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Me llamo Sirene, soy tía. EUROJAZZ 2017

- Por: helagone

Por Sirene Heredia
@_lasire
“¿Qué pasa cuando prohíbes el jazz en tu propio país? Tu hijo se vuelve un jazzista de primera categoría. Porque, claro, así deben ser las cosas, ¿no? Pero bueno, honestamente no creo que a Benito Mussolini le haya molestado tanto este hecho. En realidad podría decir que prohibió el jazz a regañadientes después de ver que su aliado (¿y amigo?) Hitler censuró este tipo de música en Alemania después de caracterizarla como “de negros y de judíos”. ”
Un concierto de jazz es siempre una buena noticia. Si además su contenido es real, asciende a la categoría de celebración. Cuando a estos dos hechos se añade la circunstancia de encontrar en un solo lugar y de manera gratuita una decena de bandas que jamás creíste poder ver en vivo, entonces es hora de hablar sobre ese trabajo.
El Festival Eurojazz es el único en su tipo en América Latina. Del 3 al 19 de marzo se llevó a cabo este evento que inició en 1998 gracias a la colaboración entre la Unión Europea y el Centro Nacional de las Artes (Cenart) y que se ha convertido en uno de los acontecimientos culturales y musicales más importantes que ocurren en la Ciudad de México, ya que reúne en un mismo escenario a diversas propuestas musicales del jazz europeo y otros géneros de fusión.
Para celebrar su vigésima edición, la Unión Europea y el Cenart prepararon un banquete de conciertos en los que participaron 12 grupos provenientes de España, Alemania, Bélgica, Austria, Portugal, República Checa, República Eslovaca, Polonia, Hungría, Finlandia, Italia, Bélgica y Francia.

A este último concierto del festival hemos llegado de manera precipitada, el transporte público de ésta ya muy primaveral ciudad puede ser el menos eficiente un domingo de puente a medio día. Ya en el lugar buscamos entre quienes se encuentran en metamorfosis con el verde pasto un espacio entre cuerpos ansiosos que nos permitiera disfrutar del recital. Me siento nerviosa. Mi compañía es mi adolescente sobrino quien por primera ocasión se acerca al género musical. Me ha preparado unas horas antes buscando por internet la biografía de los exponentes de esta tarde, Santiago no suele ser exigente pero no quiero parecer una tonta si existe algún cuestionamiento. Estoy convencida que será una tarde (la penúltima que nos regala el casi ausente invierno de esta año) que vamos a recordar.
El Eurojazz es toda una experiencia: una fiesta al aire libre y el evento más grande dedicado al jazz europeo en América Latina. Sólo foros como el de Montreal –que se lleva a cabo en distintas plazas y recintos cerrados– llegan a atraer tal cantidad de gente: la pasada edición del Eurojazz reunió a unas 100 mil personas en total. Algo especial debe cocinarse en los jardines del Centro Nacional de las Artes cuando tantas personas asisten para conocer a una banda de jazz finlandés, español o polaco que jamás habían escuchado en su vida, ¿no creen?
Como foro cultural cada vez genera más expectación, no sólo en el público mexicano, sino entre los músicos jóvenes europeos –y no tan jóvenes– que han escuchado que en México hay un festival de jazz en el que una agrupación que usualmente toca para 50 personas en un club, puede presentarse ante 9 mil en una sola sesión. Como en un concierto de rock.
Hay que decir que el éxito de este festival no se hizo de la noche a la mañana: son ya 20 ediciones. Si bien el creciente gusto por el género sincopado en México ha abonado a una mayor afluencia, es necesario reconocerle a esta iniciativa de la Unión Europea y del Cenart, que logró hacer un caldo de cultivo para la generación de nuevos públicos.
Pero la razón fundamental por la que hay que vivir el Eurojazz es, obviamente, la música. La Música siempre ha estado vinculada con el individuo y su evolución histórica. Personalmente comunicarme desde, por, la música ha sido algo que desde que participo como locutora en NoFM me genera cierta responsabilidad. Esta vez no charlaría con mis colegas, estaría frente a un individuo que no espera otra cosa que una tarde de música con quien sabe que lo ama. Sabía que lograría sorprenderlo y fue así. Ambos disfrutamos la tertulia.

Me costó encontrar una hora del día adecuada para escribir, lo he hecho a primera hora del lunes feriado, confieso haber llegado al Cenart sin la misiva de terminar escribiendo una reseña, ¿qué se puedes escribir sobre esta serie de conciertos que por fortuna son ya un referente cultural-musical de los meses de marzo? En lo personal me he reencontrado con este festival, la he vivido de manera diferente en comparación con otros años, algunos dirían que conforme pasa la vida el goce se siente y vibra de manera distinta, creo que es así. Es una buena noticia que más y más gente conozca y disfrute la propuesta del Eurojazz. Es gratificante llevarte del brazo o de la mano a una experiencia que estoy segura querrás vivir nuevamente. La música en vivo abriendo es espacio para quien suplica por algo nuevo.
Hola a todos, escribo para decirles que la música hay que escucharla en vivo y compartirla con las nuevas generaciones. La felicidad tiene rostro de recital al aire libre. Música que reúne multitudes de todas las edades, de cualquier barrio de esta Ciudad. Uno se atreve a vivir sin miedo del futuro que depara a este país.