Rastro – Paul Leduc

Las películas de Paul Leduc eran arriesgadas. ¿Qué significa el riesgo en el cine? No es el dinero a perder (siempre somos concientes de ello), no es la salud del equipo (habremos de filmar con las precauciones necesarias), ni alguna otra situación que como cineastas podemos preveer de antemano. El riesgo de las películas de Paul Leduc, viene unos pasos antes de nacer el guión. Viene de la habilidad y sensibilidad de involucrarse por completo en la historia a filmar, a contar, a compartir; de la congruencia (difícil palabra de los últimos años del arte mundial) de extraer del mundo que observó, su escencia, transformarla en una narrativa audiovisual y la responsabilidad de penetrar hasta el último resto del alma del espectador. Esto es, el riesgo de la responsabilidad de comunicar algo a alguien. Paul no era un hombre sencillo, mucho menos simple. Su humor, su cocina, su interés genuino por las cosas que pasan en el mundo -que son muchas, pero también son pocas- lo esquinaban a tomar con esa responsabilidad del cineasta, filmar porque existe la necesidad de mostrar ese mundo que, en su caso, tenía la lucidéz de observar y entender. El riesgo de utilizar las palabras -en este caso, las imagenes y los sonidos- con toda la significación que cargan, sin interpretaciones, sin condolencias, sin dimesydiretes. Duro y al corazón, dirían por ahí. El riesgo de ser responsable de provocar en quién entrara a su cabeza -su cine- una tormenta impacible, de la que difícilmente se salía ilesa. En mi caso, sus películas son un ancla que me recuerda en dónde estamos y dónde debemos estar como comunidad cinematográfica. Este programa se realizó un día después de su muerte, a manera de hacerlo presente, y de invitación a que, a través de su cine -expuesto libremente en las redes por su propia decisión- no solo se le conozca, sino compartamos su mirada, su persepción tan aguda y aún más en estos tiempos de tanto todo.

No olviden pasar por los demás podcast de NoFm, como las Cartas sonoras que están muy lindas.