TODO MENOS MIEDO

EN VIVO

EN VIVO

#VamosAlStandUp. Hugo Blanquet y Luiki Wiki: la transferencia y el carnaval

- Por: hellagone

Por Óscar Muciño
@opmucino
Ilustraciones de Julián Cicero
@pizzafrianofm
La experiencia del público en un show de monólogos cómicos está mediada por un clima particular. A diferencia de un concierto de rock, el público no está de pie ni conglomerados uno junto al otro. Por ejemplo, en “La boveda”, donde acudimos a otra sesión de la temporada de stand-up, había mesas ocupadas por más de cinco personas, ninguna con menos de dos personas. Aun así, se crea una atmósfera común a todos los asistentes que nos hemos reunido no para reír, sino para que “nos hagan reír”, tejiendo una relación con el comediante que sube al escenario.
Del intercambio entre humorista y público depende que se concrete la risa. Se dice en psicología que cuando ocurre la transferencia entre paciente y terapeuta, este último se enferma un poco para coincidir con el paciente e interiorizar su padecimiento. Aquí el humorista se muestra como el enfermo para que la audiencia ría de él, de su exposición.
Jung veía que el fenómeno de transferencia procedía desde la conjuctio de los alquimistas y en las ideas de Nietzche encontramos similitudes con su descripción de las fiestas dionisiacas, pues en la experiencia carnavelesca es fundamental la empatía popular, el conjunto se vuelve un “sólo individuo”. Por ello, en un show cómico la transferencia se hace imprescindible para que pueda llegar a buen puerto la actuación.
Hay que tomar en cuenta que el humorista es un moralista, que no un moralino. Existe una moral muy amplia y a partir de ella cada quién va elaborando su ética.
Si el humorista es un moralista es porque en su acto recrea composiciones morales, o humorísticas. Toma peculiaridades morales para mostrarnos su absurdo y convocarnos a reír. Se enferma. Va realizando sanciones en este elegir rasgos a resaltar, tanto durante su discurso como en el personaje que crea cuando se sube al escenario.
Raúl Meneses
El anfitrión de la noche fue Raúl Meneses quien realizó la apertura del micrófono. Él en su rutina decide hablar de su estatura y de su preferencia sexual. Aderezándolo con chistes sobre fiestas familiares de personas de escasos recursos.
Antes de los actos estelares hubo un par de rutinas cómicas. Una de Pablo López Morán quien tocó temas peliagudos, algunos bien resueltos otros en los que la risa no aparecía, incluía chiste sobre la guardería ABC o de abierto tono incorrecto.
Pablo López Morán
Otra de Pachis quien representa a una chica sola, actriz que relata sus sufrimientos en castings. Acertada decisión dar oportunidad a comediantes que comienzan a enfrentarse al público, pues ambos actos sirven para ir afianzando el clima cómico del lugar, que las risas comiencen a surgir y luego dar paso a los actos principales.
Pachis
Ya instalados en los actos estelares, el primero en presentar su rutina fue Luiki Wiki, un comediante norteño afincado en el DF que inicia con bromas enfocadas a diseccionar los distintos tonos del hablar chilango que ha distinguido en los años que lleva viviendo en la ciudad; pero la mayor parte se centra en ir describiendo a los miembros de su familia. Entre los recursos de Wiki está el absurdo en mucho de los remates de sus chistes. Tras la descripción de su familia termina incorporándolos todos al final, dejando la sensación que presenciamos un acto redondo en su composición.
Luiki Wiki
Tras el acto de Luiki apareció en el escenario Hugo Blanquett, comediante que también resalta en su rutina su preferencia sexual, pero afortunadamente no cae en el estereotipo manido, y si cae busca permanentemente darle la vuelta.
A lo largo de su discurso va desmenuzando su cotidiano sexual, hace chistes sobre exnovios, sobre caricaturas. Las claves de su acto son una excelente compenetración con el público (todos decimos junto con él: Sí mana sí, todos “joteamos” como él nos lo pide), además de la creación de escenas grotescas para describir sus andares por la vida, mismas escenas que son bien recibidas por la audiencia y celebradas, en momentos siento que la gente reprime el aplauso para dar reconocimiento a chistes de eficaz humor negro. Además, cierra cantando, tras proponernos la idea de ver la vida como un musical, “su musical”.
Hugo Blanquet
Tanto Hugo como Luiki desbordan el chiste y el estereotipo. No ocupan las bromas conocidas y sus remates utilizan recursos no tan recurrentes como son el absurdo o el grotesco. Fue una noche donde muchos de los chistes rayaron o estuvieron instalados de lleno en lo políticamente incorrecto. Y qué bueno porque para ese humor, en mi opinión, se requiere mucha pericia y dominio de los recursos.
Algunos salieron, otros no, pero cabe resaltar que se nota que para que los temas pasaran positivamente por el filtro de la risa, el público debía estar en conexión con el comediante. Por ejemplo, Pablo fue de los más arriesgados de la noche con el tono de su personaje y sus chistes, sin embargo, muchos de sus gags no tuvieron la recepción adecuada por falta de buen clima, al contrario de Hugo y Luiki quienes ya con el público echado en la bolsa lograron hacernos reír con mayor facilidad, sin importar que sus bromas fueran sobre temas controversiales.
Mañana 1 de julio se presentarán en Four Points los comediantes: Tío Rober, Coco Celis y Cojo Feliz. Ahí estaremos para seguir presenciando a representantes del stand up mexicano.
PD. Al parecer la letra puede obtener diminutas victorias. Lo digo porque en esta ocasión sonaron varias canciones rock en los intervalos entre acto y acto.
StandUpMostaza 5