El 7 de junio se acerca peligrosamente. Para algunos es la fecha en que el sistema político recibirá nuestra merecida indiferencia, para otros es de nuevo la oportunidad de ejercer un derecho que no podemos darnos el lujo de perder. No Votar o Votar, cada ciudadano tiene una postura, o debiera tenerla. Frente a la gesta electoral y todos sus vicios, NoFM mantiene una postura crítica y asume su responsabilidad como medio de comunicación para mostrar parte del sentir de la sociedad que se cuestiona el funcionamiento de nuestro sistema partidista. Por ello, del 20 de abril al 5 de junio, publicaremos una columna diaria con la postura de distintos ciudadanos. No Votar O Votar, lo invitamos a participar en este debate.
NiVotoNiMeAnulo
Por Alfredo Lecona Martínez
@AlfredoLecona
Francamente ya estoy harto de este debate. Unos días me levantaba queriendo anular mi voto y otros también. Luego puse mi atención en el candidato independiente de mi delegación, que después me decepcionó con sus posturas sobre la protesta social. Lo cierto es que mientras más leía o escuchaba las críticas (o ataques) hacia los abstencionistas y/o anulistas, más difícil era imaginarme frente a una boleta electoral el próximo 7 de junio.
Si quieren una opinión bien construida sobre el abstencionismo lean a Carlos Brito, a Maite Azuela o escuchen a Salvador Camarena , porque la postura que yo aquí comparto, fue construida visceralmente y desde MIS frustraciones y rencores hacia todo lo que veo detrás de los nombres que aparecerían en los recuadros de MI boleta electoral.
Es común, ubicar al anulista/abstencionista en el sitio ridículo de la ignorancia, incongruencia (o peor aún, el del priísmo), o de plano en la flojera y el desinterés. Surgen números y fórmulas que explican el error de quienes no participaremos en la “fiesta democrática” de piñatas rellenas de dinero simbolizado en trozos de papel impreso en Talleres Gráficos de México.
Cuando me decidí por NO acudir a mi casilla, fue cuando dejé de leer insinuaciones/acusaciones de los antianulistas/antiabstencionistas (voten por el menos peor, por el partido pequeño, por Morena), googlee “boleta electoral 2015” y di click en “imágenes”. Trataba de imaginar cuál era el recuadro que los antianulistas/antiabstencionistas me invitaban a marcar para no ser el ignorante/valemadrista/priísta que me acusarían ser.
IM-PO-SI-BLE.
Tal vez es absurdo pensarlo, pero quizás muchos (los que no te dicen explícitamente “vota por x” no han visto la boleta.
Trabajé en el Senado durante las 11 reformas estructurales. Ver la boleta es recorrer en mi mente el “Patio del Federalismo” de ese recinto defectuoso, espacio en donde tienen salida las oficinas de los cinco grupos parlamentarios (PRI, PAN, PRD, PVEM y PT) hacia el Salón del Pleno y en donde se paseaba la noche del 4 de julio de 2014, el Subsecretario de Comunicaciones y Transportes con el jefe de la oficina del Consejero Jurídico de la Presidencia de la República, quienes habían sido acusados de NEGOCIAR con Senadores, la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión y que en ese momento aprobaban los últimos cambios que negociaban con las televisoras. Salían del grupo parlamentario del PRI, en donde toda la tarde, mientras el pleno “discutía” la Ley Peña-Televisa, habían estado reunidos con Senadores del PRD y del PAN; porque, como cuando existía el Pacto por México, a veces no se ve diferencia entre una u otra oficina.
Recuadro por recuadro, la boleta no dice para MI, nada más que lo siguiente:
PAN: Maldito seas, Gustavo Madero. Acción Nacional está capturado por esa tragedia de personaje que tiene lo didadichero de Fox, lo cínico de Calderón y lo priísta de los priístas. El proceso de reelección de Gustavo Madero en 2014, paró de seco la aprobación de la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión (esa que abonaría a la pluralización de los medios de comunicación) que su correligionario Senador del PAN, Javier Lozano (el cínico y pedante censor de Carmen Aristegui en 2011) había construido a partir de lo que Peña Nieto envió al Congreso y que por su contenido, fue llamada “Ley Peña-Televisa”. Madero contendía contra Ernesto Cordero por la presidencia del partido. Cordero encabezaba la fracción de los calderonistas en el Senado, en la que se encontraba Lozano. Si Cordero ganaba, era probable que la Ley Peña-Televisa, encontrara el respaldo panista necesario para su aprobación casi en los terminos de Peña-Televisa. Madero ganó y no hubo diferencia en el resultado final del proceso legislativo que permite y permitirá a Televisa y al gobierno, atropellar nuestro derecho a la información por muchos años. Madero pactó con las Televisoras en su campaña e impidió que la Suprema Corte revisara la Ley Peña-Televisa y después él y su partido fueron acribillado por la Televisora. ¿Qué tan mal estará el PAN que lo dejó pedir licencia para lograr ser diputado plurinominal, dejando a un encargado en su recién ganada presidencia del partido, para después regresar al puesto? Ese es el partido que está enjendrando la candidatura presidencial de Rafael Moreno Valle, el Gober Bala… No hay forma de darles mi voto.
PRI: ¡Es el PRI!
PRD: El proyecto del PRD se llama Miguel Ángel Mancera, un proyecto muy acorde a la incongruencia de un partido que llegó al actual proceso electoral con la presidencia en ambas cámaras del Congreso de la Unión y a ese impresentable Jefe de Gobierno en el Distrito Federal. Tanto el Presidente del Partido como el Presidente del Senado (quien aprovechó el proceso legislativo de la Ley Peña-Televisa para engendrar una amistad con el Consejero Jurídico de la presidencia de la República y someterse a Televisa, que lo adora) han destapado a Miguel Ángel Mancera como el candidato idoneo para 2018. Mancera y su secretario de gobierno han terminado de acentuar el retroceso en las libertades de expresión y manifestación. ¿Quién en la Ciudad de México puede premiarles por las represiones del 1o de diciembre de 2012, 2 de octubre de 2013, 8 y 20 de noviembre de 2014 entre otras tantas más? Tendría que estar muy mal para darle un voto que les haga tener más cartas para jugar en el congreso o en el Distrito Federal para afianzar la candidatura del regente que no fue mencionado NI UNA SOLA VEZ en el debate de la reforma política del Distrito Federal en el Senado, por un pacto de complicidad con las ambiciones de Mancera y que no es en beneficio de la ciudad, sino para darle una sobrerepresentación al PRI en la toma de decisiones relevantes en la Ciudad de México.
PVEM: El partido de Jorge Emilio, el que engendró la primera Telebancada y perpetuó las siguientes; el que de ecologista no tiene nada; el que está en campaña desde septiembre del año pasado; el que paga propaganda encubierta a $382.17 el spot en Televisa; el de los cineminutos; el de las multas y sanciones desacatadas; el que tiene amenazada a la autoridad electoral cómplice, al mostrar racismos que comparten; el cuervo disfrazado de tucán. Nunca tendrán mi voto.
PT: Hay tanta confusión generada por las figuras “de peso” de ese partido, que muchos de plano están apoyando a Morena porque carecen de un discurso y proyecto distinto a los del partido de López Obrador. La lucha por su supervivencia es exclusivamente la lucha por sus prerrogativas (dinero público). Y luego, hasta les salen “Anas Guevaras”.
Movimiento Ciudadano: ¿En qué se parecen Marcelo Ebrard y Manuel Espino? En lo Delgado. El partido de Dante Delgado jugó un papel fundamental en las aventuras electorales de Lopez Obrador. Creció y encumbró un espacio del que han huído tantos militantes fundamentales para su existencia, que terminó por abrazar al ultraderechista Manuel Espino y a Marcelo Ebrard rumbó a la Cámara de Diputados (ya sabemos cómo le fue al último).
Nueva Alianza: Elba Esther Gordillo.
Morena: “AMLO es morena” rezan espectaculares y mantas. Sí, él sentido de posesión (no de pertenencia) es claro. Voté por Lopez Obrador en 2006 y habría votado por él en 2012 si no hubiera perdido mi credencial en una asamblea de #YoSoy132. Desde 2005, me indigné y marché en contra de su desafuero y en 2006 tras el conflicto post-electoral. Llegó 2012 y el #YoSoy132 me enseñó tantas cosas y razones por las cuales luchar que sencillamente no pueden concentrarse en una sola figura ni agotarse en lo electoral.
Cuando el 28 de diciembre de 2012, tras 27 días de exigir a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal que derogara el artículo 362 del Código Penal local que criminalizaba la protesta social y lograr la reducción de la penalidad para que recuperaran su libertad 14 de las 105 personas detenidas ILEGALMENTE el 1º de diciembre por la policía del Gobierno del Distrito Federal, una realidad se reveló ante nosotros: más de 100 jovenes que ya llevaban meses o años, presos, salieron libres.
Ante mi, la verdad de que en el Distrito Federal se repetaban las libertades se desmoronó. Desde la administración de López Obrador, el famoso artículo 362 disfrazaba en la legislación local el delito de terrorismo como “ataques a la paz pública” y no sólo él, sino Marcelo Ebrard lo habían aplicado para legitimar detenciones policiacas ilegales. Si en el #YoSoy132 marchábamos con toda libertad, ¡es porque éramos el #YoSoy132!
Yo no sé si de Lopez Obrador y Ebrard venía una orden de aplicar sistemáticamente el 362, pero la pusilánime reacción de López Obrador para respaldar a Mancera “por mantener los programas sociales en el D.F.” y su silencio durante los hechos de represión vividos en el D.F., en especial durante las manifestaciones por la aparición con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa (con la que Morena dice solidarizarse), son una ofensa para mi generación.
El Peñismo, tiene en jaque a las libertades de expresión, información y manifestación y no hay oposición viable si no existe una postura contundente por quienes dicen encabezarla. Si “AMLO es Morena” ¿debemos de entender que en Morena no hay agenda de libertad de expresión, asociación, manifestación ni derecho a la información? ¿Ya podemos darnos por notificados por el despido de Carmen Aristegui? Porque no hacerlo fue lo único y último que dijo Lopez Obrador del caso. Ni hablar del silencio durante la aprobación en la Ley Peña-Televisa.
Es claro que al aparecer su imagen en la propaganda electoral de todos los candidatos de Morena, López Obrador tiene la mirada en 2015, para su tercer intento y que 2015 es un trámite para consolidar el recien creado partido como la fuerza política que lo impulsará a llegar a esa arena. Si su oferta es lo que hemos visto de 2012 a la fecha y quiere respaldo en 2015, rumbo a 2018, Morena NO tiene mi voto.
Literalmente me sobran dedos si con la mano cuento los políticos que me consta “no son como todos”, pero ninguno está en MI boleta. He visto de cerca el cinismo de grupos parlamentarios que se jactan de ser oposición y contrapeso. El sistema puede con ellos, no importa en qué proporción conformen los órganos legislativos. Ningún priísta, NINGUNO, se va a espantar por los índices de nulidad, ni por los de abstencionismo, así como ninguno va a hacer algo positivo por las candidaturas ciudadanas; el error lo vamos a cometer nosotros, los que ya no esperamos nada del partidismo, si desde el 8 de junio no intentamos encontrarnos y hacer algo distinto. #NiVotoNiMeAnulo
_______
Alfredo Lecona Martínez (Ciudad de México, 1986)Ex integrante de #YoSoy132. Activista en derechos humanos. Defensor de la libertad de expresión y derecho a la información. Asesor Parlamentario.