“A Loose-Fish is fair game for anybody who can soonest catch it.” Moby Dick
Si la música se parece al mar, y lo habitamos todos, hay especies raras, que se ven poco y extraña vez son capturadas. Aquí surcamos las olas para hacerlos más evidentes.
Tim Maia. El pesado padrino funkie del soul brasileiro
por Alejandro Guerrero
@elAleGuarrero
Seguramente a la gran mayoría de la gente no le dice mucho el nombre de Tim Maia; sin embargo, para nuestros vecinos de aquel continente sudamericano llamado Brasil, significa una figura legendaria en el terreno de la música, quien supo fusionar los elementos melódicos del soul y el funk, con las expresiones tradicionales de la Música Popular Brasileira (MPB).
El siguiente #PecesSueltos viene dedicado a este casi desconocido personaje en la América hispano hablante, ya que además de haber legado un grueso bagaje musical a la humanidad, también nos heredó una sinuosa historia de vida, llena de altibajos, luces y sombras.
Corría el mes de septiembre del año 1942, cuando Sebastiao Rodrigues Maia vio la luz primera. Penúltimo hijo en una extensa familia de 19 hermanos, pasó su infancia en la Rua Afonso Pena 24 del norteño barrio carioca de Tijuca. Inquieto y con la chispa de la vida por dentro, solía interrumpir su chamba de repartidor de comida en el negocio familiar, para curiosear entre los álbumes de la tienda de discos local, un lugar donde los blancos eran alumnos y los negros catedráticos. Fueron así sus primeros acercamientos a la música rock (ese nuevo ritmo que estaba revolucionando al mundo), rythm and blues, jazz, etc. lo que le incentivo el deseo de formar su propia agrupación. Nacerían Os Tijucanos do Ritmo, un grupo de cinco jóvenes y un nombre ridículo, que solían presentarse en el circuito parroquial de Rio de Janeiro, presentando ciertas influencias de artistas como Trío Los Panchos, La Sonora Matancera y Pérez Prado; encontraron su triste fin debido al fuerte temperamento de Tim (él era una persona determinada y enfocada en la música y, cuando algo no salía como él esperaba, ardía Roma), pues se dice, terminó por romper una guitarra tras una discusión con el resto de los músicos de la agrupación.
La fructífera y fugaz etapa del sueño BrasileroAmericano
En 1957, dominaba ya la guitarra, la batería y daba clases a los hermanos Erasmo y Roberto Carlos, con quien integró la banda Os Sputniks. Dos años después y tras el fallecimiento de su padre, Tim emigra a los Estados Unidos a estudiar inglés. Ahí forma el conjunto The Ideals quienes grabarían el sencillo de su autoría: “New Love“. Poseedor de una fuerte voz grave que instantáneamente nos recuerda a Barry White y compuesto por la sonoridad de los The Isley Brothers, su travesía gabacha terminó en la América del Norte, tras ser sorprendido en posesión de esa hierba maldita y satánica que es la marihuana, obligándolo a regresar a Brasil después de haber pasado seis meses en prisión y esperar dos años más para su deportación.
Barbechando el terreno del éxito
En 1968, produjo el disco A Onda É o Boogaloo del maestro Eduardo Araújo, donde Tim sería el gran responsable de traer la sonoridad de la música soul para la Jovem Guarda. Sin embargo el giro se da cuando un ya consagrado Roberto Carlos grabó una canción de su autoría: “Nao vou ficar“, la cual tuvo un enorme éxito y le ayudó a abrir varias puertas para comenzar a consolidar su carrera musical en Brasil, donde poco a poco, el nombre de Tim Maia ganaría una enorme proyección entre músicos y ejecutivos de la industria fonográfica.
La explosión de la bomba
En 1970 vino la consagración definitiva con su primer LP homónimo, que fue lanzado por la disquera Polydor después de seguir el consejo de Os Mutantes. El éxito fue simplemente arrasador, el álbum vendió más de doscientas mil copias y se mantuvo por 24 semanas en el primer lugar del hit parade de Rio de Janeiro, destacando los temas “Azul da Cor do Mar“, “Primavera” (Cassiano) y “Eu Amo Você“. Para cerrar el año con broche de oro, Tim grabó “Chocolate“, que originalmente era un jingle para la Asosiación Brasileira de los Productores de Cacao.
En los tres años posteriores grabó Tim Maia volumen II, Tim Maia volumen III y (sí) Tim Maia volumen IV, que tuvieron gran revuelo en la radio y en las ventas y, donde también destacaron canciones como “Nao Quero Dinheiro (Só Quero Amar)“, “Gostava Tanto de Você” y “Réu Confesso“, grandes éxitos que caerían en el gusto del pueblo y animarían fiestas y bailes por todo el Brasil.
La otra cara de la moneda
Un ritmo de vida intenso como él solo, lo envolvió en una vorágine de excesos donde el alcohol, la cocaína y la marihuana eran el pan de cada día. La figura de Tim en el escenario era imponente, no sentía ningún reparo en decir las cosas directas cuando algo no le parecía, llegando a entablar duras batallas con los técnicos de audio y productores, por fallas técnicas en el sonido o en el sistema de aire acondicionado de los lugares. Estas luchas terminaban con Tim abandonando el escenario en medio del show y, en varias ocasiones, lo condujeron a diversos problemas legales y demandas por incumplimiento de contrato. Así también no era raro verle presentarse completamente hasta el huevo, caer y desfigurar en el escenario como rey de oro en la cúspide de su imperio.
El veto de la media
Estas desenfrenadas situaciones y los diversos zafarranchos en los que se inmiscuía por su explosivo carácter, así como su conocido gusto por las sustancias prohibidas, le valieron una fuerte censura en los medios televisivos y radiofónicos. Sin embargo, el “daño” ya estaba hecho y el virus ya se había esparcido por todo el Brasil, donde el pueblo lo amaba y seguía fielmente en sus diversas presentaciones al tiempo que permanecían atentos a sus nuevas composiciones, mismas que tuvieron que mudar de la autoría de Tim, para otros compositores con el fin de tocarse disfrazada en los medios… aunque la gente siempre reconoció al verdadero autor de aquellos grandes temas.
https://www.youtube.com/watch?v=W86g503map0
Un nuevo camino: la filosofía racional
Tras un tiempo en la loquera y un poco desencantado de la vida de excesos, conoce a Manuel Jacintho Coelho, líder de la polémica doctrina de la Cultura Racional, la cual trata sobre un conocimiento de retorno de la humanidad a su “verdadero mundo de origen”, el Mundo Racional, por medio de una Energía Racional, que haría la conexión del ser humano al Mundo Racional a través de los mensajes dictados por el Racional Superior, una especie de conciencia extra terrestre. Así Tim se sumerge de lleno en las ideas del guru, leyendo la serie de libros titulados Universo en Desencanto cambiando de forma drástica su estilo de vida, que de desgregado y bohemio, pasó a ser disciplinado y saludable.
El pionero de la música independiente en Brasil
Cansado de los problemas con las disqueras y los medios de comunicación, Tim decide invertir en la creación de su propio sello discográfico, así nace Seroma, nombre que algunos atribuyen al término ‘amores’ y que otros dicen, es simplemente el nombre completo del cantor, abreviado. En este periodo el artista consigue distanciarse de sus vicios, lo que influenció positivamente el timbre de su voz.
La influencia de la Cultura Racional también alcanzó a su música, por lo que Tim decidió hacer dos álbumes llamados Tim Maia Racional Vol I y II, ambos lanzados en Seroma. Esos discos son considerados verdaderas obras primas, principalmente por la fuertísima onda soul y funk que los caracterizan, así como por la óptima forma física que fue benéfica para la calidad de su voz.
El desengaño de la vista
Sin embargo no todo fue miel sobre hojuelas pues (se dice), un día Tim descubrió la infidelidad de su esposa ni más ni menos que con el líder de la religión. Tras esa brutal decepción, se desentendió con el maestro Manuel y abandonó al grupo, para retirar de la circulación los discos que se tornarían valiosos ítems para los coleccionistas más clavados. El éxito de “Imunizaçao Racional” es tan sólo una de las varias perlas presentes en esos trabajos.
Fiebre Disco y el retorno al camino de los excesos
Después de la fase racional y su infeliz desenlace, Tim aprovecha la explosión de la música disco para hacer una de sus producciones más populares y respetadas: ‘Tim Maia Disco Club’ qué catapultó uno de sus mayores hits: “Sossego.”
Este álbum contó con la participación de un ‘drama tema’ de músicos entre los que figuraba la Banda Black Rio, Hyldon y Pepeu Gomes entre otras fieras.
Así fue como en la década de los ochenta, no hubo más grande artista que se mantuviera constante dentro del gusto del público. Su periódica producción musical no paraba de colocar éxitos dentro del hit parade, por lo que su retorno a las andadas fue inevitable.
A toda máquina
Llegó así la década de los noventa, marcada por un impresionante volumen de trabajo y múltiples problemas de salud. Tim lanzó nueve discos en sólo siete años, conquistando así a una nueva generación de fans. Material que incluye el bellísimo disco Tim Maia Interpreta Clássicos da Bossa Nova donde vuelve a sus raíces cariocas para ser aclamado por la crítica y el público. Más allá de la producción discográfica, Maia fue el artista más consagrado por la crítica en ese periodo, ganando en cinco ocasiones el antiguo premio Sharp, hoy conocido como Premio de la Música Brasileira, en el 90, 92, 93, 95 y 97. Al igual que ganó varios reconocimientos al ser grabado y reinterpretado por grandes bastiones del pop como Titas, Marisa Monte y Os Paralamas do Sucesso.
Una estrella que se apaga
Lamentablemente la salud del cantante y compositor parecía ir en detrimento al tiempo que su carrera se dotaba de nuevos aires creativos. Fue entonces que en 1998, durante una presentación en el Teatro Municipal de Niterói, y tras desobedecer la advertencia de su médico, comenzó a sentir dolor y tuvo que abandonar el escenario para ser retirado en una ambulancia hacia el hospital, donde permanecería internado durante una semana, para fallecer un día 15 de marzo a causa de una infección generalizada.
Es así como la tempestiva vida de esta enorme figura llegó a su fin, tan sólo para consagrarlo en el firmamento donde se hayan las grandes personalidades de la música. Chequen pues el trabajo del síndico de la música brasileña, el pesado padrino funkie del soul, el genio que se sobrepuso a sí mismo para luego volver a caer, el pionero de la música independiente en el Brasil y un ejemplo para todos los músicos desencantados con el mainstream de la industria musical, voraz, rampante y ojete que monopoliza y hace de la hermosa actividad que es hacer música, un desalmado negocio donde lo que menos importa es el arte.
Quédense en compañía de estos grooves llenos de ritmo, cadencia, sapiencia y sensualidad… y como diría nuestro querido y añorado Ministro del Soul: “condúzcanse por el camino del bien, mis pequeñas avecillas nocturnas”.