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#PunkRockJesus 7. The Goon: de cuando Eric Powell reinventó a los anti-héroes

- Por: helagone

Parezco un gorila rasurado con seis kilos de carne molida
como cabeza, ninguna mujer hermosa estaría interesada en mí
a menos que quiera algo. Eso lo aprendí hace mucho.
Goon, Cuento de navidad

Los anti-héroes son personajes muy comunes  desde que se cuentan historias. Esos personajes se manejan en la delgada línea gris entre el blanco y negro, su moral es bastante retorcida, son capaces de torturar, asesinar, para lograr lo que ellos consideran correcto.  Desde inicios de la última década del siglo XX, en los comics de mallas (superhéroes) tomaron gran popularidad. Especialmente en Marvel Comics que nos trajo de mano de grandes escritores y dibujantes a personajes como Punisher, Venom, Wolverine. Y por supuesto el mercenario más querido (y odiado) en la industria: Deadpool. Ellos son algunos de los ejemplos de anti-héroes, que siguen vigentes hoy en día.

Estos personajes nos recuerdan que a pesar de que los malos siempre ganan, tenemos que seguir y seguir. No importan los golpes, los fracasos. La mayoría de las veces tenemos que entrar en el juego de los villanos para vencerlos. “La bondad, es para los débiles”, decía el Punisher en Zona de Guerra de Greg Rucka, una de las series más violentas del ex veterano, aunque a la vez nos da una lección de amor. Ser un anti-héroe no te convierte en un villano. Al contrario, estos son personajes llenos de dolor, de amor, de rabia. Por eso son mucho más humanos que los héroes súper poderosos que siempre saben cómo actuar sin romper ningún hueso.

The Goon

En esta categoría entra The Goon. Pero Eric Powell lo lleva mucho más allá. Con una historia de pérdidas de seres queridos desde el abandono de sus padres, al cuidado de su tía que trabajaba como la mujer ruda y fuerte en el circo, Goon fue aprendiendo a que en las calles se sobrevive luchando. Al final su tía es asesinada por el mafioso más poderoso de esa caricatura de la América profunda, basada en las películas serie B, las historias de horror, zombis, monstruos. Goon mata al asesino de su tía despedazando su cara con una piedra para luego quedarse con su agenda de cobro de derecho de “pizzo”, la cual sigue usando para recolectar algo de dinero, ocultando que el mafioso ha muerto.

¿Y qué sería de un héroe sin un acompañante? Goon lo tiene en la figura de Franky, un enano psicótico que más que ayudarlo lo mete en problemas cada que visitan el bar en donde se reúnen. Con una serie de villanos sacados de las peores películas (y por lo tanto las mejores) serie B, como el Doctor Jerónimo Aleación, científico loco, el sacerdote zombi, Powell narra las aventuras de Goon y Franky. Y qué decir del libro dos donde se narra el origen de esta dupla de psicóticos dedicados a defender a la gente buena de la ciudad ante el avance de los villanos que no los dejan vivir en paz.

Eric Powell reinventó al anti-héroe

Eric Powell comenzó en la industria del comic de la mejor forma posible. The Goon le dio cinco premios Eisner. Y, pesar de que (aún) no lo atrapan las grandes empresas de comics para que dibuje hombres en mallas (aunque ha hecho algunas portadas para Marvel y DC además de un par de especiales de Superman Bizarro y los X-Men), su talento se mantiene en todo lo alto. Hillbillis, su nueva serie, es sencillamente genial. Con ese estilo de dibujar y contar historias alejado de lo que ahora es la norma, Powell se va por lo que a él le interesa.

The Goon es el alter ego ideal para este sureño con problemas mentales que es bastante respetado por los grandes de la industria. Tan es así que el único crossover posible para The Goon fue ni más ni menos que con Hellboy en coautoría con Mike Mignola.

Con The Goon, Powell reinventa a los anti-héroes. Retoma esa idea de la literatura noir, de las películas de ciencia ficción en las que el protagonista no puede ser más que un tipo duro, feo, comprometido con ayudar a los más débiles contra el lado oscuro (¿recuerdan a Han Solo, Mad Max, John MacClane…?) sin importar las consecuencias.

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Jorge Tadeo