“A Loose-Fish is fair game for anybody who can soonest catch it.” Moby Dick
Si la música se parece al mar, y lo habitamos todos, hay especies raras, que se ven poco y extraña vez son capturadas. Aquí surcamos las olas para hacerlos más evidentes.
La Magia Negra de Magic Sam
Por Alejandro Guerrero
@elAleGuarrero
No fue uno de los más famosos, tan sólo uno de los mejores.
Contrario a la mayoría de sus contemporáneos en la escena del blues, Samuel Gene Maghett nació y creció en una comunidad donde la música de violines, los bailes comunales y las danzas de cuadrillas prevalecían en la población. El Bluegrass y la música Hillbilly propias de la comunidad anglosajona del estado de Mississippi, representadas por el renombrado violinista negro Roy Moses, fueron de importante influencia para el joven Samuel quien, en el año de 1950, decidió dejar su natal Grenada para emprender la inevitable procesión que todo bluesman que se precie de serlo debe transitar por lo menos una vez en la vida: el largo camino que une al Delta del Mississippi con La Meca del blues, Chicago “Windy” City.
Al llegar a la bella airosa gabacha, Samuel conocería al guitarrista de blues Syl Johnson (quien posteriormente se convertiría en un cantante de soul reconocido en todo el país), él se encargaría de moldear esa técnica hillbilly hacia los terrenos de los boogies y el blues. Samuel desarrollaría así, un estilo house-rocking paralelamente a sus manejos rítmicos heredados de la raíz blanca que aprendió en Grenada.
En Chicago, Maghett sería mejor conocido por sus potentes y sinceras vocales así como sus punzantes, enérgicos y delicados trabajos en la guitarra. La calidad de su música llamaría la atención del blues en persona: Willie Dixon, quien sería el encargado de producir el material generado entre 1957 y 1958, grabando bajo el sello Cobra (mismo sello en el que, por esos años, también tenía firmados entre sus filas a monstruosidades como Otis Rush y Buddy Guy) temas como “All Your Love” e “Easy Baby“, que aunque en su momento no fueron reconocidos, hoy significan una fuerte influencia para muchos de los blueseros posteriores.
Tras estas grabaciones, Samuel Maghett encontraría finalmente su nombre después de haber transitado por diferentes ‘stage names‘. Su bajista y amigo de infancia Mack Thompson, le acuñaría el calificativo de ‘Magic‘ por su parecido con Maghett. Sam, a partir de ese momento, una leyenda del blues comenzaría a escribir su historia.
Un pacifista llamado Magic Sam
Para 1959 fue llamado a filas, sin embargo desertó a las pocas semanas, huyendo y siendo atrapado para ser encarcelado durante seis meses. Tras salir en libertad y licenciado con deshonor, firmó con el sello Chief en 1960, donde realizó algunas grabaciones sin mucha repercusión.
“Magic Sam tiene un sonido único en la guitarra”, decía Willie Dixon. “Muchos de los chavos siguen tocando esos blueses de 12 barras, mientras que las armonías que él trae, junto con sus acordes resultan en una cosa completamente diferente. Ese tema llamado ‘Out of Bad Luck‘ expresa un gran sentimentalismo inspirado en su potente y alta voz”.
La voz de Sam reflejaba otra fuerte influencia, la de la iglesia. Durante la década del 50, solía regresar a su natal Grenada a tocar y esparcir la palabra del blues. Sam y su combo ganaron el concurso local de talentos en el Union Theater así como fueron invitados a competir en un show en Memphis promovido por la WDIA, una estación de radio local.
En 1966 grabó varios sencillos para Crahs Recrods. En 1967 firma con Delmark Records donde publica el magnífico West Side Soul, considerado uno de los mejores álbumes de blues eléctrico de la historia, con temas antológicos como ” I Feel so Good”
En 1968 graba Black Magic enorme producción que lo consagra como un gran guitarrista y cantante. Apoyado en el sax por el legendario Eddie Shaw, la magia negra de Magic Sam combina sensuales y oscuros temas funky con suaves y punzantes punteos, agresivos rasgueos y contundentes slips en la guitarra, aderezados con la fina, clara y resonante voz del chamán Maghett. A mi gusto la mejor de sus producciones que, esperemos algún día, disfrutar en #DateLas3.
El momento en el que más brilla una estrella es justo antes de apagarse. Su aparición en el Ann Arbor Blues Festival de 1969, recogido en el álbum Magic Sam Live, fue su momento álgido, ya que dicha actuación le generó numerosos contratos para actuar en EUA y Europa, donde alcanzó a realizar algunas giras por Alemania y el Reino Unido, sin embargo en diciembre de ese mismo año un repentino e inesperado infarto fulminaría su corazón, acabando con su vida a los 32.
Hoy en día el lugar de nacimiento de Magic Sam yace sumergido bajo las aguas del Lago Grenada, pero su particular estilo en la guitarra, su potente voz y su habilidad para componer, siguen inspirando e influenciando a las nuevas generaciones de blueseros. Así que no nos queda más que dedicarle este #PecesSueltos a quien como dijera Jake Blues en The Blues Brothers: “el grande y finado Magic Sam”… sigamos amándolo a nuestra manera.