Por Gabriel Gómez, El Gabo
Fotos de Alfredo Padilla
Vivimos en tiempos en los que es difícil catalogar las cosas, todo avanza y se vuelve prácticamente un híbrido bizarro de lo que solía ser; los teléfonos son más inteligentes que las personas que los poseen, los controles de los videojuegos son dignos representantes del programa espacial de la NASA, el tocino ya es de pavo y los tacos al pastor de soya.
Es una realidad ineludible que las cosas están destinadas a cambiar, y la música no es la excepción; las bandas ya usan una mezcla de estilos y sonidos completamente diferentes uno de otro, tanto, que es difícil saber en qué pensaban los creadores cuando comenzaron a escribir alguna pieza.
El cambio alcanza absolutamente todo, incluyendo a los los lugares de donde vienen las bandas; el D.F., y Monterrey ya no son los estados que monopolizan la escena musical y en donde suelen surgir las bandas “de calidad”. Ya se ha escuchado de unos que vienen de Zacatecas, Jalisco vuelve a dar batalla y ahora nos encontramos con el caso de Hidalgo.
Justo del corazón de la bella airosa son los “panks” Jotos los Jueves, unos cuates cuya única pretensión es divertirse y llevar su música a la mayor cantidad posible de personas. Los Jotos han experimentado los cambios propios de la evolución, tocaron covers, cambiaron miembros y ahora ya grabaron un EP. Todo en un lapso no mayor a 4 años.
Encasillar en un género a Jotos los jueves resultaría completamente injusto, ya que sería como poner una barrera que coarte la enorme posibilidad que estos muchachos tienen de jugar y mezclar distintos géneros. Estos verdaderos “Godinez” pueden pasar por el rockabilly, mezclarlo con punk, y llegar incluso a hacer pedazos al metal (desde la mofa y el excelente sentido del comentario), todo con la finalidad de crear y dar vida al género y estilo que ellos suelen llamar: el “pank”.
Los oriundos de Pachuca han sabido solventar y disfrutar las situaciones cotidianas que la vida y el mundo presenta. Dos promotores en una agencia de viajes, un chef y un empleado de un centro de atención al consumidor, son los artífices de una de las canciones más pegajosas que un servidor ha escuchado en mucho tiempo: “Godínez pank”. Este tema que viene en su primer EP (el Golden shower), nos narra las aventuras que vivimos todos los días aquellos que estamos acostumbrados y encadenados a una silla para poder “sacar pa´la papa”.
El nombre de la banda “JOTOS LOS JUEVES” debe ser uno de los mejores que se han escuchado en mucho tiempo, éste más allá de tener alguna intención racista o “sexual”, incita al cotorreo de situación, a uno de los mejores que hay, ya que ellos son los primeros en prestarse al bullying y en aceptarlo con mucha gracia. Las letras de sus canciones al igual que el nombre, rompen con los esquemas que se han establecido de un tiempo para acá, en los que la melodía debe estar acompañada de letras pachecas, rebuscadas y llenas de metáforas estériles y muchas veces sin sentido. El mayor valor de “los jotos” (o uno de los mayores desde el particular punto de vista del que escribe) es saber manejar el lenguaje y los temas cotidianos de ayer y hoy, la simpleza es su mejor argumento, la agilidad mental que tienen a la hora de componer es su carta de presentación. Esta forma de escribir y expresar ideas bien podría ser comparada con el albur, ya que la capacidad de respuesta e improvisación es notoria al escuchar canciones como la aún no grabada pero ya tocada en vivo “Chico nice”, que nos remontan a una realidad cotidiana y palpable, una que todos vivimos pero sólo ellos plasman en canciones con corte “pank”.
Hablar de la ejecución de su música en vivo es otro boleto. Ellos que “no son músicos” (palabras de Alex, bajista de la banda) suplen cualquier tipo de carencia en la ejecución con actitud y potencia. Cuando se escucha a una banda en vivo, lo menos que se pide es que estos suenen al menos parecido a lo que venden en sus grabaciones; en este tenor, los jotos superan expectativas al regalar un sonido muy potente y bien trabajado, que se complementa perfectamente con su carisma y la empatía que logran con la audiencia desde la primer nota; algunos de los escuchas asientan con la cabeza, otros chiflan y los más (y entre estos me incluyo) se ríen mucho de las ocurrentes letras de este cuarteto.
Izzra (voz y guitarra), Alex (bajo y voz), Irving (guitarra y voz) y “el Roa” (batería y voz) son un talentoso cuarteto que intenta sortear las desventajas de “ser de provincia”. A pesar de que en su estado hay un movimiento fuerte de bandas, los espacios son pocos, por lo tanto el margen de llevar su música a más gente es reducido ya que por lo general tocan en los mismos sitios y la música se queda ahí.
Con Jotos los jueves no hay muchas opciones: o te gustan o te encantan, o te ríes o azotas la cabeza, o eres su fan o te tomas una chela con ellos.
La humildad con la que trabajan nos hace pensar que el futuro de la música está en buenas manos, ya no son niños bonitos del norte los que mandan en la ya de por sí golpeada escena musical mexicana, ahora en Pachuca hay quien quiere sacar la “cara dura” y estamos convencidos que a base de seguir trabajando como lo están haciendo, la bella airosa por fin tendrá a unos dignos representantes en la escena rockera de nuestro podrido pero MUY “PANK” México.
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