Cápsula 4. Por los derechos de las mujeres cuidadoras

Desde siempre, las mujeres nos hemos encargado del trabajo doméstico y de cuidar a las infancias, a las personas adultas mayores, enfermas o con alguna discapacidad. Ha sido un rol que se nos ha asignado por el simple hecho de ser mujeres. La sociedad asume que son tareas innatas a las mujeres, que lo hacemos por amor, que no tenemos derecho a cuidarnos, al autocuidado, a que nos enseñen cómo atender mejor a nuestros seres queridos, al descanso, al tiempo libre necesario para estudiar, informarnos prepararnos para acceder a la conversación pública y la participación activa en  las decisiones de la sociedad.

Pero las mujeres que cuidan tienen derecho a

• Mantener una vida propia. Las personas cuidadoras no deben vivir para otro o por otros.
• Manifestar sus sentimientos, sean de alegría, de tristeza, de enojo, de ira o enfado por estar perdiendo o ver enfermo a un ser querido.
• No padecer abusos ni explotación por parte de otros familiares.
• Rechazar actitudes de manipulación por parte de quien cuidan o de la familia.
• Por los derechos de las mujeres cuidadoras, hagamos tradición cuidar a quien nos cuida.

¡Construyamos una sociedad más justa!

Este programa forma parte del programa de impulso a la participación política de las mujeres a través de las organizaciones de la sociedad civil, es de carácter público, queda prohibido su uso para fines político-electorales.