“A Loose-Fish is fair game for anybody who can soonest catch it.” Moby Dick
Si la música se parece al mar, y lo habitamos todos, hay especies raras, que se ven poco y extraña vez son capturadas. Aquí surcamos las olas para hacerlos más evidentes.
GG Allin (1956-1993)
Por Albert Weber
@AlberthusWeber
GG Allin is an entertainer with a message to a sick society.
He makes us look at it for what we really are. The human is
just another animal who is able to speak out freely, to express
himself clearly. Make no mistake about it, behind what
he does is a brain.
-John Wayne Gacy, a.k.a. Pogo, the Killer Clown
GG Allin fue cantante y lírico de varios grupos musicales durante toda su carrera, no tan sólo de punk, pero también de Spoken Word y country. Sus letras, siempre chocantes y cargadas de un alto contenido ofensivo, trabajaron sobre lo que es el odio mismo: racismo, misoginia, pedofilia. Demostró en última instancia el extremo, negativo para muchos, de la utilización de la música punk como forma de arte. GG Allin manifiesta las peores fobias sociales, no tan sólo visto desde las convenciones de conservadurismo, sino desde cualquier tipo de contrato social moderno.
Es probablemente el punketo más transgresor e incorrecto que se haya parado jamás en algún escenario. Su arte escénica incluía fuertes actos de coprofagia, automutilación, masturbación y, en general, una actitud agresiva, muchas veces violenta, hacia el público en cuestión. Dentro del mito que GG Allin significa, se decía de él haber violado varias personas en el escenario (mujeres y hombres por igual), así como animales de granja. Varias lesiones perpetuadas a asistentes de sus conciertos fueron documentadas, y sus actos de agresión a sí mismo fueron tan exagerados que en alguna ocasión perdió seis dientes golpeándose con un micrófono. Fue, sencillamente, el degenerado más espectacular en la historia de la música popular.
Lo que hay que entender de GG es que fue un artista tan extremo como lo fue honesto. Su discurso, dirigido con odio hacia todos y todo, fue único e irrepetible. Su postura, siempre tan hiperbólica y fuera de toda razón o consentimiento del “buen gusto”, fue una fría burla hacia lo que somos y seremos en nuestra absurda y pasajera existencia. GG Allin recuerda a veces a la fascinación por los asesinos seriales, pues el interés por el tema, por más desagradable que resulte a nuestras convenciones más aburguesadas y conformistas, inevitablemente despierta una introspección sobre la dicotomía inherente del individuo, al estar inserto en una sociedad y en una especie. GG Allin es una decisión. Decidió hacerse el peor reflejo posible del lado más oscuro de la psique colectiva norteamericana, manifestando abiertamente (MUY abiertamente) las depravaciones e hipocresías morales del sueño americano. ¿Pero cómo lo hizo? ¿Escribiendo sobre ello y criticándolo? ¿Escenificándolo en vivo? No. Sólo convirtiéndose verdaderamente en lo que odiaba, Allin pudo conceptualizar de una manera tan auténtica eso de lo que nadie (tal vez sólo The Mentors) estaba cantando.
Contar su historia es narrar los intentos del que quiso recuperar al rock de las garras corporativas, y regresarlo a su origen transgresor: “I’m trying to bring danger back in to rock ‘n’ roll and there are no limits…”. Este es el controversial y torcido mito de GG Allin, la realización conciente del lado más negativo, nihilista y crudo de la música popular:
Jesus Christ Allin, nació el mismo día que mi padre, el 29 de agosto de 1956. Mi padre no tiene nada que ver con él, pero el dato me fue importante para darme cuenta que este año GG cumpliría 60 años.
Fue criado junto con su hermano mayor Merle (posteriormente bajista de su banda, The Murder Junkies) en un ambiente de reclusión y fanatismo religioso propiciado por su padre. Los hermanos Allin mencionaron en varias entrevistas haber vivido su infancia en una cabaña alejada de toda civilización en el norte de New Hampshire, sin agua potable o electricidad. Junto con su madre, la familia vivió totalmente recluida, prácticamente secuestrada por la demencial y obsesiva mano del progenitor. Desde su nacimiento hasta sus 5 años, GG vivió en claustrofóbica paranoia, donde era prohibido cualquier contacto con otras personas, y la idea misma del placer o del entretenimiento era un pecado imperdonable. La familia pudo escapar para 1961, después de varios intentos fallidos, sólo para caer en manos de otras figuras paternales igualmente obsesionadas con la violencia, el abuso sexual o las armas. GG recordaría esta etapa de reclusión infantil como el suceso que lo convertiría en él mismo. Incluso retomaría la simbología cristiana del cuerpo, diciendo que el suyo era el “Templo del Rock & Roll”. Años después, sus heces y secreciones serían disparadas contra auditorios en shock siguiendo el concepto sacramental de la comunión.
No es demasiado aventurado pensar que GG desarrolló ciertos síntomas mentales heredados desde esta condición, además de múltiples traumas de personalidad. Durante su adolescencia fue un muchacho sumamente retraído, manteniendo pocas relaciones con otras personas de su edad. Sus compañeros de clase posteriormente dijeron que era la persona más anormal de todo el instituto, y se travestía con la ropa de su mamá por su obsesión con los New York Dolls. Con los pocos amigos que tuvo dijo haberse inmiscuido en crimen, vendiendo droga y robando autos baratos. Desde esta etapa GG era un ser odiado en su comunidad, pero él no tenía ningún problema con eso, él odiaba TODO. Y eso es algo particular de GG, pues nadie estandarizó tan horizontalmente el sentimiento del odio. Odio y putazos para todos por igual. Odio sin discriminación alguna.
Desde su salida del colegio en 1975, Allin fue el frontman de distintas bandas esporádicas, como Stripsearch, The Jabbers, The Scumfucs o The Texas Nazis. Sin embargo, para la mitad de la década de los ochenta, GG ya era alcohólico y heroinómano, y consumía habitualmente cualquier estupefaciente que le fuera ofrecido. Debido al exceso su personalidad se polarizó aún más y se convirtió en un miembro imposible de tratar para cualquier banda con la que se involucrara. Esto hizo que, muy interesantemente, GG Allin sea uno de los músicos punk más prolíficos de su tiempo, al haber colaborado de distintas formas con más de una docena de bandas, grabando sencillos, EPs, Splits y discos completos de cualquier manera posible. Allin no mantenía ningún contrato con disqueras o productoras. Su manutención consistía de grabar todo lo posible, con quien quisiera, producirlo como fuera, venderlo él mismo y estar siempre de gira. No tenía un domicilio permanente y no se le conoció algún lugar el cual pudiera considerar un hogar.
Así como John Lennon o David Bowie, Allin también tuvo una fuerte presencia y enamoramiento con la ciudad de Nueva York. Aunque desde el 85 ya había practicado la defecación en el escenario, fue aquí donde sus presentaciones empezaron a volverse cada vez más extremas, muchas veces vaciando los auditorios en los que tocaban los Murder Junkies, su proyecto más estable. Dado a la naturaleza de sus actos en vivo, GG fue arrestado un sinnúmero de veces. De acuerdo a su rebelde filosofía, GG Allin tenía una idea del momento. En una entrevista llegó a afirmar que el futuro no tenía ningún significado para él, y sólo su persona y satisfacción presente importaban. Su hermano Merle mencionó también que la planeación de los tours tenía que pensarse siempre en términos potenciales: no podían –nunca- estar seguros de poder asistir a todos los compromisos porque era bastante probable que en el transcurso del tour GG fuera arrestado o llevado al hospital por cualquier exceso imaginable. La ambición artística de GG era tanta que prometió a sus fanáticos un acto último, una opus magnum sin ningún precedente alguno en la historia de la música: GG se suicidaría en el escenario en Halloween de 1989, a sus 33 años, la edad de la muerte del mesías por el cual fue bautizado. El evento no ocurrió, pues GG fue arrestado poco tiempo antes, aunque aclararía posteriormente que lo llevaría a cabo en el momento de su más álgida realización, el cual no había llegado.
Pasaron algunos años. GG estuvo dos de ellos en la cárcel bajo cargos de violencia contra una de sus parejas, período en el cual escribió The GG Allin Manifesto. Tras su liberación vivió un período de gran inspiración, incluso experimentó con el country a manera de tributo a su más grande ídolo, Hank Williams.
El tan esperado suicido artístico, la conclusión simbólica pero definitiva del ciclo del Rockstar jamás llegó. GG murió el 28 de junio de 1993. Pasó toda su carrera artística personificando al antihéroe del folclor norteamericano, el mesías abortado de la contracultura y el enemigo más público del sueño más americano; todo para morir de una sobredosis de heroína, la misma forma en la que lo hicieron en su momento tantos de los grandes íconos a los cuales quería desacralizar. Conscientemente o no, GG Allin logró su cometido de ser la figura más odiada por la misma sociedad que lo engendró. No era ningún poeta, tal vez ni siquiera un artista conciente, pero, demente o no, su imagen y su obra representan la personificación más ácida, la más auténticamente repudiable, del fracaso último que es nuestro tiempo presente.