Cuando pensamos en 1968 nos vienen a la mente movimientos sociales, cambios, jóvenes en las calles. Sin embargo, pocas veces pensamos que la revolución viene en distintas formas y de distintos orígenes. Y en 1968 se gestó en el arte popular una colección que sigue provocando cejas alzadas y bocas abiertas. Se trata nada más y nada menos que de la obra de Cynthia Albritton, artista y groupie estadounidense, mejor conocida como Cynthia Plaster Caster.
Cynthia saltó a la fama en 1968, año en que decidió aprovechar sus actividades como groupie y se dedidó a esculpir en yeso los penes de rockeros, ingenieros y mánagers de la época. La idea surgió cuando su maestra de arte en la universidad les dejó de tarea esculpir en yeso un objeto sólido, que pudiera conservar su forma. La tarea hizo magia con su deseo de salir de su pueblito de Chicago y seguirle el paso a los rockstars del momento.
La artista pronto se intasló entre la banda de groupies y empezó a hacer experimentos escultóricos. Uno de sus primeros conejillos de indias fue Keith Moon. En ese momento Cynthia no había decidido trabajar con yeso, sólo sabía que tenía que sacar un molde. Entre loquera y rock and roll, la pareja decidió intentarlo con cera ablandada en un foco. Afortunadamente, la cera no se derritió sobre el pene de Moon. De ese primer fracaso, Cynthia recuerda con cariño su primer delantal: una pierna que el baterista le arrancó a sus pantalones acampanados, y que Cynthia guarda sin a haber lavado nunca.
Muy pronto se corrió la voz entre los rockeros, y varios intentaron formar parte del proyecto de Cynthia, quien aún no lograba hacer un molde que permaneciera sólido. El primer caso de éxito llegó con Jimi Hendrix. Cuando el guitarrista dio dos conciertos en Chicago, Cynthia ya tenía claro que debía hacer el molde con yeso. Junto con su amiga Diane siguieron al guitarrista a su hotel. Al contarle lo que pretendían, Hendrix les dijo que había escuchado de su proyecto y aceptó ser inmortalizado.
Cynthia cuenta que todo fue un tanto caótico. Ella colocaba el yeso en un molde dental con el que envolvía el pene. El problema con Hendrix fue que no lubricaron su vello púbico, por lo que quedó atrapado en el molde. Las dos amigas tuvieron que retirar vello por vello hasta liberar al legendario guitarrista. Cuando se supo libre, Hendrix se movió lo que causó que el molde perdiera un poco su forma. Finalmente, las ansias llevaron a Cynthia a abrir el molde antes de que el yeso estuviera del todo seco, por lo que las escultura se quebró, pero no se rompió. Lejos de entristecerse, Cynthia llamó a esa primera escultura su Venus de Milo, pues lucía como arte griego.
A Jimmi Hendrix siguieron varios músicos. Durante años, Cynthia inmortalizó a músicos y agentes de la industria como Aynsley Dunbar, Jello Biafra, Chris Connelly, Wayne Kramer, Jon Langford, Jim Croce, Genne Simmons, entre otros. Estos dos últimos, le dedicarían a Cynthia las canciones “Five Short Minutes” y “Plaster Caster“, respectivamente.
Años más tarde, ya con el nombre de Cynthia Plaster Caster, la escultora conoció a Frank Zappa. Y aunque él no estaba interesado en posar para Cynthia, se le ocurrió montar una exposición con su trabajo. La escultora se mudó a Los Ángeles, pero la exposición nunca sucedió. Ninguno de los grandes rockeros de la época quería formar parte del proyecto Plaster Caster y ser exhibido. Al final, tanto Zappa como la escultora se dieron por vencidos. Este fracaso trajo más problemas.
Mientras esperaban si la exposición se realizaba o no, las esculturas quedaron a resguardo de Herb Cohen, socio de Zappa. Cuando la idea se vino abajo, Cohen se negó a devolverle las piezas a Cynthia. Al final todo tuvo que resolverse en la corte. Cynthia recuperó 48 moldes, pero no las esculturas originales.
En el año 2000, Cynthia ya era reconocida como groupie legendaria y como artista. Empezó a trabajar con gente de cine y a esculpir senos también. Expuso su trabajo en pequeñas galería y puso a la venta algunas réplicas. En 2017, la cineasta Jessica Villines filmó Plaster Caster, un documental sobre la vida y obra de Cynthia. En ese mismo año, el museo MoMA PS1 en Queens expuso sus piezas, y el Salón de la Fama del Rock le pidió algunas para que formaran parte de la colección del museo. Sin embargo, como es un museo familiar, las esculturas no están exhibidas y sólo foman parte de la colección privada.
Actualmente, Cynthia se dedica a una fundación que lleva su nombre y que apoya a artisas, cineastas y músicos para lanzar sus proyectos. A la fecha, sigue sosteniendo que de todos sus modelos, Jimi Hendrix siempre fue su favorito.