Don’t give up: la canción que necesitas ¡AHORA!
Lo sabemos: han pasado casi once meses de encierro. El cansancio, la angustia, la desesperación empiezan a llenar cada aspecto de nuestras vidas. Y parece que no hay forma de evitarlo ni de hacer que pase más rápido. En estos momentos sólo podemos disfrutar los pequeños triunfos, y hoy les traemos uno: la canción Don’t Give Up, de Peter Gabriel. Tranquilos, antes de que nos acusen de cursis o de obvios, tómense un momento. Ustedes y nosotros sabemos que les hace falta.
Si después de escucharla, todavía se preguntan por qué les recomendamos integrarla a su playlist pandémica, les contamos un poco más. Desde hace años, Don’t Give Up es conocida en Reino Unido por ser una canción que evita una gran cantidad de suicidios. No estamos diciendo que esa idea esté rodeando sus cabezas, pero lo que queremos decirles es que esta canción nació (y se ha mantenido) como un rayito de esperanza en los tiempos duros.
La historia
La anécdota de cómo surgió Don’t Give Up no es un misterio. Lanzada como el segundo sencillo de So, quinto álbum solista de Peter Gabriel, nunca destacó por su popularidad. De hecho, In Your Eyes, lado B del sencillo, fue el hitazo de ese disco. No obstante, Peter Gabriel le tiene un cariño especial. Cuenta el cantante que en 1986 estaba pasando por una crisis nerviosa, estaba profundamente deprimido y su matrimonio con Jill Moore estaba en las últimas.
Ella cuenta que una tarde le mostró a Peter Gabriel un artículo en el diario que narraba la muerte de una madre que se había aventado de un edificio junto con su bebé. La historia sacudió tanto al músico que empezó a escribir Don’t Give Up. Peter Gabriel también cuenta que Jill le enseñó una fotografía de Dorothea Lange con la imagen de una madre migrante durante la Gran Depresión. La imagen de inmediato lo remitió al Reino Unido que estaba sumido en pleno tatcherismo. Crisis económica, filas de desempleados, gente perdiendo sus casas, y sobre todo muy muy desesperada. ¿Le suena?
La pareja
Después de una primera versión, Peter Gabriel empezó a pensar la canción como un dueto. Modificó la letra para que fuera sobre una pareja que se daba ánimos durante una época difícil. El álbum So tenía la idea de recuperar ciertos sonidos de la clásica canción americana, por lo que invitó a Dolly Parton a cantar Don’t Give Up. La diva del country no conectó con la rola y declinó la invitación. Fue entonces que Kate Bush entró al quite. Y el resto es historia.
La canción alcanzó apenas un número 9 en Reino Unido y el 72 en Estados Unidos. Pero empezó a ser recordada por su video. Dirigido por el dueto de músicos Godley & Cream, la anécdota cuenta que Gabriel se aseguró de contar con el visto bueno de su esposa pues no estaba seguro de que verlo abrazando a otra mujer durante seis minutos fuera lo mejor para su moribundo matrimonio. Más tarde, y con el divorcio concluido, le preguntaron al cantante cómo había sido grabar el video y sólo respondió: “hay peores maneras de ganarse la vida que abrazar a Kate Bush por seis minutos”.
Comfort song
Más allá del anecdotario, Don’t Give Up es una canción sobre lo complicada que es la vida a veces. La dureza de la letra contrasta con algo fundamental: no estamos solos. Y sólo por recordarnos eso es que vale la pena escucharla una y otra vez. Porque cuando las cosas se ponen difíciles tal vez la música no lo arregle todo, pero una canción sí puede ser lo único que necesitemos para seguir.
Así que, muchachos y muchachas, les dejamos varias versiones de Don’t Give Up que han hecho que ciertos momentos tengan un poquito más de esperanza. Abracen a su mascota, a su significant other, o a ustedes mismos, déjense llevar y sobre todo, por favor, no se rindan.
Gabriela Astorga – @Gastorgap
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