La televisión y la música tienen una relación muy complicada y absolutamente emparetada. Esta pareja ha dado a luz muchos mitos, muchas historias, muchos eventos épicos, y un par de dramas tremendos. Justamente de una de estas escenas caprichosas queremos platicarles hoy, y se llama The Jon Brion Show.
Hace unos años apareció sin demasiada explicación un video que presentaba un piloto recuperado de un viejo VHS. Se decía que se llamaba The Jon Brion Show, y que era un proyecto rechazado por VH1 de MTV. Y más importante, presentaba una sesión perdida del trágico y genial Elliott Smith. La grabación es la siguiente, y sí son más de cuarenta minutos muy perrones.
Pronto las teorías surgieron, y la trama se volvió más interesante. Resulta que dicha cinta es dirigida por el muy premiado y admirado Paul Thomas Anderson, y no sólo eso, sino que no era The Jon Brion Show, sino The Jon Brion Show. Ya sabemos. Es complejo, pero ahí va la explicación.
Resulta que existe Jon Brion, y por ahí se debe empezar. ¿Quién es? Pues un productor y multinstrumentista gringo muy respetado y, ante todo, enorme compositor para cine. De hecho ha generado un pequeño culto a alrededor de sí mismo y los artistas con los que ha trabajado (dato curioso: es coproductor del Late Registration de Kanye West, ahí para que calen). Y en los noventas todavía coqueteaba con la vida frente a los refectores.
Ese primer relumbrón lo llevó por la extraña senda de la televisión. Y sí, grabó un piloto para VH1 llamado The Jon Brion Show. Y sí, fue rechazado, y también es un programa simpático y muy armónico con los modos y tonos de su década, en el que, por cierto, también participa Elliott Smith. Pero no es The Jon Brion Show del que todo mundo habló. Ese es otro.
Tras este primer rechazo, un muy joven Paul Thomas Anderson, que ya comenzaba a trabajar con Jon Brion, decidió pasarla suave con el show. Evidentemente lo cambió por completo.
El director de cine era muy fan de los shows que Jon Brion montaba en el club Largo, de Los Ángeles, en donde invitaba amigos y demás creaturitas a tocar con él un par de horas. Y justamente esa era la idea. Y Anderson quiso ser parte de eso.
Por lo mismo rentó un estudio, algunas cámaras, luces y él pagó por todo. Y claro, se invitó a Elliot Smith de vuelta, pero también a Fiona Apple e incluso a Bette Midler. Se encendieron las cámaras y el resultado es The Jon Brion Show, que no es The Jon Brion Show, pero que ahora es completamente The Jon Brion Show.
Justamente por esta circuntancia el famoso piloto se siente tan relajado y tan enfocado en resaltar lo que está pasando entre los músicos y la audiencia. Nunca fue más que un divertimento, una ocasión para pasarla bien de manera muy cara. Y bueno, cabe resaltar que las grabaciones con Fiona Apple o Bette Midler jamás han salido a la luz. Al final The Jon Brion Show no nació para prosperar, sino para vivir un par de horas.
Les pasamos el The Jon Brion Show original, a ver cuál prefieren. Nosotros ya tenemos favorito.