Ceremonia 2019: Al cel no le gusta hablar de muerte

9:20 am. Te tomas la pastilla que desde hace una semana evita que pienses en morirte. Hoy es Ceremonia 2019.

9:30 am. Duermes de nuevo.

10:37 am. Despiertas y te alistas para ir a Ceremonia.

11:30 am. Sales de tu casa y caminas al punto de encuentro.

11:49 am. Te compras agua en el Seven y esperas a la banda que se irá contigo.

12:30 pm. Aún no llega la mitad y no conoces a casi nadie y estás ansioso y raro.

12:57 pm. Logran salir.

2:20 pm. Llegas al lugar. Caminas y te das cuenta que han cambiado la estructura. Vas por tu boleto y logras entrar. Saludas gente. Vuelves a notar que todo está cambiado conforme al año pasado: es más grande y está distribuido de manera distinta. Sientes raro, pero bien.

Algo similar

2:37 pm. Esperas sentado a que empiece Tessa Ia. En eso, un amigo que no veías hace más de 13 años te saluda. Platican de la vida, pero sobre todo, de la muerde, era muerte pero al cel no le gusta hablar de muerte. Te cuenta cuánta gente que conoce se ha ido. Le cuentas algo similar.

3:16 pm. Tessa Ia le pone soundtrack a la plática. Suena fuerte y cohesionada. Ves a su mamá, la actriz Nailea Norvind, tomarle fotos orgullosa. Tu compa te cuenta que su mamá se murió hace dos años. La vida y la muerte. El equilibrio.

3:50 pm. Termina Tessa y te das cuenta que estás solo. Te sientes muy solo a pesar de estar rodeado de miles de personas. Caminas a otro escenario. De pronto aparecen la Reina de Egipto y el Príncipe de Noruega. Los saludas. Deciden acompañarte.

Volver a tener fe

4:42 pm. Ves un poco de La Plebada, pero ya sabes que son chidos, así que te mueves con tus acompañantes a ver a Bad Gyal. Reguetón a todo lo que da. El festival empieza a bailar.

6:03 pm. Pussy Riot. Indescriptible y maravilloso. Político y sensible. Lanzan un discurso que resuena en todos lados. Te das cuenta de la cantidad de pañuelos verdes. Esto es una revolución.

7:00 pm. Un poco de Little Jesus, quienes antes de salir, pusieron una canción del fantástico álbum Plantasia de Mort Garson. El Príncipe de Noruega te dice que lo bueno está con Parcels. Desconfías, pero durante la semana has desconfiado mucho, así que decides volver a tener fe…

7:15 pm. …y así ocurre el milagro: Parcels es una locura de felicidad, de ejecución, de sobriedad, de inocencia. Piensas si algún día volverán tiempos más inocentes, menos virulentos. Quizá. Quizá no. Pero por ahora sonríes, algo que no habías hecho durante toda la semana. La Reina de Egipto y el Príncipe de Noruega te devuelven la sonrisa. Algo en ti se acomoda.

Iba a pedirnos perdón

8:30 pm Después de la belleza de Parcels, deciden que lo mejor es Jon Hopkins. Se mueven al escenario y 15 minutos después arranca un destello de electrónica y ambient como hace mucho no escuchabas. Visuales mágicos. Volteas al cielo y te das cuenta que no habías visto las estrellas. Te imaginas qué pasaría si en ese momento de máxima felicidad y trance, cayera un meteorito. Luego piensas que es mejor así. Que es por estos momentos, donde todos sonríen y se conectan, que no cae un meteorito.

9:45 pm. No puedes creer la precisión de horarios del festival. Y así, puntual y certera, arranca Rosalía. Sabes que estás frente a una de las artistas más importantes de tu generación. Piensas en su juventud y ambición artística. Piensas que su voz es un fenómeno de la naturaleza. Bailas. Te sueltas. Todo mejora. Si España iba a pedirnos perdón por algo, una parte ha quedado resarcida con el show de Rosalía.

10:50 pm. Perdiste a la Reina de Egipto y al Príncipe de Noruega. Pero te encontraste con tu amigo Ojos Verdes. Te abraza. Platican. Te sientes un poco más tranquilo en medio de tanta turbulencia. Los separa una valla. Te dice que va a comprarte un agua y regresa. En eso, llega un tipo con gabardina café y los ojos desorbitados. Parece conocerte y te dice muchas cosas de ti. Está drogado al extremo y quiere conectar contigo pero tú sientes que algo en ti falla. Te dice cosas de la vibra y piensas que te está haciendo una radiografía emocional. Todo es muy raro, pero parece que quiere darte un mensaje acerca de la vida. Tú, ávido de respuestas, buscas señales en cada palabra que te dice. Al final te sonríe y te dice: todo estará bien. Se va. Una lágrima cae por tu mejilla.

11:40 pm. También perdiste a Ojos Verdes, pero es por la marabunta que se ha juntado para ver a Massive Attack. Arrancan con un mensaje de unión y fuerza. Te das cuenta por qué es una de las bandas más importantes de todos los tiempos. Piensas otra vez en la vida y la muerte, en la inmortalidad de la música. Recuerdas el meteorito, pero en eso, como acto de magia, aparece una estrella fugaz. Massive Attack transformó la muerte en vida, la destrucción en esperanza. Le dio confort a los azotados y azotó a los tranquilos. Una gloria absoluta. Se te olvida todo. De pronto vuelves a estar.

Nunca nos vamos a recuperar

12:55 am. Te sientes feliz y cobijado por las notas de los de Bristol. Te dan ganas de hacer música así de poderosa. Y en eso, aparece lo que más habías deseado: la voz sanadora de Liz Fraser. Ahí está frente a ti el canto que te ha salvado muchas veces en forma de Cocteau Twins. La ves sublime, perfecta. Es Liz Fraser. Lloras. Es Liz Fraser. Algo en tu alma vuelve a tener sentido. Es Liz Fraser. Un oasis de belleza en un desierto de terror.

01:17 am. Caminas solo por el lugar. Te rodean miles de personas, pero sigues sintiéndote solo. Caminas y no ves para cuando llegarás a Aphex Twin. Piensas en esta reseña. Te cuestionas si tendrá sentido, si el formato es una mamada, si te estás azotando, si vas a decir algo realmente valioso. Logras avistar el escenario. Aparece el logo de Aphex Twin. Un wey a tu lado dice: “no mames, ya salió el sinko peso”. Te ríes. Se va la tormenta cerebral propia para darle paso a la que te va a recetar Richard D. James.

01:23 am. Ya no sabes qué pasa. Luces, beats, mucho frío, un artista que no da concesiones, que hace lo que quiere porque puede y porque se le da la gana. Piensas ingenuamente “¿tocará Avril 14th?”. Te burlas de tu inocencia, pero al mismo tiempo agradeces que exista algo de ella en ti. Los visuales de Richard toman los rostros del público y los deforman, hasta meternos a su estética. Me queda claro que hay dos clases de artistas: los que abren su puerta para que todos entren a su mundo, y los que tienen un mundo propio al cual nos retan a entrar. Aphex Twin es una montaña y un huracán y un tsunami y un terremoto. De esto nunca nos vamos a recuperar.

Dormirás feliz

04:00 am. Por un salto cuántico en el tiempo, perdiste una hora de tu vida. Todos lo hicieron. Regresas a tu ciudad. Piensas en los momentos cuando vivías en el Estado de México. No sabes si es mejor ahora o lo era antes. Tienes mucho sueño. Sabes que vas a regresar a la realidad, a la cotidianidad. Te bajoneas. Quisieras que toda la vida fuera un festival gigante.

06:00 am. Logras llegar a casa. Te acuestas. Piensas en todo lo que ha pasado. Recuerdas a la gente contenta, amable, conciliadora. Recuerdas cuando miles de gargantas distintas fueron una sola voz. Piensas en Liz Fraser. En todo lo que disfrutaste durante el día. En la vida y la muerte. Piensas que una parte de ti sigue viendo lo terrible de todo y quieres huir. Pero gracias a lo que acabas de pasar, te das cuenta que vale la pena seguir vivo para volver a darte cuenta que la música nos une y nos salva. Y si bien parece chiste, te das cuenta que, aunque sea un ratito y en los momentos más oscuros, vivir sí es increíble.

06:03 am. Te duermes. En unas horas, todo volverá a la normalidad. Pero por ahora, a diferencia de otros días, dormirás feliz.

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De Israel Pompa-Alcalá
@thesmallestboy

Fotografías de Yiru
@yiruim

http://nofm-radio.com/conciertos/ceremonia-2019-fotorreportaje/