Ya tuvimos la entrega de Los 10 Mejores Álbumes que Nadie Escuchó, en el que hicimos un compilado de materiales que pasaron desapercibidos en las listas que arman los sitios con más visitas, y ahora nos metemos de lleno a esos sitios, dígase Rolling Stone, NME, Pitchfork, Stereogum, Spin, Consequence of Sound, etc., que siempre recomiendan y conforman tendencias, para echarnos un tiro directo y recomendarles a ustedes lo que NoFM considera que son los 10 álbumes que todos debiéramos tener en cuenta este año.
10. Benjamin Booker – Benjamin Booker
Benjamin Booker, guitarrista de 22 años, fue llamado el mejor momento del Billy Reid Shindig, la carpa de bandas nuevas del SXSW allá en marzo de este año, y tenemos que decir que su disco suena realmente bien. Riffs cargados de soul y alaridos, un paso intermedio entre los también poderosos Gary Clark Jr. y Alabama Shakes. Para su debut, fue firmado por ATO Records, la casa de My Morning Jacket y justamente de los Alabama.
9. Death From Above 1979 – The Physical World
Este dueto de sólo bajo y batería la hizo en grande con su primer disco, You’re A Woman, I’m A Machine, por allá de 2004, fue disco de oro en su natal Canadá, y vendió más de 175, 000 copias. Pero este súbito ascenso los destruyó. En 2006 Sebastien Graigner (batería) y Jesse F. Keller (bajo y voz) decidieron emprender caminos distintos. Ellos se habían conocido a inicios de la década, en un concierto de Sonic Youth y pensaron inmediatamente en formar un combo de rock, primero llamado Death From Above, y después, debido a la demanda por parte de la discográfica del mismo nombre, agregan un 1979 como sello distintivo. A 10 de su anterior disco, vuelven a sacar otro que canción a canción es un trancazo.
8. Temples – Sun Structures
Sun Structures, primer álbum de esta banda de rock pop psicodélico inglesa, salió el 10 de febrero, hace ya casi un año y, de hecho, durante todo el 2013 estuvieron publicando canciones aisladas como estrategia de difusión, lo que a la postre acabó funcionándoles muy bien. Pero más allá de eso, el álbum suena a una colección de hits, de esos que parecen pesadas lozas para superar en años futuros; su rock pop se enlaza con Tame Impala y también con las armonías de los sesenta, y, finalmente, en vivo, los que pudimos verlos en el Corona Capital presenciamos un show que irradiaba energía, lleno de acordes que inmediatamente te trasmiten la sensación de nuevos clásicos.
7. Kasabian – 48:13
Chris Karloff, primer guitarrista de la banda, encontró el nombre de Linda Kasabian en un reportaje que leía sobre la familia Manson. Linda era la conductora del auto en el que salían a cometer sus desafortunados actos. Le pareció que era un nombre bastante cool y en efecto lo era: el proyecto que traían, montado sobre la influencia de su banda favorita, The Stone Roses, tenía un solo objetivo, alcanzar el “helter skelter” del infame Charles Manson, pero desde el único lugar donde esto debió ser pensado: en el descontrol de un festival, la fiesta más grande posible. En el verano llegaron a cerrar Glastonbury y se convirtieron con su 5o álbum en los nuevos gigantes ingleses, los cerradores precisos de cualquier fiesta masiva. Su álbum está totalmente pensado para estadio, con los tiempos medidos de los jits de 3 minutos, las baladas emotivas, los coros pegajosos, las canciones que se prolongan para seguir el baile y todo impecablemente construído.
6. Jack White – Lazaretto
Hace todavía no tanto era un humilde tapizador con una banda nocturna en la que tocaba la batería, The Upholsterers. Hace 10 años era el nuevo héroe de una escena que desde que nace está muriendo, el rock, con un disco, Elephant, y una tal Meg White, baterista que le venía muy bien a su banda The White Stripes. Hace 5 años debuta con su cuarta banda, The Dead Weather, junto a Allison Mosshart, vocalista de otro dueto interesante en el rock, The Kills; el disco anuncia que todo lo que White hace es simplemente brillante. Ahora, en el 2014, tiene su propio estudio, su propia disquera, incontables colaboraciones exitosas y Lazaretto, su segundo álbum solista es otro logro más en una racha larga de joyas de la producción y con un trabajo de composición donde todo es meticulosamente estudiado y revisado por el nuevo workaholic-rey-midas del rock.
5. Jungle – Jungle
Jungle dieron con XL Recordings allá por febrero, disquera independiente conocida por producirle discos a Peaches, The White Stripes, Basement Jaxx, MIA, Ratatat, o sea, si ven alguna banda que tenga el logo de esta discográfica puesto, es posible que se conviertan en grandes maestros. Está pasando ahora con Jungle. Este proyecto, firmado inicialmente por J y T, y que ahora sabemos que eso significa Josh Lloyd-Watson y Tom McFarland, ofrece canciones a medio tiempo, no obstante con mucha intención de baile y mucha sensualidad, además de voces femeninas y masculinas con influencias de soul.
4. Future Islands – Singles
Samuel T. Herring, el desconcertante cantante de Future Islands, parece directamente traído de una banda de death metal. Pero lo cierto es que es de corazón sensible y conoció a Gerrit Welmers y a William Cashion en la carrera de arte en la Universidad de Carolina. Y como buen proyecto de “arte”, Future Islands y su vocal son densos, complejos, letras profundas de desamor, mucho Nick Cave y alcohol de fondo a la hora de componer sus canciones, y sí, varios álbumes sin éxito comercial. Hasta éste. Singles, su cuarto disco, es el primero que los lleva a tocar en festivales a lo largo del mundo y a ser reconocidos por el grueso del público, además consiguieron firmar con 4AD, la disquera de Deerhunter, Grimes y The National, lo que sin duda ha ayudado. Singles se llama así porque decidieron retomar canciones que compusieron en los inicios de su carrera, hace 10 años y que dejaron sin grabar, cuando se llamaban Art Lord and The Self-Portraits.
3. Broken Bells – After the Disco
Un disco diseñado para los reflectores. Danger Mouse y James Mercer nos entregaron primero el clásico instantáneo Holding On For Life y después la canción que da nombre al álbum para abrir pista, después nos colocaron la etiqueta de fans con Medicine, y, finalmente, con la épica The Perfect World, definieron lo que el álbum en efecto es: una épica pop sin errores que aún así no muchos críticos se atrevieron a voltear a ver en sus listas por la única razón de que había salido en enero.
2. Swans – To Be Kind
De Swans puede hacerse todo un libro. Lo que sí vamos a contar aquí es que es una banda que proviene del noise y la experimentación post punk de finales de los 70, comandados siempre por Michael Gira, quien a lo largo de más de 30 años de carrera ha pasado por todo tipo de dificultades principalmente con su alcoholismo, que lo ha dejado incluso en la calle. En 2012 Swans destapó The Seer, un álbum que podía provocar náuseas en algunos tracks y ganas de hincarse y llorar en otros. Eso es Swans, no hay medias tintas, pero sí hay opuestos que chocan, un cisne que al morir logra sacar sus acordes más bellos. Ahora lanzan To Be Kind, un álbum rankeado con los puntajes más altos del año para los blos que esta vez hemos venido siguiendo, como Spin, Pitchfork y NME. Sólo podemos decir que dedicarle un tiempo a los Swans parece una de esas misiones importantes que todo melómano debe emprender en algún momento.
1. The War on Drugs – Lost in Dream
En enero simplemente dijimos “Este sencillo (Red Eyes) es el regreso oficial de la banda, y Lost in Dream, su nuevo álbum, aparecerá el 14 de marzo. Este track nos recuerda lo buenos que son”, y en abril, ya con el disco en la mano: “un disco arriesgado, en el que Adam Granduciel, el líder, reformó a la banda y la llevó a un dylanismo (permítame esa mamada) de constante repetición siempre en ascenso. Sus tracks son luminosos, en escalada y de más de 6 min. Varias de las canciones han acompañado a Granduciel a lo largo de 5 años. O sea: este Lost In Dream era algo de lo que tenía que liberarse ya, y lo hace de gran manera”. Disco que apareció en todas las listas y que en NoFM estuvimos acechando desde un inicio, es la comprobación de que los tracks que no son un pop pegajoso de 3 min todavía pueden reinar.