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#PecesSueltos presenta: Baby Huey
A Loose-Fish is fair game for anybody who can soonest catch it.” Moby Dick Si la música se parece al mar, y lo habitamos todos, hay especies raras, que se ven poco y extraña vez son capturadas. Aquí surcamos las olas para hacerlos más evidentes. Baby Huey Por Benjamín E. Morales @tuministro En esta columna […]
A Loose-Fish is fair game for anybody who can soonest catch it.” Moby Dick
Si la música se parece al mar, y lo habitamos todos, hay especies raras, que se ven poco y extraña vez son capturadas. Aquí surcamos las olas para hacerlos más evidentes.
Baby Huey
Por Benjamín E. Morales
@tuministro
En esta columna acostumbramos los grandes trabajos o los grandes silencios, pero también hay grandeza en los suspiros y los instantes. Este es un #PecesSueltos diminuto pues se trata de una voz gigante que tan sólo aleteó un par de veces.
James Ramey nació en Indiana en 1944 y murió 26 años después en un motel de Chicago. Cargaba con varios problemas encima, unos más delicados que otros, otros más geopolíticos que otros. Su familia era extremadamente pobre, era afroamericano y sufría un problema glandular que, junto a su apetito tanto por la comida, las drogas y el alcohol, lo mantenían siempre en la raya de los 200 kilos de peso. Hasta aquí todo suena triste, sin embargo hay un toque de alegría: su voz.
Tras una adolescencia promedio para un individuo de las cualidades que hemos enumerado, cambió su nombre a Baby Huey en “honor” al dibujo animado de un pato bebé de enormes dimensiones y fuerza descomunal. También fundó una banda: Baby Huey & the Babysitters. Y comenzó a moverse por diversos circuitos del soul y el r&b. Su nombre comenzó a correr y a interesar.
Pronto Donny Hathaway escuchó del nuevo acto y fue en su búsqueda. Huey explotaba en el escenario, su corpulencia brillaba, su voz era destructiva. Hathaway convenció a la leyenda Curtis Mayfield de Curtom Records para que lo acompañara. El siguiente paso fue ofrecerle un contrato a él, pero no a la banda.
Así se grabó su único disco: The Baby Huey Story: The Living Legend. Sin embargo el cantante nunca lo vio aparecer. Murió poco después de la grabación tras una dosis de heroína que su corazón no pudo soportar. El disco salió en 1971, unos años después de su muerte, y pasó sin pena ni gloria. Años después, la creciente escena del Hip Hop, en busca de beats y breaks, encontró la joya y la volvió más vigente que nunca, volviendo el LP uno de los más sampleados de la historia.
Seguramente Baby Huey pudo haber tenido una carrera dorada, pero no le dio el sistema cardíaco. O tal vez hubiera sido un cantante maravilloso más, entre miles. No lo sabremos. Lo que sí sabemos es que tiene un disco, y es un disco maravilloso. Este drama sólo fue de un acto, pero es un acto para toda la vida.