por Óscar Muciño
@opmucino
viñetas de Julián Cicero
@pizzafrianofm
Existe una lucha entre la rutina expuesta y el público que se recibe, en muchas ocasiones media un desconocimiento de ambas partes. De este desconocimiento surgen las mejores o las peores relaciones, porque ni el público debe adaptarse a una rutina ni la rutina debe adaptarse a un público, la química ocurre espontáneamente, en el mejor de los casos. Aunque la risa no puede forzarse, la risa fingida se nota de inmediato, inclusive la carcajada fingida; un orgasmo puede fingirse sin ser descubierto, la risa no.
El conductor de la sexta jornada del Stand Wars fue Fran Hevia quien tuvo que sortear al inicio un público apagado y después a un público en descontento, pero que siempre logró las risas entre la audiencia, uno de los momentos de mayor hilaridad fue con su gag sobre la voz oficial del canal Telehit.
El turno primero correspondió a Ale Ley, chica de 31 años originaria de Tehuacán, Puebla. Actriz que nos hizo recordar que apareció en aquella telenovela llamada Carrusel de la Américas y que va desgranando gags sobre algunos de sus compañeros en la televisión, y nos cuenta la anécdota de cuando una señora le dijo: “No te vayas a ofender pero te pareces mucho a Alejandra Ley, a esto siguen referencias cómicas a su peso, para dar paso a otras observaciones sobre su preferencia sexual: es una lesbiana que saca gente del clóset y que posee un dedo que cotiza en la bolsa, y a quien además le ha pasado uno de los peores deslices para una lesbiana, embarazarse por accidente. Uno de los momentos más hilarantes de su rutina es cuando actúa su experiencia fallida al querer dar una chupada a un pito.
El número dos en el escenario fue Renato Guillén, oriundo de la CDMX y también de 31 años, estudiante de letras que comienza hablando de una aplicación para que los pederastas liguen y a la que llamaría “Kinder”; también expone su propuesta sobre hacer exámenes de drogas a los guionistas y repartirlos de acuerdo a la sustancia que consumen (ácido para Sabadazo; peyote para La Rosa de Guadalupe; y cocaína para los infomerciales). Nos cuenta los distintos tipos de exorcismo dependiendo la religión. Aclara que el no quiere que la mariguana se legalice, quiere que se expropie, que toda la mariguana producida en el país sea sólo para los mexicanos, propuesta que califica mejor que una reforma educativa. Se da tiempo para hacer un segmento de imitación de Stephen Hawking y darnos un reflexión sobre las posibilidades de la autofelación, porque al final de cuentas: “no te la están mamando, tienes un pito en la boca”.
El tercer turno fue para Pachis, quien comenzó su rutina con un bajo volumen de voz y aclarando que sufre de pánico escénico, sin contar que se considera una incómoda social. Conforme avanzó su presentación Pachis tomó confianza y se veía más encanchada, contándonos sus experiencias con los productos milagro vendidos en infomerciales que te hacen terminar con los ojos grandes y las “bubis” azules, la asistencia de solteras a bodas, quienes tienen que sufrir las invitaciones a bailar de gente que se va alcoholizando y las peleas por el “ramo de la novia”. Cuando quedaban 3 minutos para completar su rutina, vio la 3era bandera roja. El público recibió con una evidente desaprobación este hecho, hubo abucheos contra la decisión y gritos a favor de Pachis. Entre todas las eliminaciones que han ocurrido nunca se había manifestado el público con tanta fuerza en contra. Aún así, Pachis abandonó el escenario.
Tras este incidente subió al escenario la dueña del último turno: Marcela Lecuona. Quien se describe como guapa y pendeja, lo cual la hace parecida al presidente. También se asume como alcohólica y en algún momento de la rutina se acerca a una mesa para dar un trago a su “pachita” o “riñonera”. Afirma que las mujeres casadas viven calientes y emputadas. Durante su estancia en el escenario entabla un diálogo, entre agresivo y cábula, con los amigos de Pachis, a quienes les pide que no estén amargado y que disfruten de su presentación. Uno de sus mejores momentos es cuando nos cuenta una forma de venganza que tiene con sus parejas: llega a un baño público y embarra sus nalgas en el retrete, para que al llegar a casa su pareja se las bese a plenitud.
Una vez concluidas las presentaciones vino la votación.
En esta sexta jornada el tercer lugar lo ocupó Renato Guillén con una puntuación de 318, el segundo lugar fue para Alejandra Ley con 528, y la ganadora de la noche fue Marcela Leucona con 560. Alejandra y Marcela pasan a la semifinal.
Pd. Especial reconocimiento a DJ Franca, quien ha mantenido el Xaman Bar siempre con una música de lo más agradable, acertada, fina y lounge.