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#CrónicaInmamable: Lo más [in]mamable del Carnaval de Bahidorá

- Por: helagone

por Gabriel Gómez
@Chico_Calavera
Fotos de Alfredo Padilla Barberi
@padre_de_todo
Cuando escribo acerca de algo, me resulta mil veces más fácil hacerlo desde el odio, el recelo, la ira, el coraje, el resentimiento. Me gusta más hacerlo con el hígado que con el corazón. El corazón es un pequeño bastardo que no te deja pensar, amansa el cerebro y hace que éste se olvide de las tripas, las vísceras, de lo que nos hace salvajes y por ende más honestos. El mejor estado para escribir es el de la honestidad salvaje.
Algo ocurre cuando estamos enamorados de algo. El enamoramiento nos aletarga, por lo mismo no podemos ver los defectos de las personas o las cosas amadas. Justo en esa etapa de enamoramiento estoy con Bahidorá. Después de 3 años seguidos asistiendo a este festival “boutique” (seguro entienden perfecto el concepto) me pasa lo que con la novia: el primer año no la entendía, pero estaba con ella para ver qué pasaba. El segundo año me fui clavando y la fui queriendo. Al tercero me trae de nalgas y ya no quiero salir de ahí.

Y es que los organizadores de Bahidorá han trabajado durante 5 años para mantener a su público cautivo. Lo que el primer año fue un concierto “experimental” (por llamarle de algún modo) al que asistieron menos de 5 mil personas, ahora se ha convertido en una de las opciones más serias en cuanto a lo que a festivales hechos en México se refiere. No es para menos, este año llegaron a su límite: 10 mil asistentes, 10 mil almas que gracias al buen trabajo hecho año con año, decidieron darse cita en Las Estacas, Morelos para asolease, drogarse, beber, fajar y casi se me olvida, pero también escuchar y ver a una buena cantidad de excelentes bandas.
La propuesta de Bahidorá es simple: apostar por una curaduría (me caga esa palabra) de mucha calidad, pero no muy cara ni muy comercial. También meterle a una producción excelsa y con muchas opciones de esparcimiento bien pensadas. Con esta “simple” fórmula, han logrado encantar a más de uno (casi 10 mil).
Por lo antes expuesto no puedo hablar de los momentos Inmamables de este hermoso carnaval, así que les presentaré los momentos más INMAMABLES del Carnaval. Sólo porque aún traigo vibra Bahidorá y soy todo amor.
10. La noche del viernes
Es que no se puede negar que algo tiene de místico llegar un día antes de que comencé el carnaval, armar tu tienda, tomarte una chela con los cuates, platicar, pero sobre todo la expectativa de lo que viene el sábado.
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9.  El frío río
Soy una persona que detesta el agua fría, es mi kriptonita. Pero una de las obligaciones que tenemos al visitar Las Estacas es meternos al río, aunque todo se nos encoja más. Mejor si llevamos barquitos, unos flotis, una chela y unos cuates para cotorrear.
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8. La zona tinder
Si como yo son unos enamorados del amor, entonces tuvieron que haber pasado a la zona de Tinder; ahí te invitaban a tomarte una foto, imprimirla, escribirle tu número, y que las y los asistentes al Carnaval las vieran, tomaran, eligieran, y por qué no, tener suerte esa noche. Lo que pasa en Las Estacas se queda en Las Estacas.
La zona Tinder8
7. Los artistas improvisados
No sé bien si estoy de acuerdo o no, pero en este tipo de festivales los “artistas improvisados” salen hasta por debajo de las piedras para hacer sus mejores trucos. Ya sean los acróbatas, los que traen una pinche bola que se pasan por los brazos, los de los aros, los de las bolas de fuego o luz, estos artistas de ocasión sí logran entretener (por buenos o malos) a la banda que se está tomando una chela entre acto y acto, o incluso durante ellos. Ya son parte del “folclor” de cualquier festival largo.
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6. Los disfraces
Un buen carnaval se jacta de tener los mejores disfraces, Bahidorá no es la excepción. Durante el desarrollo del evento se pueden ver toda clase de disfraces; desde penachos, body paint, ositos, diablos, aves, gladiadores, romanos, etcétera. Y vamos a admitirlo, si el disfraz incluye un buen bikini, es razón suficiente para estar dentro de los momentos más INMAMABLES.
Los disfraces 6
5. La iluminación nocturna
Ya sea un cerebro que flota iluminando una alberca, las luces de los escenarios, las de los patrocinadores, las lámparas de los puestos de comida, las de los caminos a la zona de camping, las de los artistas callejeros (véase el trabajo de mi chavo el Padilla) . En fin, la producción se esmera mucho para que sean pocas las zonas que se queden sin iluminación, y si se puede tener un hermoso espectáculo en esta misión, pues que mejor.
La iluminación nocturna 5
4. El Systema Solar
Esta agrupación fue la segunda en aparecer en el escenario principal, y desde que ellos saltaron al mismo, ese gigantesco (hasta ese momento) lounge, se convirtió en un baile callejero. La neta es que la energía que el colectivo proveniente del Caribe colombiano imprimió fue la que marcó la pauta para que en ningún momento bajaran los ánimos del escenario principal.
Systema Solar 4
3. La Agrupación Cariño
Para nadie es un secreto mi gusto por las cumbias, tan es así que le regalé a la humanidad aquella frase de “Algún día te arrepentirás de todas las cumbias que no bailaste por andar haciéndole al rockerillo” (patente pendiente). El punto es que la Agrupación Cariño estaba en mi lista de grupos por ver y me llevé una increíble impresión al ver lo excelentes músicos que son, esto sin mencionar que su acto en vivo es uno de los más prendidos y simpáticos. Siempre lo he dicho, si en vivo una banda suena más rabiosa que en sus discos, es una gran banda. Y la Agrupación es algo digno de ver, escuchar, bailar…
La Agrupación Cariño 3
2. Las fogatas
No es un secreto que el clima en Las Estacas es inclemente; en el día el calor hace que sientas como que te derrites, de noche que te congelas. Afortunadamente los benditos organizadores tienen a bien encender fogatas en distintos puntos del parque. Fogatas bien organizadas a las que nos podemos acercar con los amigos, con la pareja, con el novio, la novia, el quelite, los 3. ¡Las posibilidades son infinitas! Pero lo más rescatable es la armonía que permea el ambiente.
La fogatas 2
1. Festival Drugs Friendly
Yo creo que todos los conciertos permiten que te drogues, siempre y cuando te escondas en un rincón o te metas a la zona pacheca y nadie te vea. Pues en Bahidorá se consumen drogas, a nadie engañaré, en verdad ¡hay drogas! Pero se consumen de la manera más responsable posible, ahí había un stand en donde se podía analizar la calidad y pureza de tu sustancia. No sé si a alguien le habrá importado o lo habrá hecho. Pero al final si te vas a meter hasta el dedo, mejor que sea el de un conocido. Bajo esta política en el Carnaval las personas son sumamente tolerantes y respetuosas de las drogas de cada quién. ¿A poco no les parecería bonito sentarse a la orilla del río mientras se meten un porro gigante? Justo como lo habría querido Snoop Dogg.
Drugs Friendly 1
Pues estas debieron ser los 10 puntos más Inmamables del Carnaval de Bahidrorá, sin embargo, como dije antes, estoy enamorado de este sitio. De la organización, de la gente que va, de las bandas, de salir del D.F y saber que me la voy a pasar poca su madre. De conocer un festival que sale de los parámetros de lo establecido y que se preocupa de cada detalle para que la gente la pase poca madre el fin de semana.
Si creyeron que me iba a ir sin echar pestes, ¡se equivocan! Les dejo un punto #INMAMABLE de Bahidorá como bonus:
LOS BAÑOS:
Seguramente todos hemos escuchado eso de “en este mundo matraca hasta la mujer más guapa se echa su bola de caca”. ¡Pues es completamente cierto! No importa lo guapas y buenas que estén las morras, no importa si todos los hombres que van están súper mamados y usan trajes de baño Tommy o Náutica. Los baños y el simple hecho de entrar a echar una meada han sido uno de los suplicios más grandes que he pasado este fin de semana. Pues resulta que a pesar de que durante la noche les dan mantenimiento, los baños no duraban ni 10 minutos limpios y sin apestar a la tierra después del apocalipsis zombi.