“A Loose-Fish is fair game for anybody who can soonest catch it.” Herman Melville, Moby Dick
Si la música se parece al mar, y lo habitamos todos, hay especies raras, que se ven poco y extraña vez son capturadas. Aquí surcamos las olas para hacerlos más evidentes.
Amelia Baker
por Anabel Aguirre
@_anabelaguirre
Amelia Baker ha hecho música desde hace mucho tiempo. Es joven, decir que tiene 35 suena exagerado, seguro tiene menos. Siempre a partir del folk, exploró desde las combinaciones con el punk, pasando por lo etéreo y regresando a lo tradicional. Estuvo en la banda Blackbird Raum, posteriormente en Gembrokers y ahora toca en Cinder Well. Siempre ha sido una persona clave en estos grupos. Tiene una voz potente y es multinstrumentista.
Desde hace unos años vive en Irlanda, donde está perfeccionando su técnica de violín. Ya dominaba el banjo con la técnica clawhammer y toca la guitarra con resonador. Tiene una gran técnica vocal, pero jamás pierde calidez y siempre se siente muy cercano su modo de cantar. Es interesante ver cómo un músico puede explorar tantos instrumentos y combinar tantos géneros con el folk.
El último disco que sacó con Cinder Well la acompañan músicos veteranos de Estados Unidos y Noruega, es del año pasado y se llama The Unconscious Echo. Son siete canciones íntimas que exploran temas como la pérdida, las casas abandonadas, traumas generacionales; todos temas complicados y personales. Fue grabado en cinta análoga y pueden escucharlo en cinderwell.bandcamp.com.
Yo recomiendo poner atención a todas las letras porque podrías descubrir Amelia fraseó algo que siempre quisiste decir, o dibujó una imagen que nunca pudiste poner en palabras.
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