Sin duda una de las quejas más latentes entre la ciudadanía mexicana es el excesivo presupuesto que tienen todas las instituciones y funcionarios de alto nivel en nuestro país. En tiempos de crisis, que parece que vivimos permanenetemente en ella, resulta aún más indignante que se impongan medidas de austeridad o alzas de precios con el argumento de proteger proyectos sociales, mientras los presupuestos se elevan acada vez más. En particular el caso de los partidos políticos es indignante, sobre todo si pensamos que, votemos o no, militemos o no, todos podemos estar de acuerdo en que hay algo muy retorcido en el sistema electoral mexicano.
En este contexto resulta muy atractiva la propuesta que el diputado de Jalisco, Pedro Kumamoto está impulsando, ahora con el apoyo de otro diputado independiente, Manuel Clouthier. #SinVotoNoHayDinero es de esas propuestas tan simples y con tanto sentido común que sorprenden. La idea es modificar los artículos 41 y 51 de la Constitución para que el financiamiento a los partidos políticos se calacule de distinta manera.
Ahora, el presupuesto se calcula así:
Número de electores en el Padrón electoral (todo aquel que haya tramitado una credencial ante el INE, aunque no vote, anule su voto, etc)
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60% de una Unidad de Medida y Actualización (UMA)
La famosa UMA es una medida indicada por el INEGI que funciona como referencia económica en pesos para determinar la cuantía del pago de las obligaciones y supuestos previstos en las leyes federales. De esta manera, los partidos políticos reciben dinero por electores que rara vez pisan una casilla (¿quién puede culparlos?). Nada menos en las elecciones intermedias de 2015 hubo un abstencionismo de más del 60% de padrón. Y en ejercicios como las elecciones para conformar la Asamblea Constituyente de la CDMX, sólo salieron as votar el 22% de los electores de la capital.
La propuestas #SinVotoNoHayDinero propone que los presupuestos se otorguen con base a los ciudadnos que emiten un voto efectivo por un partido. Así se elimina de la ecuación a los electores que se abstienen, los que anulan su voto y los votos en blanco. La fórmula que quiere impulsarse es
Número de votos válidos
X
65% de la UMA
Con este simple cambio pasaríamos de un presupuesto de $4,053’569,957.58 a uno de $1,800’265754.716. Además, obligaría de alguna manera a los partidos a buscar el voto ciudadano con otros argumentos de más peso que el tradicional “Voto útil por el más peor” o “Si anulas tu voto le ayudas al PRI”.
La iniciativa de Kumamoto ya pasó el congreso local de Jalisco y llegó al Congreso, donde se halla en la Comisión de Puntos de Acuerdo. Ahora es necesario que se vote en comisiones para después votarse en el pleno.
Así que ya saben, si son de los que quieren una idea que de verdad tenga injerencia en el sistema, esta es una buena. Pueden apoyarla en redes sociales y presionando a su representante para que la apoye.
Si quieren conocer la propuesta completa y el documento presentado ante el Congreso, pueden consultarlas aquí. Para estar al tanto del avance de la propuesta y la discusión, entren a sinvotonohaydinero.mx.
