El 20 de enero está cada vez más cerca y con él uno de los mayores eventos políticos y sociales que nos tocará presenciar: el ascenso de Donald Trump a la presidencia de EUA. En tan sólo unos meses, el señor Trump pasó, como buen producto de la televisión, de ser una caricatura a un súper villano. Y para honrar su nueva categoría, ha decidido armarse un gran equipo de colaboradores que, para empezar, valen más o menos la friolera de 4 mil 500 millones de dólares en conjunto, lo que los convierte en el gabinete más rico de la era moderna de nuestro vecino del norte. Pero, no seamos esnobs, no juzguemos a la gente sólo por lo que posee, sino por lo que piensa. Ahí está el verdadero problema del gabinete propuesto por Trump, y aunque en las comparecencias ante el senado muchos ellos dejaron claro que no están totalmente de acuerdo con su líder en temas como la relación con Rusia, la intervención en Medio Oriente, la frontera con México o el cambio climático, los señores secretarios no parecen ser la esperanza del mundo libre.
Otro detalle a destacar es que, aunque la mayoría de los miembros del gabinete de Trump deben ser aún ratificados por el Senado, parece ser que eso será una mera formalidad. La semana pasada, el Comité de Ética del Senado manifestó su preocupación porque  las evaluaciones hubieran iniciado sin haberse realizado las investigaciones éticas de rigor, que incluyen las finanzas y los posibles conflictos de interés de los nominados. Si a eso agregamos el rumor de que Donald Trump pactó con el líder republicano la aprobación del gabinete a cambio de la aprobación segura de la agenda conservadora en las cámaras, lo de nominados parece ya un absurdo.
Para que se den una idea, les contamos un poco de los 8 grandes personajes que ocuparán las sillas de poder en los Estados Unidos, cuyas ideas pueden llevarse entre las patas a nuestro país y al mundo en general.
* Rex Tillerson
Nominado como Secretario de Estado, es decir, estará a cargo de la política exterior del gobierno de Trump. Más allá de que sea amigo cercano de Vladimir Putin (lo que puede ser la única objeción para ratificarlo), Tillerson es la cabeza de Exxon Mobile, la petrolera más grande del mundo, lo que quiere decir, entre muchas otras, que es la responsable de desastres naturales a lo largo y ancho del planeta. Por supuesto que Tillerson no está muy seguro de que eso del cambio climático exista, y así se lo ha hecho saber a los ambientalistas que son continuamente acosados y agredidos por la empresa que él encabeza. De su experiencia dentro de la política no podemos decir nada porque no tiene, pero les dejamos una muestra de su labor en el mundo.

* General James Mattis
El mejor conocido como “Mad Dog” estará a cargo del Departamento de Defensa. Al igual que la mayoría de personajes del gabinete de Trump, Mattis no tiene experiencia en la política, al menos no en la esfera civil, aunque sus 40 años como militar condecorado le valdrán de algo. De hecho, ha tenido puestos de alto nivel en las administraciones de Bush y de Obama, creando una carrera que le ha ganado otros dos apodos: el Monje de la Guerra y CHAOS (coronel con soluciones excepcionales, por sus siglas en inglés). La comparecencia de Mattis generó un buen debate en el Senado, gracias a unas ideas como éstas:

* General John Kelly
Otro general con el puesto casi asegurado, en el Departamento de Seguridad Interna, en gran parte por su experiencia en Latinoamérica. Kelly ha fungido como enlace con el Congreso, y ha tenido puestos en Centro y Sudamérica, además de haber encabezado la base de Guantánamo. Es uno de los claros focos rojos para nuestro país, pues el general Kelly ha advertido en más de una ocasión el peligro que representan los cárteles mexicanos, a quienes equipara a los terroristas, para Estados Unidos. Sus ideas calzan perfecto con el discurso antinmigrante de Trump, y cuenta también con el apoyo de varios políticos demócratas, en especial por ser el militar con mayor rango en haber perdido un hijo en Afganistán. Aquí lo que dijo en su audiencia del Senado sobre la frontera con México:

* Nikki Haley
Fue la primera mujer (una de las pocas) en integrarse al gabinete de Trump. El anuncio de Nikki Haley como embajadora ante las Naciones Unidas fue sorpresivo, ya que la ex gobernadora de Carolina del Sur fue una de las republicanas que más combatió la candidatura de Trump. Haley no tiene experiencia diplomática (va a aprender al igual que Videgaray), pero el hecho de que sea hija de inmigrantes indios bastó para que Trump la enviara a ese club al que la gente sólo va a pasarla bien, como describió el presidente electo a la ONU.

* Rick Perry
Irónicamente, el Departamento de Energía estará a cargo del ex gobernador de Texas, Rick Perry, quien hace un par de años, en un debate entre pre candidatos, olvidó que existía la dependencia y, cuando se acordó, dijo que debía ser reformada. Este episodio es el más relevante en la carrera de Perry, incluso lo ha colocado en los 15 epic fails en los debates estadounidenses. Tengamos esperanzas, tal vez esa facilidad para sobrevivir al ridículo lo hermane con Peña Nieto y algo de bueno nos deje en materia de energía.

* Scott Pruitt
Si Donald Trupm tiene un aliado en eso de desmentir el cambio climático, ese aliado se llama Scott Pruitt. Y ese simple hecho bastó para colocarlo como Administrador de la Agencia de Protección Ambiental. Al igual que Rick Perry, Pruitt también ha pugnado por la desaparición de la agencia que ahora encabezará, incluso al grado de demandarla en múltiples ocasiones. Se rumora que una de la prioridad de la nueva administración será desmantelar las acciones de Obama para frenar el calentamiento global. Y bueno, uno como quiera, pero quiere alguien por favor pensar en DiCaprio.

* Wilbur Ross
¿Quién sería más indicado para encabezar el Departamento de Comercio que el autor de El arte del trato? Wilbur Ross es un conocido empresario experto en la recuperación de empresas manufactureras. Tiene experiencia en el ámbito textil, del acero, y minero. En este último, fue señalado como responsable de una explosión en una mina que causó la muerte de 12 trabajadores, pero eso es pecata minuta. Lo importante es que Ross ha acompañado a Trump en su crítica feroz a la política de comercio de Estados Unidos. Si el TLCAN se va a negociar, este es uno de los hombres a observar. Como detalle final, Wilbur Ross fue asesor de campaña de Trump, y de los primeros en declarar que Donald no estaba bromeando, así que ¡aguas!

* Mike Pompeo
Y para cerrar con broche de oro, el nuevo director de la CIA: Mike Pompeo. El congresista de Kansas, católico hasta la médula, es también un conocido islamofóbico, intervencionista, xenófobo y promotor de la tortura, lo que parece, hay que decirlo, la descripción del cargo de director de la CIA. Lo que Pompeo agrega a esta receta es su idea de que la política exterior es un vehículo para la guerra santa del bien contra el mal. ¿Adivinen quién es el bien en esta ecuación? Cuando pensamos en todos los males que representa Trump estamos en realidad pensando en Mike Pompeo. Tan es así, que hasta los actuales dirigentes de la CIA lo ven como amenaza, y eso ya es decir mucho. La posición privilegiada de Pompeo, y la relativa facilidad con que fue ratificado en el cargo, lo colocan como el verdadero súper villano. Nosotros sólo decimos: ¡sálvanos, Peter Quin!

Así es, muchachos y muchachas, este es el escuadrón del mal. Antes de apanicarse, vale la pena recordar que ninguno de estos angelitos es nuevo en la política estadounidense, que no son los malos que llegan a invadir el poder, sino funcionarios que, al menos en casi todos los asuntos que tienen que ver con política internacional, llegan a continuar donde los supuestamente buenos lo dejaron. Lo que sí hay que pensar es que, tal vez lo único bueno de la toma de posesión de Trump es que el soundtrack de la semana sin duda es

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