por Ana Martínez de Buen
@Anamdb
Los géneros son un hecho, no una necesidad; los tenemos porque nada en este mundo está aislado. Así comienza el statement de la banda Kommode para su primer álbum Analog Dance Music. El proyecto es liderado por Eirik Glambek Bøe (Kings Of Convenience) y Øystein Gjærder Bruvik (Skog), apuesta por crear toda la música con instrumentos para que las notas sean sutilmente distintas, a diferencia de la música electrónica donde la exactitud de cada nota es determinada por una señal que representa matemáticamente un sonido.
Suenan a lo que imaginamos como alegría escandinava: se baila con gusto y sin perder control del cuerpo, celebra sin caer en la complacencia, ofrece melodías ordenadas y bellas que acompañan letras que con una voz muy suave nos cantan al oído “no, no quiero ser el capitán de tu barco naufragante”. Tenemos la suerte de que esa voz (Eirik Glambek Bøe) nos contestara unas preguntas.

¿Cómo reunieron a los músicos que colaboraron en el álbum con ustedes?
EGB: La base de la banda somos Øystein, Anders y yo. Øystein toca la guitarra y hace coros, Anders toca percusiones y yo hago un poco de todo. Cuando grabamos le llamamos a amigos y a amigos de amigos y vinieron al estudio. Bergen es una ciudad pequeña con una impresionante cantidad de músicos. Y una vibra muy colectiva.
El proyecto tiene una gran identidad audiovisual creada por [Fill in] Productions con videos que trazan una línea clara: la colectividad se puede celebrar en espacios íntimos. Los escenarios son sus propias casas, con una iluminación hermosa y bien cuidada, dando peso a los espacios cotidianos que habitamos acompañados.
En un álbum que celebra los espacios íntimos, ¿cómo imaginas que los escuchas mexicanos se apropiarán de estos sonidos?
EGB: El álbum es extrovertido e introvertido al mismo tiempo. Mi experiencia es que a los mexicanos les gusta el ruido y la fiesta, pero también van a casa solos y piensan sobre la vida, todos lo hacemos. Tratamos de hacer ADM un álbum que funciona en el club o la fiesta, o escuchándolo solo en casa. Tratamos de hacerlo pegadizo y complejo.

Me parece que esta complejidad mencionada está en un sitio muy peculiar, alejado del malentendido de que complejo es igual a complicado. Lo interesante de este álbum es esa transición que hacemos de un espacio a otro. Tiene razón, es un álbum pegadizo que se quedará en tu cabeza por días, tiempo en el que vivirás como siempre, como todas las semanas. Las canciones tendrán sentido al despertarte, al sentarte frente a la computadora, viajando en metro, lavando los trastes o tomándote una chela con tus amigos. Tendrán sentido no sólo por las historias que cuentan las letras, sino por la sensación que provoca el conjunto de colores, ritmos y melodías que construyen el álbum, y que encajan sin problema en tu vida diaria.
Hablas de cierta cualidad táctil en su música, ¿podrías nombrar 8 objetos que te hayan inspirado a través del tacto?
EGB: ¡Gran pregunta! Pero no sé si pueda nombrar 8. Me encantan las cosas que se sienten bien entre mis manos. Creo que el tacto es nuestro sentido más olvidado en estos días. Esta es una entrevista seria, así que me saltaré el subtexto erótico de la respuesta y pasaré rápidamente a la siguiente parte. Me encanta la madera, especialmente la de mis guitarras, y la sensación de tocar las teclas del piano de 120 años que está en casa de mi mamá, amo las tazas de cerámica hechas a mano y la ropa hecha de lana. Esas fueron cinco. Ok. Y amo los libros de papel y los periódicos. Ok, esas fueron 6.
Analog Dance Music ya se encuentra en Apple Music, Tidal y Spotify. También pueden visitar la página oficial de Kommode para comprar el álbum en iTunes o, por supuesto, en vinyl. Escúchenlo, platíquenos qué les parece. Los mantendremos al tanto de próximas noticias.

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