“A Loose-Fish is fair game for anybody who can soonest catch it.” Moby Dick
Si la música se parece al mar, y lo habitamos todos, hay especies raras, que se ven poco y extraña vez son capturadas. Aquí surcamos las olas para hacerlos más evidentes.
Módulo 1000
Por Efraín Navarro
@efrainnavarrog
Desde la década de los 60 ciertos géneros asociados con Brasil ―la bossa nova, la tropicália y la Música Popular Brasileña― lograron consolidar una audiencia internacional. Sin embargo, la escena musical brasileña era mucho más rica que el puñado de músicos identificados con estos géneros. Entre otras, la escena del rock, si bien no estaba exenta de sus propias dificultades, era más que formidable. Un ejemplo de las maravillas producidas desde éste gigante latinoamericano es la banda carioca Módulo 1000.
Surgida en la escena musical de Rio de Janeiro a finales de los 60, los fundadores de Módulo 1000, Daniel Cardona Romani (voz/guitarra) y Eduardo Leal (contrabajo), integraron conjuntos como Os Quem y Os Brazilian Monkeys, tomando el nombre prestado de The Who y The Monkeys. Después de algunos cambios de alineaciones la agrupación se consolidó con Paulo César Willcox (vibráfono) y Cândido Faria de Souza Filho (batería). A partir de 1969 la banda adquiriría finalmente el nombre de Módulo 1000, en un intento de darle en carácter futurista, e incluiría al tecladista Luiz Simas en su alineación por la exigencia de un promotor que los había contratado para tocar en São Paulo, pedido resultado de la popularidad que habían adquirido grupos como Yes y Emerson, Lake & Palmer.
Durante sus primeros años la agrupación tocaba covers de bandas del mundo anglosajón, posteriormente la agrupación pasó a tocar rock psicodélico en clubs nocturnos. Un ejemplo de esto quedó consignado en una película donde Módulo 1000 participó, O Despertar da Besta (O Ritual dos Sádicos) (1969).
En los siguientes años el grupo buscaría adentrarse en nuevos sonidos, más influenciados por el hardrock y el progresivo, lo cual dio como resultado su disco Não fale com paredes (1972), ya sin el vibrafonista Willcox en la banda. Después de que unos sencillos de la banda no fueran comercializados debido a que los servicios de censura de la dictadura brasileña los considerara poco apropiados, la banda recurrió a letras minimalistas que expresaban su descontento contra el gobierno.
https://www.youtube.com/watch?v=ouARj4P3py8
La pieza que daba título al disco repetía insistentemente la frase “No hable con las paredes”, para expresar la inexistencia de diálogo entre el gobierno militar y la sociedad brasileña. “Ôlho Por Ôlho, Dente Por Dente” repetía el proverbio aparecido en la nota entregada por organizaciones de extrema izquierda que había secuestrado al embajador de Estados Unidos en Brasil.
“Queremos advertir a aquellos que torturan, golpean y matan a nuestros compañeros: no vamos a aceptar que esa práctica odiosa continúe. Estamos dando el último aviso. Quién siga torturando, golpeando y matando, ponga sus barbas a remojar. Ahora es ojo por ojo, diente por diente.”
Las piezas más influenciadas por el rock progresivo son “Metrô Mental” y “Teclados”. En la primera de ellas se puede ver con claridad la influencia de bandas como Yes, pero también como el sonido de la banda carioca estaba particularmente cercano a Black Sabbath, mientras que la segunda es una breve pieza con una clara impronta de Rick Wakeman.
Finalmente, la banda acabó disolviéndose bajo la presión de la falta de éxito comercial y Luiz Simas y Candinho pasarían a formar otra banda de rock progresivo: Vímana. Al paso de los años Não fale com paredes se convirtió en un codiciado disco entre los coleccionistas a nivel internacional y fue una obra cada vez más conocida dentro de Brasil, hasta consolidarse como un clásico.
En 2013 el guitarrista de la banda, Daniel Cardona Romani, volvió a formar la banda brevemente con la promesa de grabar nuevo material. Sin embargo, la muerte lo sorprendió en marzo de este mismo año.