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#PecesSueltos presenta: Leo Maslíah

- Por: helagone

“A Loose-Fish is fair game for anybody who can soonest catch it.” Moby Dick

Si la música se parece al mar, y lo habitamos todos, hay especies raras, que se ven poco y extraña vez son capturadas. Aquí surcamos las olas para hacerlos más evidentes.

Leo Maslíah

Por Óscar Muciño
@opmucino
Leo Maslíah es tal vez uno de los músicos más inclasificables del panorama latinoamericano, además de contar con un bigote inconfundible. Nació en 1954 en la ciudad de Montevideo; hijo de un rabino, fue criado por su madre en un casa en la que vivía con sus hermanos y un tío, quien al verlo interesado en el piano lo mandó a los siete años a recibir clases.
Él comenta que este interés no tiene nada especial pues es normal que los niños sientan curiosidad por los instrumentos musicales, por lo que encuentra lógico que en su niñez el piano que estaba en medio de la sala de su casa haya ganado su atención.
En sus años de juventud tuvo varios trabajos antes de dedicarse por completo a la música, laboró como ayudante de mecánico e inclusive trabajó como cerrajero, y hasta montó su propia cerrajería.
Más adelante realizó estudios musicales con Bertha Chadicov, Wilser Rossi, Nydia Pereyra Lisaso y Graciela Paraskevaídis. Y tuvo su primera presentación en una iglesia en 1974 como solista en un concierto de órgano y cuerdas, interpretando una pieza de Händel, pero es hasta 1978 cuando comienza a tocar con regularidad “música popular”.
Con esta formación académica, se esperaría estar frente a un compositor de la “alta cultura”, y sí y no, porque la versatilidad de Maslíah lo pone lejos de las clasificaciones. No sólo cuenta con más de 50 discos entre de estudio y en vivo, sino que ha publicado una gran cantidad de libros de cuentos, novelas y poesía. Incluso en muchas ocasiones el procedimiento creativo de Leo es musicalizar sus textos. O ir leyendo algún texto humorístico sobre fragmentos de distintas composiciones clásicas de Brahms, Beethoven y Liszt.
Y es que las parodias de Maslíah no reparan en el nivel de origen de las piezas a parodiar, por ejemplo, ha hecho una burla de una canción futurista, a la cual tituló “Supermercado“, y en la que se van intercalando, entre los coros, menciones a productos pertenecientes a los supermercados y llamados a empleados a acudir a pasillos.

O toma la canción “Sabor a mí” para hacer una versión en la que el tema principal es el quinto centenario del “descubrimiento de América”. (Pasarán 500 años pasarán / y vendrán otros que te descubrirán / y otra vez te nombrarán / como si fueran Adán en el edén)
https://www.youtube.com/watch?v=GQA2iBi81ig
O se burla del conjunto Pimpinela, en un dueto con Alina Gandina, en un canción que lleva el nombre “Quiero verte morir por muerte natural“.
https://www.youtube.com/watch?v=1t4weOLp9v4
O elabora un blues ególatra de amor, donde el amado se vanagloria de todo aquello que le hace sentir a la amada que se muere por él, para aclarar al final que todo lo que ella siente por él, él lo siente por alguien más.
https://www.youtube.com/watch?v=Fn3NgQ0q7NQ
O le compone letra al tema instrumental “Donna Lee“, de Charlie Parker. (Yo creo que debía ser una mujer bastante complicada / si nos guiamos por la melodía que le hizo Charlie Parker / pobre tipo las que le habrá hecho Donna Lee)
https://www.youtube.com/watch?v=_rF0O-fawps
O se burla de los clichés de muchos compositores que se autonombran Contemporáneos y dan preferencia a la música atonal.

La capacidad lírica y compositiva de Leo Maslíah no está enfocada totalmente en el humor. Dentro del extenso número de grabaciones hay composiciones que abordan temas “serios” pero sin que logren despojarse de ese tonillo irónico y burlesco que lo caracteriza y que parece parte de su personalidad, como puede comprobarse en muchas de sus entrevistas.
Bien puede hacer un temas para todos los desposeídos (…no tenemos auto / no tenemos moto / no tenemos tampoco monopatín. / No tenemos historias para contar / no tenemos agallas para robar. / No tenemos futuro / no tenemos pasado / estamos anclados en lo de hoy / no tenemos sentido / no tenemos caso / no tenemos plazo de rendición.)

Como puede hacer un tema en el que hable del desarraigo de los que dejan su país buscando otra vida, aunque en realidad la vida suele quedarse en el lugar que dejan. (Nota: Arriba a la izquierda puede verse a Leo intentando pasar desapercibido en la portado de su disco Falta un vidrio).

El número de grabaciones de Maslíah, su formación de músico de conservatorio, su poco respeto a cualquier cosa (además de su bigote) me hacen recordar al también prolífico e inclasificable Zappa.
Finalmente, algunas canciones de Maslíah han sido tomadas por otros músicos para hacer covers, existe una famosa versión de Milton Nascimento de la canción “Barilomes y servilletas“, o el grupo argentino Attaque 77 en su disco Otras canciones incluye una versión del tema “5 Estrellas” (versión, dicho sea de paso, que me hizo conocerlo); y recientemente el grupo español de pop Single, incluyó en su disco Rea un cover de la canción “La moto“.


Sumergirse en las obras de Leo Maslíah es hermanar dos mundos que parecerían en apariencia disímiles: la música “clásica” y el humor burlesco. Sin contar que uno puede carcajearse ampliamente con su irreverencia y filosa inteligencia. Ahora que si no quieren reírse de esas referencias cultas, que en ocasiones sólo sirven para darnos un barniz de falsa fineza, pueden escuchar muchos de sus monólogos o ejecuciones orales, pero lo que uno no puede dejar pasar por alto es a este gran artista uruguayo que alguna vez dio un concierto gratis en el centro cívico de la delegación Venustiano Carranza, en el marco del Festival del Cabaret de la Ciudad de México. Poeta neurasténico que espero vuelva muy pronto a estas tierras donde las águilas se posan en los nopales.
https://www.youtube.com/watch?v=K61-RKWYz40