“A Loose-Fish is fair game for anybody who can soonest catch it.” Moby Dick
Si la música se parece al mar, y lo habitamos todos, hay especies raras, que se ven poco y extraña vez son capturadas. Aquí surcamos las olas para hacerlos más evidentes.
 
Ludus, imagenes que asustan y que dan confort.
 
Por Edgar Matute
@esematute
 
Estas últimas décadas han sido buenas para la música, buenas amalgamas han salido de la búsqueda de sonidos, de la reconfiguración de estos y la creación de mezclas extrañas que después tienden a obtener un nombre si es que está tiene la aceptación y un buen consumo. En la muy temprana década de los setentas surgió un movimiento al que ya le daba un poco de hueva el “rock” convencional de la época y le daba rienda suelta a su creación musical a base en actitud y talento.
El punk, como fue nombrado desde muy temprana edad, fue víctima de la experimentación de varios curiosos que sabían que ese genero les podría dar para más, y es así como en el segundo lustro de los setentas los sonidos se mezclaban con el punk como orgía de adolescentes; con un chingo de ánimo y mucha imaginación. Jóvenes que crecieron con el punk ahora tenían ganas de hacer música. A esta década imaginativa surgida se le denominó postpunk (quizá el nombre carece de imaginación, pero a la música le ha sobrado). La Gran Bretaña, compilado de islas, es de donde surgen un gran número de bandas de este genero, de los oscuros Bauhaus y Joy Division, hasta los cálidos The Clash o The Police, o The Smiths. Sin embargo, una de las más importantes referencia para el surgimiento del que sería llamado el sonido de Manchester se vio influenciada por una banda llamada Ludus.
Las cuatro personas que en un principio formaban la banda fueron Willie Trotter, Philip Tomanov, Arthur Kadmon, cofundor de los Buzzcocks y Magazine, y Linda Mulvey, posteriormente Linder Sterling, frontwoman liverpuliana nacida en 1954 que estudió artes en la Politécnica de Manchester, donde desarrollaría sus primeros acercamientos al arte y a las personas exploradoras de él. Sin ninguna formación musical propia, pero con un grupo de amigos musicales, le pareció más que obvio adentrarse en el mundo de la exploración punketona. Creó portadas para bandas de su pareja de esa época Arthur Kadmon, y fue junto con él que fundó Ludus. Llegar a los círculos under-mainstream no les costro trabajo, sus primeras tocadas se desarrollaron en el Factory Club, mítico lugar fundado por el mítico Tony Wilson, descubridor, de bandas como Joy Division, banda con la cual Ludus compartió escena.
“Ludus son cualquier cosa menos una ordinaria. Un rico y fascinante cuarteto, dirigido por la enigmática Linder, cuya maduración y encantadora voz añade capas de misterio; la fragilidad y la fuerza evocadora de la música esotérica … Arthur suministra los sólidos, Linder las sombras; Arthur la lluvia, Linder el viento, una combinación clásica… la mezcla total es una música bailable preciosa: gótica, pero ilustrada elegantemente como en las revistas; impresionista y expresionista; compacta y exuberante, música que da escalofríos y calienta, imágenes que asustan y que dan confort …” Paul Morley.
Ningún disco grabó el duo Linder-Kadmon, pero a la salida del segundo entró Ian Devine, músico con el cual hizo un gran mancuerna creativa. A pesar de que la banda fue formada desde 1977, no es sino con la llegada de Devine que se comienzan a generar las grabaciones. Su primer demo nos dejaría bien claro que lo suyo es la exploración sonora, instrumentos que nos mostraban la capacidad de explorar rolas melodiosas y que al mismo tiempo atascaban las ondas con jazz experimental, con voces suaves y explosivos, tan cerca del no wave y del new wave. Acordes que nos recuerdan a The Police y que terminan como Lydia Lunch.
Ludus, referente a lo lúdico, no tenían miedo a la experimentación y lo hacen bien. No dejan de ser elegantes y contestatarios. Linder se desenvuelve en muchos ámbitos en su banda. Las portadas son suyas, las letras cargadas de crítica y de sarcasmo feminista se hacen escuchar de ricas maneras plasmando en el aire collages porno-cosificadores. Músicos sin formación jazzistica explorando el jazz de vanguardia.
https://www.youtube.com/watch?v=6a0xW4eIjGY
Sólo tienen 3 LP´s, y 6 Ep´s, que nos muestran los alcances de la banda. Mencionan como una de sus principales influencias banda contemporáneas como The Banshees y Penetration.
A lo largo de su corta carrera tienen una serie de presentaciones tanto en Reino Unido como en Holanda. Es ahí donde los conoce Benoite Hennebert Que y los invita a unirse a su disquera, Le disque du Crépuescule. Dicha disquera lanza algunos compilados.
Posteriormente se alejan de lo que en ese momento estaba en boga. Ya con su tercer disco en mano y 7 músicos, regresan a la fogata. Saxofones y teclados acompañan las melodías pegajosas que desarrollan. Uno de los pocos covers que esta banda hace en su relativa corta carrera es una composición de Serge Gainsbourg interpretada por Brigitte Bardot, Neu au Soleil.
https://www.youtube.com/watch?v=EMc3QfHQYHA
En su último disco en equipo, el dúo Linder-Devine ya no funcionaba. En 1984 deciden que entre los dos ya no existe la suficiente química intelectual para seguir jalando la banda y toman su mejor decisión. Es así como esta banda llegó a su fin. No sin antes habernos dejado esta bonita sesión con el legendario John Peel donde nos enseñan que se la saben.