“A Loose-Fish is fair game for anybody who can soonest catch it.” Herman Melville, Moby Dick
Si la música se parece al mar, y lo habitamos todos, hay especies raras, que se ven poco y extraña vez son capturadas. Aquí surcamos las olas para hacerlos más evidentes.
Radio Werewolf
por Albert Weber
@Alberthus Weber
Radio Werewolf fue un colectivo mágico musical fundado en la ciudad de Los Ángeles en 1984 por Nikolas Schreck (vocales), Evil Wilhelm (batería), James Collord (bajo) y Nathan Pino (Hammond, teclados). Desde el inicio, el proyecto fue pensado como algo más que una sencilla banda de rock, pues aunque retomara los ritmos del Deathrock popularizado ya por bandas como Bauhaus o Christian Death, o el fascinante Post-Punk de Joy Division o Siouxsie & The Banshees, los integrantes de Radio Werewolf estaban convencidos de hacer magia con su música. En efecto, la banda afirmaba formar parte de un movimiento musical-espiritual enfocado en elaborar un sonido específico que ellos mismos llamaron la “frecuencia dominante” (también llamada “frecuencia alfa”), diseñada para evocar sentimientos puros de poder, armonía y purificación. Nikolas Schreck llamó a esta práctica, literalmente, como magia sónica, y la presentó como la revolución sonora y espiritual que revolcaría los decadentes y superficiales valores americanos a cambio de una nueva época espiritual, liderada por las juventudes.
En ese locuaz y excéntrico ambiente de los ochenta en Los Ángeles, Radio Werewolf encontró una escena musical que entendió y adoptó a la banda desde un inicio. Con líricas cargadas de un esoterismo de literal tendencia satánica y con apenas pocas presentaciones en vivo (eso sí, llenas de disfraces inspiradas en el cine clásico de horror, teatralizaciones y sesiones espiritistas durante las canciones), Radio Werewolf se hizo rápidamente de un fiel séquito de seguidores. En el complicado ambiente político de la década, la banda organizó sus eventos bajo el nombre de “youth rallies” en clara referencia paródica a las congregaciones masivas de las juventudes fascistas de distintos regímenes totalitarios de mitad de siglo. Dichos conciertos fueron éxitos de culto, y Radio Werewolf se presentó en teatros legendarios de Los Ángeles como el Whisky A Go Go o el Roxy, además de clubes del underground gótico de la época, como The Krypt o el Zombie Zoo.
Sin embargo, sus abiertas referencias al satanismo y al nacionalsocialismo hicieron que, fuera del séquito que entendía su estética, su humor y su desenfadada clavadez, la banda fuera vista con odio y rechazo por autoridades y medios. A pesar de su repentino éxito y presencia en la escena, Radio Werewolf fue grabado y distribuido únicamente a través de bootlegs y grabaciones de estudios independientes que difícilmente podían maquilar un lanzamiento grande. La única canción decentemente producida que nos queda de la época es el sencillo de “Buried Alive”, que muestra la exquisita letra de Nikolas y la creatividad de la banda en su conjunto. La atmósfera es seria y directa, y a pesar del tono humorístico con que la banda se presentó antes en vivo, acá encontramos una composición llena de auténtica desesperación, melancolía y una ambientación de la más alta calidad estética de rock gótico.
Mientras otros artistas de Deathrock estaban cantando sobre actores expresionistas o clásicos de cine, Radio Werewolf llevó las cosas un poco más lejos, y su material es recordado como demasiado controversial para la época. Canciones como “Pogo The Clown”, “Triumph of the Will” o “Incubus” hablan literalmente sobre temas de asesinos seriales, propaganda nazi o necrofilia, y los medios no se hicieron esperar. La banda fue invitada un sinnúmero de veces a talk shows amarillistas y programas de radio de conservadores de extrema derecha, todos querían saber un poco más acerca de qué iba exactamente Radio Werewolf y qué querían decir. Sin embargo, sus apariciones públicas en televisión siempre estuvieron acompañadas de vestuarios extravagantes y exagerados, además de respuestas crípticas y espiritualistas sobre sus posturas ideológicas, por lo que, en el fondo, nadie entendió nada. Incluso hicieron una satírica aparición en la película de horror cómico Mortuary Academy, de 1988, tocando su canción 1960 “Cadillac Hearse”.
El 8 de agosto de 1988 (8-8-88) se llevó a cabo en las avenidas principales de San Francisco un desfile masivo de temática satánica. En dicho evento se dio una colaboración en vivo de Radio Werewolf con la multitalentosa artista Zeena (posteriormente Zeena Schreck por su unión en matrimonio con Nikolas), conocida en ese momento por ser la hija de Anton Lavey, el fundador e ideólogo central de la controversial Church of Satan desde su creación en 1966. Zeena, quien en este entonces fungía como Alta Sacerdotisa de la congregación de su padre, salió al escenario vestida como el personaje de Ilsa, la loba de la SS, inspirada en la sexosa película canadiense de nazi-splotation del mismo nombre.
Esta fue la primera colaboración de Zeena en la banda. Muy prontamente su papel en el colectivo sería paralelo al de Nikolas, componiendo, cantando y diseñando todo el arte de la banda. De hecho, de 1990 a 1993 Radio Werewolf tocó exclusivamente en Europa, asentados como colectivo artístico en la capital austriaca de Viena. Esto marca claramente una nueva etapa para la banda como tal, además de haber renovado la plantilla de músicos, pues ni Evil Wilhelm ni James Collord quisieron seguir con el proyecto fuera de Estados Unidos. Con una nueva alineación que constó con Christophe D. en las percusiones y Vladimir Rosinski en la viola, Radio Werewolf se renovó por completo, buscando alcanzar diferentes niveles de creatividad, una nueva inspiración en el viejo mundo, y alejarse del ambiente farandulero de California que ya se había vuelto sencillamente cansado. Fue también una nueva forma de exploración mágica, pues ambos fundaron una nueva secta llamada Werewolf Order (órden del lobo o del hombre-lobo), ahora alejada del satanismo de corte Laveyano y de la figura del padre autoritario. En esencia, su filosofía espiritual fue mejor y más íntegramente recibida en Europa, y esto, junto con la incorporación de músicos más entrenados, dio espacio también para una experimentación musical de niveles no esperados, alcanzando un fino estatus de vanguardia y una mezcla de estilos técnicos tan inusual que hace de Radio Werewolf uno de los proyectos de Deathrock más eclécticos y multifacéticos que jamás hayan existido, así como uno de los intentos más ambiciosos de llevar a la música a un plano más allá del simple entretenimiento, trascendiendo hasta la filosofía, el espíritu, y la magia como práctica de la voluntad.