Por Diego Castañeda
@DiegoCastaneda
El contexto internacional para el periodismo y los límites a los que se puede llevar los aparatos de justicia de los Estados han estado bajo prueba los últimos años, primero por el famoso caso de Julian Assange y Wikileaks, y posteriormente por los de whistblowers como Chelsea Manning y Edward Snowden.
Lo que le revelaron al mundo en todos estos casos es una compleja red de espionaje público y privado dedicado a la obtención de información confidencial con distintos fines, algunos de ellos represivos (por parte del Estado) otros tantos puramente comerciales (como los de gigantes tecnológicos como Amazon o Google) que constantemente monitorean las actividad de los individuos intentando descifrar sus patrones de comportamiento y sus preferencias. En cada caso, se ha forzado a que la opinión pública asuma una posición frente a estos hechos, primero en un terreno ético: ¿es legítimo el espionaje? Segundo, en terreno de garantías individuales y primordialmente de libertad: ¿se puede ser libre en un mundo orwelliano del gran hermano?
Los medios de comunicación en el mundo, fundamentalmente aquellos de las prácticas periodísticas más profesionales, rápidamente reaccionaron a todas estas filtraciones haciéndolas públicas para toda la sociedad, la razón: el simple derecho a la información, el imperativo del acceso a la información de interés público.
En este contexto México Leaks surge como una respuesta natural al fenómeno internacional antes mencionado, asumiendo una posición moral frente a la información pública en un país como México, donde si bien existe de manera constitucional el pleno derecho a la libertad de expresión y el acceso a la información, en la práctica son raras las ocasiones donde ambos casos se cumplen a cabalidad.
México Leaks es una plataforma producto de una gran alianza de medios de comunicación independientes, fundamentales en medios digitales, pero también con algunos otros medios más tradicionales (semanarios, revistas, etcétera) en el que se pretende crear un ambiente seguro y un arreglo institucional informal que permita a cualquier persona que tenga información de interés público y que desee compartirla, lo pueda hacer corriendo los menores riesgos posibles.
Con este fin, México Leaks pretende brindar seguridad a los informantes, pero también coordinar en un gran esfuerzo editorial a todas las publicaciones de la alianza, con el fin de verificar fuentes, coordinar tiempos de salida maximizando el impacto mediático de estos trabajos periodísticos.
México Leaks es un esfuerzo por brindar condiciones de seguridad para el periodismo de investigación, la plataforma no es perfecta y sus mismos creadores reconocen la posibilidad de la existencia de fallas. De esta manera, se vuelve un proyecto representativo de la realidad ciudadana en el país, ofrece la posibilidad de lleguemos a conocer investigaciones que desenmascaren la realidad de asuntos de interés públicos.
México es un país con debilidades institucionales muy marcadas, también es un país donde los aparatos de seguridad, impartición de justicia y tecnología en la misma área han llegado a un punto en la que el periodismo en la práctica se encuentra en peligro de extinción. México Leaks tendrá sus fallas de diseño, y es un parche que cubre un problema temporal que no debería existir en primer lugar en un Estado que toma sus garantías individuales y su compromiso con la transparencia y el acceso a la información de forma seria. Por esta razón, en el intento de rescatar la práctica periodística, con soluciones tecnológicas, México Leaks se vuelve un actor relevante, ¿qué tan relevante? sólo lo sabremos conforme genera la confianza para obtener las filtraciones que desea y conforme su producción periodística pueda responder al interés público del país.

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