Transexual. Transgénero. Música. Intros. Cerveza. Luces. Feminismo. Fabuloso. Gente. Dibujos. La presentación del álbum de Luisa Almaguer en el Centro Cultural Border se convirtió en una fiesta feminista. Con escenografía de la exposición Callejeras y Revoltosas. 6 años de artivismo feminista-cuir en la CDMX, luces rosas, ilustraciones en paredes, olor a flores y cervezas con tinta de labios en las boquillas, las personas, la música y los outfits son inventados y bien llevados. Los grupos musicales tenían atuendos cuidadosamente elegidos y el maquillaje perfecto. Personas que buscan cambios y matar al patriarcado. Todas fabulosas sin que alguien marcara lo que es belleza. Colores y teatro parecieran ser la naturaleza de las personas en esa sala. Llena de escenas de pasión, y lucha.
El primer grupo fue La bruja de Texcoco, cuyo su tema principal es el desamor. La artista hizo que todos en la sala escucharan, cantaran y bailaran al compás de sones y huapangos. Conversaciones íntimas entre el público, historias de su prepa, amores no correspondidos, y dedicatorias acompañaron sus canciones.
El segundo grupo invitado fue Manitas nerviosas que cambió la esencia y la energía de las cuerdas del cello y la guitarra de La Bruja de Texcoco. Dieron pie a la onda sintética con sonoridades electrónicas. Las zapatillas altas, plataformas, charoles, huaraches y zapatos deportivos se movían naturalmente, parecían bailar y crear una atmosfera cósmica.
Como último número llegó el álbum Mataronomatar que todos estaban esperando. Luisa Almaguer hablaba puramente de sus experiencias personales y con el color de su nueva vida. Presentación con falda negra, tacones, labial rojo y movimiento de caderas creando una magia que invocaba a las personas que venían de todos los rincones de la ciudad. El espacio era para las personas que se cansan de caminar y pretender ser lo que no quieren, sólo por ser impuesto por el patriarcado.
En la presentación de este trabajo, con compañía del 20% hombres, 40% mujeres, y el %50 de personas no binarias, pude encontrar a gente que en épocas pasadas de mi vida. Jamás imaginé volver a ver a esas personas y menos aquí, gente que solo reconocí por Instagram estaba también y gente que por primera vez ví. Todos y todas intercambiamos gestos de sororidad, paz, baile, colores y bromas que sólo las amigas entienden entre sí. Todos armando un espacio de respeto y diversión.
Se podía observar dibujos que las personas hacían de las bandas, gente escribiendo y otras tomando fotografías. Toda la comunidad se trataba de amistades. Identidades que tenían en común el apoyo y querer decir lo que tienen que decir y buscar la manera de comunicar de forma creativa. Ser la persona que quieren y cambiar las veces que sean necesarias.
Así, la música de Luisa Almaguer rompe barreras y estereotipos logrando enamorar con letras que no muchos quisieran escuchar. Su audiencia logra entender el mensaje que Luisa quiere comunicar: probar todos los parámetros sin pensar si es aprobado o no.
Sólo por mencionar un par de rolas que el álbum contiene, (para que mejor vayan a escucharlo), “Básica”cuestiona los prejuicios que se tiene comunidad LGBTTTTI sobre gustos. “Ecosistema climax” estuvo acompañada de una introducción en la que Luisa Almaguer menciona a México como ‘’un ecosistema que no cambia, como si fuera natural’’.
Mataronomatar tiene mucho que ofrecer. Es un medio por el cual las personas pueden compartir y luchar por un cambio, creando y siendo libres. Mediante su música, que es un medio universal, Luisa Almaguer invita a ser parte de una lucha compartida entre seres distintos, da a pie, para lograr nuevas propuestas capaces de derrumbar la lógica del orden simbólico.
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Wendy Caravantes –@Herondalex3
Fotos de Ricardo Cobos – @ricardocoboslopez
http://nofm-radio.com/estrenos-2/topless-8-estrenos-musicales-compactos/