Qué no nos roben la voz de la ciudad
Las relaciones con las ciudades son siempre complicadas. Tan mágicas como violentas, las grandes urbes despiertan odios y amores entre sus habitantes que alimentan un sentido de pertenencia. Quienes nos sentimos de la Ciudad de México conocemos sus calles y conocemos, lo sepamos o no, a María del Mar Terrón. O por lo menos su voz.
María del Mar Terrón es conocida desde hace años como “La niña del fierro viejo“. El famosos pregón que recorre las calles de la Ciudad de México fue grabado por su padre, Marcos Terrón, por ahí del año 2005. Él escribió el sonsonete y la niña lo grabó en un cassette en una vieja grabadora con micrófono. Pronto sus conocidos y compañeros de oficio le pidieron a Mracos la cinta con el pregón de Marimar. En unos meses, su voz ya era conocida en toda la ciudad.
Aquí nos tocó vivir
No obstante, la historia de Marimar Terrón se hizo pública en 2013 cuando Cristina Pacheco la entrevistó a ella y a su padre para el programa Aquí nos tocó vivir. A partir de entonces, cada tanto tiempo, las cámaras de los medios de comunicación buscan a Marimar Terrón y a su padre en su casa de Chimalhuacán. Ellos cuentan una y otra vez la misma historia de la cinta. A través de los reportajes, puede verse cómo ha cambiado la manera en que María del Mar acepta ser “la niña del fierro viejo“. También puede verse cómo la cobertura tiende, en el mejor de los casos, a la romantización de la pobreza, y en el peor, a la pornomiseria.
Las notas hablan de “el otro México” mientras siguen con la cámara la camioneta de trabajo de Marcos y María del Mar. Hablan de los ruidos típicos de la Ciudad como si las personas que los producen fueran meros figurines que adornan las calles.
¿Fierro viejo o banco nuevo?
Hace un par de meses, la canción de Marimar Terrón dio un giro. Mastercard la contrató para hacer una versión de su pregón para introducir una nueva tarjeta. Más allá de que María del Mar y su padre tienen todo el derecho de usar su pregón como mejor les convenga, escucharlo en un comercial fue algo raro, fue como si las calles perdieran algo. O no. Quizá habitar la Ciudad es abrazarla en toda su maravilla y su violencia. Quizá el pregón del fierro viejo sea la voz de la Ciudad: un canto nacido de un trabajo precarizado, de la búsqueda de una oportunidad mejor, de la reapropiación del canto para otros fines quizá más artísticos, quizá más absurdos, quizá más culeros, pero que como todos los habitantes de esta y otras urbes, lo único que buscan es apropiarse de ese espacio público que es de todes.
Gabriela Astorga – @Gastorgap
LEE TAMBIÉN: Bandcamp y 10 discos mexicanos nuevos del 2021. Parte 2