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Festival EuroJazz 2017: el último bastión del jazz internacional en México

- Por: helagone

por Jesús Arelle
@EpigmenioCross
En 1998 se presentaron en el Auditorio Blas Galindo cuatro agrupaciones de jazz extranjeras, todas provenientes del Viejo Continente. Llegaron desde España, Alemania, Francia y Reino Unido y por primera vez se formó el cartel del festival Eurojazz en México.
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Diecinueve años después, el Centro Nacional de las Artes, se enorgullece de dar espacio nuevamente a la música y la fiesta intercontinental. El pasado fin de semana, del 3 al 5 de marzo, los jardines del Cenart se llenaron de los estridentes sonidos de los metales y los sórdidos pero armónicos tonos de los contrabajos de las distintas agrupaciones que abrieron el festival. Como todos los años, el Festival Eurojazz se realizó con la fuerte convicción de que una de las expresiones culturales más importantes es la música y más aún cuando reúne en un mismo escenario a bandas de diferentes nacionalidades para expresar y dar a conocer su propuestas.
 
Aun cuando estamos hablando de un género que vio sus orígenes en los Estados Unidos hace casi más de un siglo, el Eurojazz nos demuestra la vigencia del género y nos lleva musicalmente por todas sus distintas variantes e interpretaciones. Este festival inserta en los oídos de sus asistentes sonidos y notas que son poco comunes en el terreno de la música popular, es un género mucho más estudiado y complejo a comparación de lo que estamos acostumbrados a escuchar.
 

La edición número 20 del Festival arrancó con la agrupación española Sumrrá, que con 17 años de trayectoria y cinco discos editados, se han colocado en la mira como uno de los más frescos referentes del jazz contemporáneo. En 2014 recibieron el premio a Mejor Proyecto de Jazz y Músicas Imporvisadas en los Premios Martín Códax de Música. Dos años después, lanzaron su quinto material discográfico, Summrrá V Journeys, bajo el sello neoyorquino Clermont Music. Sin duda es una banda que vale mucho la pena escuchar.

Para cerrar el día uno del festival, escuchamos la tropa de contrabajos del alemán Sebastian Gramss Bassmasse, que, aunque acostumbra a tocar junto a otros 49 contrabajos, la dificultad de transportar de un continente a otro estos instrumentos tan grandes hizo que, afortunadamente, se abriera un diálogo entre Alemania y México. Ya que fueron, bajo la dirección del argentino Rodrigo López Klingenfuss, seis mexicanos contrabajistas los que compartieron el escenario con Sebastian Gramms, entre ellos David Sánchez García.

El segundo día, el más corto de este primer fin de semana de festival, se presentó en el escenario la Erik Rothenstein Band, desde la República Eslovaca, quienes mezclando sonidos étnicos de las regiones del Centro, Este y Sur de Europa, nos regala un viaje musical que pasa del blues al balkan, todo sobre la espuma sonora del jazz, por supuesto.

El domingo 5, para clausurar la primera parte del festival, escuchamos a Shake Stew, de Austria, un grupo en verdad poco convencional que reúne a siete increíbles músicos. Con energía gitana, nos envolvió delirantemente entre su sección de tres metales, nos llevaron lejos con sus dos bajos y nos hicieron querer bailar con sus dos baterías. Una banda en verdad imperdible y venerable que hay que conocer.

Posteriormente, para acabar ese día con más Jazz, escuchamos a Sofía Ribeiro, quien desde Portugal nos vino a regalar una tarde de melodías que seguramente a muchos enamoró, ya que con su voz logró transmitir las más profundas y alegres emociones, convirtiendo ese domingo en algo más que un día para descansar antes del lunes, al introducirnos a este complejo universo sonoro nos damos cuenta de los requisitos para ser parte del Eurojazz a parte de ser europeo: ser innovador y audaz, honesto y profundo. En su última entrega discográfica se mezclan temas originales de la cantante y tres poemas musicalizados que lograrán tocar tus fibras más sensibles, no es algo que podamos dejar pasar.

A lo largo de 19 años, en este festival han participado un total de 680 músicos, se han presentado 180 agrupaciones con un total de 122 conciertos y se han registrado aproximadamente más de 727,000 asistentes. El Eurojazz es y será un bastión del Jazz en nuestro país, ya que a pesar de que existen otros festivales de esta índole a lo largo del territorio nacional, como el Festival de Jazz de Mazunte o el Rivera Maya Jazz Festival, ningún otro ha logrado reunir durante tanto tiempo a músicos de hasta ahora 21 países diferentes. La importancia de este festival radica en que refleja la esencia misma del Jazz, al ser el resultado de una fusión de culturas y una herencia universal invaluable. No hay mejor manera de vivir el Jazz que en el presente, en su fugacidad, en la manera en que cada interpretación se vuelve única, así como los sentimientos que provocan.
El Jazz se insertó en México gracias a músicos vecinos de la frontera norte, aquellos que convivieron de cerca con este nuevo y complejo lenguaje musical, difundieron sus influencias desde las tempranas décadas del siglo pasado. Aún así México se ha quedado rezagado en una concepción muy pobre del Jazz como espectáculo, cómo copia exagerada del formato de las Big Bands y contraria a la naturaleza misma de este género: la constante evolución. El festival Eurojazz nos enseña que el Jazz no tiene una sóla manera de existir, es diverso y radical, está en constante cambio y, dependiendo de dónde sea creado, variarán sus formas y figuras.
Si te perdiste de estos tres primeros días de Festival Eurojazz, no desesperes, ya que quedan los siguientes dos fines de semana para poder disfrutarlo y festejar la cultura musical del Viejo Continente. No dejen de ir y de dar oportunidad a ustedes mismos de encontrarse con los que podrían ser sus próximos ídolos musicales, es un evento en el que familias y amigos pueden disfrutar y salir de la rutina para conocer nuevas propuestas y romper sus propios paradigmas musicales.