por Óscar Muciño
@opmucino
viñetas de Julián Cicero
@pizzafrianofm
En la segunda fecha de competencia del Stand-up Wars la audiencia fue más nutrida, compuesta por público y por otros comediantes que acudieron a presenciar el duelo de rutinas sobre el escenario. El papel de anfitrión en esta ocasión recayó en Manunna, quien con su dominio del escenario mantuvo en constante risas a la audiencia entre acto y acto.
La lluvia hizo que llegara tarde para ver completa la primera presentación, que correspondió a Enrique Vázquez, un chico que según el reporte de Julián Cicero comenzó hablando que no es fácil ser guapo, es una cosa que se tiene o no se tiene. Sufre parálisis cerebral, que lo hace moverse lento como un zombie, y que atribuye su enfermedad a la forma como cogieron sus papás, pues el momento de concepción, para él, tiene consecuencias en cómo serán los hijos.
El siguiente en subir al escenario fue Raúl Menéses, chico de voz aguda y que mide menos de 1.60, elementos en su complexión ante los que no le quedó mayor remedio que “hacerse gay”. Su rutina, salpicada de humor negro, va sobre su preferencia sexual, pero también sobre las fiestas de los pobres, como esas fiestas infantiles en las que no dan Duvalines sino Nucitas.
Eduardo Villar fue el tercero en subir al escenario, un joven que presume su lugar de origen, el municipio de Neza, además que nos cuenta que tuvo la mala fortuna de tener un hermano que nació el mismo día que él. El momento álgido de su rutina vino cuando hizo el planteamiento de qué pasaría si existiera el Hoy no cagas, un programa dedicado a regular los días para poder descargar los intestinos. Inclusive se imagina cómo serían los operativos sorpresa en los baños públicos.
El último turno correspondió a Diego Faingersch, un argentino que lleva 25 años radicando en México, y que nos advierte que todos somos prejuiciosos, por ello le parece normal los chistes sobre argentinos que corren en México, además que explora en las peculiaridades del idiolecto argentino, cómo cambiar la letra “s” por la letra “j”.
Durante las diferentes presentaciones el público se mantuvo atento y con buena respuesta. En esta ocasión ninguno de los comediantes vio levantarse una bandera roja, así que las rutinas se presentaron completas.
El humor sirve a personas con enfermedades, de baja estatura, oriundas de las zonas aledañas a la ciudad y a los migrantes que llevan mucho tiempo en el país. Una vez realizada la votación y el recuento de votos nos arrojó los siguientes resultado: Eduardo, el “más normal” de los comediantes ocupó el cuarto lugar, la gente no hizo empatía con su origen ni con sus propuestas que ridiculizan campañas del gobierno. El tercer lugar correspondió a Enrique Vázquez, quien por algunos instantes creyó ser el segundo lugar por una confusión de Manunna (al que le gritaron Colombia, Colombia, recordando un episodio idéntico en Miss Universo).
Los comediantes que pasaron a la siguiente ronda fueron Diego (2do lugar) y Raúl (1er lugar). Diego aprovechó la condición de extranjero para acudir a ese tópico humorístico que recalca las diferencia entre naciones. Raúl explotó su estatura, su preferencia sexual, y su curioso humor negro para llevarse el reconocimiento de la audiencia.
No se pierdan la próxima batalla
