Por Sebastian Peregrina
@sebasperegrina
2015 se despide y con él una gran cantidad de música nueva para mis oídos. A continuación presento una lista que no está circunscrita a lo que apareció este año, sino a lo que descubrí o simplemente escuché obsesivamente. Antes de iniciar el recuento, me gustaría contextualizar la decisión de incluir música de los últimos 50 años y no sólo de 2015.
Primeramente, y después de trabajos variados, por fin tuve una computadora. Ya sé que suena lastimoso pero mi último ordenador murió en el verano de 2013 y hasta febrero de 2015 pude tener uno propio. Evidentemente viví un largo coma musical, ya que prácticamente no escuché y menos bajé música nueva.
En segundo lugar, y paralela a la adquisición de la computadora, estuvo mi entrada a NoFM. Emilio, Vikingo y Benji fueron importantes para introducirme a cosas nuevas y variadas.
Finalmente, aprendí a usar torrent. Tronco, pero es la verdad. Antes puro blog o amables Dropbox/wetransfer de la banda solidaria, pero ahora ya tengo acceso a una muy importante base que redondeó este chapuzón musical de 2015.
Ahora sí, las 8 cosas más volaron mis oídos este año.
8.- Jacob Collier
Este es de esos personajes que te hacen dudar seriamente sobre todo lo que no estás haciendo, pues a su corta edad posee un talento enorme que afortunadamente está capitalizando de forma correcta.
Emergido de una familia de músicos, este joven de 21 años experimenta con una mezcla de estilos que van desde los ritmos brasileños hasta la música clásica, pasando por el folk, el rock y el funk, lo que termina por crear un estilo propio, en donde además se da el lujo de ejecutar personalmente todos los instrumentos. Entre su repertorio resaltan los originales arreglos que hace a canciones clásicas de Stevie Wonder, The Carpenters y Michael Jackson, sólo por mencionar a algunos.
Ya por ahí de diciembre de 2011 estaba alcanzando las cinco millones de reproducciones en su canal de Youtube, así que no sea malito y ayúdele con unas cuantas más mientras se deleita con su increíble talento.
7.- Zerosen
Poco se puede investigar de esta banda. Llegué a su disco por casualidad y me voló el coco. Se trata de un conjunto japonés de jazz/funk/soul que en 1977 lanzó esta joya llamada Sunrise. Existen algunas rolas del disco en cuestión en YouTube, además de otras canciones Soundcloud. Cualquier referencia o material extra será bienvenido. Dense grasa.
6.- Parov Stelar
Marcus Füreder, mejor conocido como Parov Stelar, se seguramente un viejo conocido para muchos. Este DJ y productor austriaco ha tenido una ascendente carrera durante los últimos quince años, sobre todo gracias a su original toque en el que mezcla sampleos de swing y estándares de jazz con un atascado beat. Los discos de Parov Stelar suelen ser oscuros y algo densos, mientras que sus EP´s son los que traen ese toque electrónico que es mejor recibido por el público.
En 2015 apareció The Demon Diaries, un álbum doble en donde, a pesar de no presentar prácticamente nada nuevo en cuanto a estilo, sí nos brinda enormes rolas. Quizá algunos piensen que está sobrevalorado o que simplemente suena siempre a lo mismo, pero el gran logro que tiene Parov Stelar son sus presentaciones en vivo, ya que Füreder se ha encargado de armar una banda que sin duda arma el mejor y más fino reventón que uno pueda imaginar.
5.- The Mahavishnu Orchestra & John McLaughlin
A pesar de las diferentes etapas e integrantes fueron desgastando hasta matar a la Mahavishnu, esta bandota editó en 1971 su primer álbum titulado The Inner Mounting Flame.
Localizado en medio de la divergencia del jazz, y tan sólo unos meses después de la aparición del In The Court of Crimson King, The Inner Mounting Flame es una mezcla de rock, rock progresivo y jazz fusión cuyo eje es la increíblemente virtuosa guitarra de John McLaughlin y la poderosa batería del dios telúrico Billy Cobham. Cabe resaltar la inclusión de un violín en la banda, puesto que eventualmente le perteneció a Jean-Luc Ponty.
Si le late el atasque sin fin, quizá ésta sea una buena opción para perder algunos grados de capacidad auditiva. Y no olvide echarse también el Birds of Fire (1973).
4.- Fania All Stars
Creo que las palabras no son suficientes para describir esta locura. Formados en Nueva York en el agitado 1968, Fania All Stars no es sólo uno de los más legendarios conjuntos latinos y de salsa, sino toda una revolución cultural, política y social. Entre sus filas han desfilado gigantes de la música como Ray Barreto, Rubén Blades, Celia Cruz, Héctor Lavoe, Roberto Roena, Billy Cobham y un largo etcétera.
Como complemento morboso e inútil de los Fania, lea alguna de las biografías de sus integrantes y verá cómo los rockerillos estilo León Larregui están en pañales en cuanto hastaelhuevez se trata. Maestros.
3.- Snarky Puppy
Quizá una de las cartas más importantes para tener un lugar dentro de la NoFM, Snarky Puppy es un increíble grupo surgido en Denton, Texas que no ha parado desde el lanzamiento de su primer álbum titulado The Only Constant en 2006.
Dirigidos por el multipremiado bajista Michael League, Snarky Puppy es un colectivo de músicos que exploran los límites del jazz fusión de una manera versátil y original, incluyendo una amplia variedad de estilos e instrumentos. Editan más de un disco al año, además de que hay una buena cantidad de sesiones en vivo disponibles en YouTube, así que si todavía no le entra a Snarky Puppy es porque es usted lento.
2.- Ibrahim Maalouf
Ibrahim Maalouf es un trompetista y compositor originario de Beirut, Líbano. A temprana edad se vio obligado a abandonar su país debido a la guerra civil de la década de 1980, lo cual dejó una fuerte y clara influencia en su estilo musical.
Perteneciente a una familia vinculada a las artes, Maalouf aprendió a tocar el piano y la trompeta desde pequeño, por lo que una vez afincado en París se dedicó de lleno a los estudios musicales. Su música tiene una inconfundible base árabe y oriental que mezcla con el jazz y últimamente con el rock. Sus canciones pueden ser profundamente nostálgicas e introspectivas, pero también tiene un lado alegre y explosivo, el cual llevó a su punto máximo en 2014, cuando junto al escritor, compositor y cantante maliense Oxmo Puccino presentó una reinterpretación de Alicia en el País de las Maravillas en versión ópera rock.
En 2015 lanzó dos discos, Red & Black Light, mucho más inclinado al rock, y Kalthoum, una obra relacionada con el jazz clásico. Su álbum Illusions (2013) es para mi gusto uno de los discos más grandiosos que han aparecido en el siglo XXI. Hágase un favor y escuche toda la discografía de este genio, le aseguro que no se va a arrepentir.
1.- Tigran Hamasyan
¿Cómo clasificar a Tigran Hamasyan? ¿Por qué se convirtió en mi mayor obsesión? Sigo sin saberlo en realidad. Tigran, Tigran, Tigran… es un genio. Es un mago. Es lo más cerdo y atascado.
Nacido en Armenia en 1987 durante los últimos años de la época soviética, Tigran Hamasyan recibió una importante educación musical, aunque según se sabe, lo que él deseaba en realidad era convertirse en un guitarrista de metal. MEROL.
A los 16 se mudó a California, en donde no sólo dejó la escuela, sino que se empapó de la escena del jazz estadounidense. A los tiernos 18 años grabó su primer disco, World Passion, mientras leyendas del calibre de Herbie Hancock, John McLaughlin y Avishai Cohen alababan su trabajo. Desde entonces ha editado ocho discos, cada uno profundamente distinto de los otros.
En realidad, Tigran Hamasyan no es un gusto fácil de adquirir. Se lo advierto a los posibles lectores que vayan a entrarle. En New Era (2007) nos ofrece un banquete de jazz con toques descabellados armenios (la utilización de la escala armenia es uno de sus grandes rasgos), mientras en Aratta Rebirth (2009) expone una serie de compasiones originales junto a las tradicionales de la vieja Armenia. A Fable (2011) es un disco en donde sólo el piano aparece, interpretando tanto estándares de jazz como composiciones propias. Quizá el más amable para los nuevos escuchas.
Shadow Theatre (2013) es mucho más arriesgado; ahí hay una mezcla de jazz, rock, música tradicional armenia e inclusive electrónica. Mockroot (2014) apela a esa vena metalera del joven Hamasyan, aunque en perfecto balance con su versión única de jazz.
Finalmente, en 2015 lanzó un disco de música religiosa armenia, interpretado junto al coro de Yereván, profundo, lento y con una serie de atmósferas que sólo el mago Hamasyan puede alcanzar. Éste último disco fue editado por ECM, ahí nomás.