TODO MENOS MIEDO

EN VIVO

EN VIVO

¿Qué tienen en común Michael Jackson, MC Hammer y los Crips?

- Por: helagone

Corría la década de los 80, esos años extraños en que, después de la libertad proclamada por la juventud en las dos décadas anteriores, la forma de vestirse empezó a importar, y mucho. La identidad que podía mostrarse a través de la vestimenta tornó rápidamente en una industria que ahora conocemos como moda. Las campañas publicitarias convirtieron a deportistas, cantantes y celebridades en modelos a seguir, en un intento porque las marcas fueran personas y no etiquetas.
En 1983 una naciente marca de tenis llamada British Knights tomó como bandera la ciudad y su música. Los tenis ya no eran sólo para practicar deporte, sino para andar por la ciudad, para hacer cosas. Los modelos que tomaron para la marca eran un recién adulto Michael Jackson, que dejaba a su hermanos atrás, y un MC Hammer que pugnaba por dejar detrás a la madre.
 

Así el mundo del Hip Hop y el Pop, que desde siempre están unidos a la moda, hicieron de British Knights la marca de las calles y de la libertad que implicaba andar por ellas. Pero las calles de Nueva York son muy distintas de las calles de Los Ángeles. Y mientras del lado este la personalidad de la marca eran música y un poco de deporte, del otro extremo del país el famoso logo de BK era adoptado por una de las pandillas más sanguinarias de Estados Unidos.
Los famosísimos Crips tomaron la marca como bandera para portar en cada paso la guerra declarada a la pandilla enemiga: los Bloods. Los caballeros ingleses se convirtieron fácilmente en Bloods Killers. Entonces vinieron los problemas, porque si el modelo le daba personalidad a la marca, pocos, muy pocos, seguían tranquilamente los pasos de los Crips. Para calmar la guerra de pandillas, las escuelas empezaron a prohibir que sus alumnos usaran los tenis y las calles volvieron a ser peligrosas.
Pasaron los turbulentos 80 y la marca, en busca de recuperar su espacio entre los gigantes, volvió a los deportistas, en particular al básquetbol, que ya estaba ocupado por un monstruo llamado Michael Jordan. Al final BK regresó a las calles, que sólo adquieren sentido por lo que la gente hace en ellas.