hacer un documental

- Por: helagone

Como ya se habrán dado cuenta, en NoFM nos gustan los documentales. Y nos gusta hablar de ellos, por eso les traemos un texto que leyó Michael Moore en el reciente Festival Internacional de Cine de Toronto, en el que plasmó sus 13 reglas para hacer documentales. Ahora, sabemos que Moore tiene sus cosas y que nada lo hace el más grande sabio en la materia, pero dijo cosas que merecen que les demos una segunda pensada. Acá les dejamos un resumen de ellas.
 
1. Mi primera regla para hacer documentales es esencialmente la regla del Club de la Pelea.
¿Cual es la primera regla del Club de la Pelea? La primera regla del Club de la Pelea es “No hables del Club de la Pelea”. La primera regla de los documentales es: no hagas un documental, haz una película.  Dejen de hacer documentales,y empiecen a hacer películas. Ya eligieron esta forma del arte: el cine, esta forma increíble y maravillosa forma del arte, para contar su historia.
Si quieren dar un discurso político, pueden unirse a un partido o una manifestación. Si quieren dar un sermón, pueden ir a un seminario o convertirse en predicadores. Si quieren dar una lección, pueden ser maestros. Pero no han elegido ninguna de esas profesiones, han elegido hacer películas. Entonces, hagan una película. Aquí y ahora declaro la palabra “documental” como una palabra muerta, que nunca se use de nuevo. No somos documentalistas, somos directores de cine.  No necesitamos alienarnos, ya estamos en un ghetto, y no necesitamos hacerlo más grande. Ustedes son directores de cine. Hagan una película. La gente ama ir al cine, es una gran tradición. ¿Por qué no querrían hacer una película? ¡Porque si ustedes hicieran una película, tal vez la gente en realidad irían a ver su documental!
La audiencia, la gente que ha trabajado duro toda la semana, quiere ir al cine el viernes por la noche, que apaguen la luz y los lleven a otra parte. No les importa si los haces llorar, reír o si los retas a pensar. Pero no quieren ser sermoneados, ni ver tu dedo acusador saliendo de la pantalla. Quieren entretenerse.
2. No me digan lo que ya sé
Yo no veo esa clase de documentales que creen que soy ignorante. No me digan que las armas nucleares son malas. Yo sé que son malas, no voy a desperdiciar dos horas de mi vida para que me lo digas. En serio, no quiero escuchar algo que ya sé. No me gusta ver una película en la que el director cree que es la primera persona en descubrir que tal vez haya algo malo con los alimentos genéticamente modificados. ¿Crees que eres el único que lo sabe? Su desconfianza en que hay de hecho algunas personas inteligentes allá afuera es la razón por la que la gente no va a ver su documental. Y sí, ustedes hacen sus películas porque existen muchas personas que no saben acerca de los alimentos genéticamente modificados. Y están en lo correcto, existen. Y no pueden esperar para sacrificar su sábado y aprender sobre ello.
Entiendo que en Estados Unidos -310 millones de personas- hay mucha gente idiota, mucha gente estúpida entre nosotros. De hecho, les garantizo que hay al menos 100 millones de idiotas, estúpidos, ignorantes estadounidenses. Es mucha estupidez la que nos rodea. Pero eso también significa que hay 210 millones de estadounidenses que no son estúpidos, que tienen cerebro, o al menos la mitad de uno. No se preocupen por las otras personas, concéntrense en la mayoría –ellos serán quienes hagan que cambien las cosas. Pero no les digan lo que ya saben. Llévenlos a un lugar que no hayan visto. Enséñenles algo que no hayan visto nunca […] Necesitamos enseñarles algo que los haga sentarse y decir “Dios, ese no es el país en el que quiero vivir.”
3. El documental moderno se ha transformado, tristemente, en una cátedra universitaria
Esto tiene que parar. Tenemos que inventar nuevas formas, un modelo distinto. No sé cómo decir esto, porque sólo fui tres semestres a la universidad. Y una cosa que agradezco es que nunca aprendí cómo hacer un ensayo. Odiaba la escuela, siempre lo hice. No era más que regurgitar lo que el profesor había dicho, memorizarlo y escribirlo en una hoja de papel. Los problemas de matemáticas nunca eran problemas: alguien más ya los había solucionado y lo puso en el libro de matemáticas. El experimento de química no era un experimento: alguien más lo había hecho y ahora me obligaban a hacerlo a mí. Nada era un experimento. Odiaba la escuela, las monjas lo sabían y se sentían mal por mí. Yo sólo me sentaba aburrido y enojado, lo que no me hizo demasiado bien, excepto que acabé haciendo estas películas.
4. No me gusta el aceite de castor (una medicina horrible usada hace muchos años). Muchos de sus documentales saben como medicina
La gente no quiere medicina. Si la necesitaran, irían al doctor. La gente no quiere medicina en los cines. Quieren dulces, palomitas y ver una gran película. Acaban de gastar un montón de dinero en llegar al cine, en la niñera, en un boleto caro. Es viernes por la noche, no les den un documental que va a matar su noche. No le hagan eso a su audiencia. No digo que no les presenten temas serios, sólo pido que lo hagan de un modo que los haga sentir llenos de energía.
5. La Izquierda es aburrida
Y por eso nos cuesta tanto trabajo convencer a la gente para que piense en los asuntos que nos preocupan. Hemos perdido nuestro sentido del humor, y necesitamos ser menos aburridos. Solíamos ser divertidos. La Izquierda en los 60 era divertida, luego nos volvimos demasiado serios. No creo que no haya traído algún beneficio.
6. ¿Por qué no hay más documentales sobre los verdaderos villanos?
¿Por qué no están diciendo nombres? ¡por qué no tenemos más documentales que denuncien corporaciones llamándolas por su nombre? En los últimos años, al  ver las lista de los nominados a Mejor documental, algo que me ha molestado es que usualmente sólo hay dos o tres (a lo mucho cuatro) que tenga como tema algo que esté sucediendo en el presente, algo que esté sucediendo en Estados Unidos, y algo que sea político, de verdad político, audaz y peligroso.
Anoche alguien se me acercó para preguntarme “¿Puedo decir esto en mi documental? ¿Me demandarán? Sí, te demandarán. La gente estará enojada contigo. Tal vez te conviertas en el nuevo blanco de Fox news. ¿Y qué? ¿Para qué estás haciendo este documental en primer lugar? Aquí no hay vida acomodada. Arriésguense.  Yo le digo a mi equipo “Tenemos que hacer esta película como si fuera nuestro último trabajo. Tenemos que hacer una película para que nadie en una posición de poder quiera alguna vez meterse con nosotros.” Sólo asumiéndolo como último deseo, tendrán el éxito que esperan.
7. Creo que es importante hacer tus películas personales
No quiero decir que necesariamente se coloquen frente a la cámara. A algunos de ustedes la cámara no los quiere, así que no se pongan frente a ella, pero la gente quiere escuchar la voz de una persona. Muchos de los documentales exitosos tienen una voz personal. Sé que la mayoría de los documentales se alejan de eso, no les gusta la narración, sólo ponen un par de letreros explicando qué pasa, pero la gente se pregunta quién les está diciendo eso.
8. Dirijan sus cámaras a las cámaras
Enséñenle a la gente por qué los medios no les dicen los que está pasando. Muestren lo poco que les interesa y la poca información real que obtienen.
9. Los libros y la TV han decifrado la no ficción
Todos saben que el público estadounidense ama las historias que no son ficción. Pero nunca sabrán eso si miran la lista de películas que se exhiben esta noche. Abran el periódico el domingo y verán tres veces más reseñas de  libros de no ficción que de ficción. Los shows de no ficción son increíblemente populares. Usan el humor, pero lo hacen siguiendo la verdad. A la gente le encanta ver a Colbert o Stewart, ¿por qué no hacer películas con el mismo espíritu? ¿Por qué no desear la misma audiencia? ¿Por qué la gente ama los libros y la televisión de no ficción, pero no quiere ser arrastrado a ver un documental? La gente quiere la verdad y quiere entretenimiento. Si no pueden asumirse como entretenedores con su verdad, entonces por favor salgan del negocio.
10. Traten de filmar sólo a la gente en desacuerdo con ustedes
Esto es lo interesante. Aprendemos mucho más cuando dirigen sus cámaras a los tipos de Exxon o General Motors y los hacen hablar. Hablen con esa persona que está en desacuerdo con ustedes.
Mi principio ético es que este país, este mundo, existe por la gente, no por los pocos ricos que lo manejan. Y esa gente rica en el poder tiene algunas cosas que explicar.
11. Cuando están filmando su documental, ¿se vuelven locos con lo que ven?
¿Están llorando? ¿Están riendo tanto, a punto del llanto, que temen que el micrófono lo capte? Si eso pasa, es posible que esa sea la manera en que la audiencia reaccionará. Confíen en ello. Ustedes también son la audiencia. La audiencia es parte de la película.
12. Menos es más (ya sabían esto)
Editen, corten, háganlo más corto, díganlo con menos palabras, menos escenas. No crean que su mierda huele a perfume. No han inventado la rueda. La gente entiende. A la gente le encanta que confíen en que tienen un cerebro. Incluso las personas que no son tan listas, que no saben demasiado acerca del mundo, pueden detectar cuando ustedes piensan que son listos o cuando piensan que son estúpidos. No son estúpidos, sólo un poco ignorantes. No saben lo que pasa allá afuera. Debemos tener un poco de empatía con ellos. Ellos quieren avanzar. Ellos avanzarán si son tratados con respeto.
13. El sonido es más importante que la imagen
Páguenle  a su ingeniero de sonido lo mismo que a su director de fotografía. El sonido sostiene la historia. Digamos que filmaron algo fuera de foco, que tuvieron que filmar muy rápido. A la audiencia no le importará siempre y cuando sea una historia sólida y puedan escucharla. A eso le están poniendo atención. No ahorren en el sonido.
 
Pueden consultad el texto completo aquí.