TODO MENOS MIEDO

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Correr

- Por: helagone

Por Óscar Muciño
@opmucino
Si un ser oxidado como yo sale de buen talante una mañana cualquiera a intentar “correr” un kilómetro, tendrá un severo enfrentamiento con su cuerpo donde seguramente saldrá derrotado, hasta muy probablemente la derrota conllevará el vómito, la opresión en el pecho y demás; a menos que sepa dosificar sus esfuerzos y conozca sus limitaciones.
Tras un tiempo con la misma rutina, ese mismo ser oxidado comenzaría a saborear los placeres de perderse en una actividad física.
Existen actividades que al involucrar a nuestra atención y a nuestro cuerpo, nos invaden mayormente, transportándonos a estados ubicados en zonas paralelas a la realidad pero apartadas del mundo cotidiano. Algunos llaman a estas zonas como “parcelas finitas de significación”.
Los encuentros sexuales, los ataques de risa, los llantos incontrolables, los juegos físicos, el baile, las enfermedades, la preparación de los alimentos, etcétera, son situaciones en las que nuestro cuerpo se involucra activamente y por ende se hace más patente.
Al involucrarse se genera una experiencia sensorial total, pues todo el ser se sumerge en una sola acción que en su ensimismamiento aquello que ocurre más allá de su percepción pareciera no existir o no importar. Este ensimismamiento difiere de los de carácter intelectual en que el cuerpo con su cinética ejerce un papel indispensable.
Dicen que cuando se busca realizar una posición de yoga, la tranquilidad viene del mismo acto de abocarse a lograr una posición de yoga. Por eso cuando corremos comenzamos a sumergirnos en el aprecio de nuestros músculos.
Sin embargo, para mí correr es un verbo que se conjuga sólo en cuatro patas. En dos patas no se corre, sólo se camina rápido, y ese rápido varía en su velocidad, pero no es correr. Esto lo he sabido por sueños en donde algo me persigue, ya sea una o muchas personas. La sensación de correr en un sueño es lentísima y desesperante. He soñado que resuelvo esto corriendo ayudado también con mis manos, lo que me permite ir mucho más rápido, avanzar más distancia. Problemas de diseño.
No sé en qué momento tuve suficiente seguridad en mis piernas como para correr. Pero cuando veo a un niño gateando, deseo que se quede así para siempre, que nunca cometa el error de ponerse en pie. Pues ese es uno de eso falsos logros de la existencia humana, como hablar. Andar, correr, hablar son acciones que sólo son fuentes de calamidad y desgracias.