Cosas bonitas: David Bowie Is
Por: Alejandra O. Medrano @alita_emo
Hace un par de semanas tuve la fortuna de que mi madre se apiadara tanto de mi condición de nini como de la de recién treinteañera y me invitara a ver la exposición David Bowie Is en el Museo de Arte Contemporáneo de Chicago. Esta exposición fue creada por el Victoria and Albert Museum en Londres, y ya ha viajado a Toronto, Sao Paolo y Berlín. Como amante de David Bowie y con todavía un poco de amor hacia la humanidad, les quiero compartir un breve cachito de mi experiencia.

La exposición como tal
La exposición se compone en su mayor parte de objetos que usó David Bowie en algún momento y que forman parte del David Bowie Archive. La mayoría de ellos son indumentaria icónica de conciertos, presentaciones, videos. Hay también varias letras de canciones de su puño y letra; fotografías, diseño y arte de discos; planeación de conciertos, tours y portadas; entrevistas y referencias históricas o culturales para situar cronológicamente la obra del artista. A veces parece que es al revés: David Bowie sitúa cronológicamente a la historia, narrándonos el presente en sus letras sobre tiempos paralelos.
La exposición se concentra mucho más en los primeros años de su carrera hasta la llamada trilogía Berlín que culmina con el disco Lodger. Después la exposición repasa brevemente los siguientes discos, un poco del proceso de grabación en el estudio, sus incursiones al cine y a la moda, y finalmente una sala de cierre sobre sus presentaciones en vivo.
Un elemento crucial es el audio que acompaña la visita. Sin éste la exposición no tendría ni la mitad de la fuerza que transmite. Desde el principio se le da a cada visitante un reproductor de audio con audífonos. Éste detecta el lugar en el que uno está y reproduce el audio adecuado: la voz de Bowie en una entrevista explicando sus influencias mientras ves fotos de su niñez; la presentación de Star Man en Top of the Pops, mientras el traje acolchado que usó esa vez te señala y el propio Bowie junto a Mick Ronson se proyectan en tamaño real interpretando la canción.
Además, me parece que este elemento de los audífonos brinda el aislamiento y la soledad que yo considero necesarios al recorrer casi cualquier exhibición.
Esto es en grandes rasgos la descripción de la exposición. Pero si tienen suficiente cursilería por David Bowie o morbo por las cosas que me conmueven, me gustaría compartirles algunas de las reflexiones a las que me llevó esta experiencia.

Las decisiones
Más allá de esa fuerza de la naturaleza que es el fetichismo, ¿qué hace extraordinarios a los objetos exhibidos? La exposición en este sentido es muy afortunada, ya que logra que cada uno de esos objetos ordinarios nos diga algo personal sobre el artista. Es en realidad una exposición sobre las decisiones de David Bowie contada a través de la evidencia física que está frente a los espectadores. Sí, sus discos, conciertos, videos también son una muestra de esas decisiones, pero con la exposición se puede sentir la otra cara de ellas: la duda, la intriga.
¿Por qué escribió esa letra? Ahí está el momento en que eligió hablarle a los nobody people y a los somebody people; su aparente determinación al redactar just in times at times I guess. Pero también están esos momentos de ligeras dudas, ¿por qué le cambió el color de pelo a Lady Stardust, tachando “blond” y escribiendo arriba “black”?

Los trajes y los tachoncitos
Hay algo humano muy bonito en lo que todavía tengo esperanza: la intimidad. Me parece algo tan delicado y complejo de lograr, especialmente porque su meta nos elude con cada paso para alcanzarla. Entre más íntimos somos con alguien, esa intimidad corre más riesgos y se vuelve aun más delicada.
Es por esto que la intimidad con nuestros ídolos rockstars es perfecta: tiene un tope claro (menos para los stalkers), y por lo tanto un objetivo alcanzable que creo que se concreta durante un concierto. Yo ya me hice a la idea de que nunca veré a David Bowie en vivo; la exposición me hizo sentir entonces en la mayor intimidad posible con él, y aunque se que no es lo que podríamos considerar normalmente como íntimo, ver los tachoncitos en sus letras me generó una enternecedora sensación de acercamiento y comprensión. Llamadme cursi si queréis, pero me conmovió saber que cambió I, I will be King/ and you , you will be Queen / and nothing will drive them away por I, I will be King/ and you, you will be Queen / though nothing will drive them away.
Algo similar me ocurrió con su ropa, con sus trajes dispuestos en maniquís que estoy segura fueron hechos como molde de su cuerpo, pues las posturas en las que están son las del propio Bowie. Ropa que se ve vieja, que no brilla, que ni siquiera se ve “fina”: de nuevo, objetos ordinarios, pero que significan algo. Para mí, por ejemplo, y aunque compartido con las cientos de personas que seguramente estaban en esa misma exposición durante ese horario, me significaban intimidad. Nunca me había cuestionado por ejemplo sobre la talla de Bowie. Es muy pequeño, su cintura debe ser menor que la mía y mide de altura 1.78m. Con cada atuendo yo pensaba “no me queda”, comparando mi propio cuerpo con el de él.

El momento presente
En una de los primeros audios de la exposición se escucha a David Bowie explicar que comenzando su carrera pensó seriamente si dedicarse a la música o por completo al budismo. Según ciertas tradiciones budistas, el momento presente es lo único que existe. Me parece que esta concepción de la realidad se manifiesta en muchas de las obras de Bowie, lo cual se me reveló con claridad al ver la exposición.
En muchas de estas obras se manifiestan varios tiempos: el pasado, el futuro, pero siempre como referentes al momento presente. Ejemplos de esto son sus personajes recurrentes, sus mundos paralelos, la portada de su nuevo disco (The Next Day), y sobre todo sus letras.
David Bowie entiende que lo único que existe es el presente, el pasado por lo tanto es el presente y el futuro también lo es. En este presente efímero pero a la vez eterno vive el pasado y el futuro; el presente no existe sin ellos. Como dice una página de su catálogo “David Bowie is intent on pulling everything into the present, where life is always beginning”.
La noción es compleja de explicar, pero la sensación de entenderla y de interpretar su obra con ella me hizo sentir un poco más serena con la vida, y sobre todo entender a Bowie. Muchas veces al referirse a David Bowie se alude a su reinvención. Yo creo que David Bowie no se reinventa, siempre es. David Bowie es.
